El regreso de Juan Carlos I a Zarzuela no se produjo según él había imaginado. Pero, desde luego, tampoco fue como hubiese deseado Felipe VI. El Rey está más que molesto con las formas en las que su padre decidió volver a España y así se lo trasladó en la reunión que ambos mantuvieron en su despacho en la jornada de ayer, y que se prolongó durante más de cuatro horas. Pese a ello, Casa Real emitió un comunicado en el que se deja la puerta abierta, de nuevo, a una residencia definitiva en España. Algo que solo podría darse si se cumplen una serie de condiciones.
Así lo aseguran a Vozpópuli personas muy próximas a Zarzuela y con información de lo que ocurrió ayer en una jornada maratoniana en el complejo. Según estas fuentes, Felipe VI considera que Juan Carlos I ha incumplido el acuerdo sellado por ambos en marzo para desbloquear el regreso del Emérito, ya que su padre ha hecho caso omiso a lo que él mismo dejó por escrito sobre lo que iba a hacer a su vuelta.
En ese sentido, el Rey considera que el Emérito no ha sido consecuente con la carta difundida hace dos meses y medio, cuando afirmó que, "tanto en mis visitas como si en el futuro volviera a residir en España, es mi propósito organizar mi vida personal y mi lugar de residencia en ámbitos de carácter privado para continuar disfrutando de la mayor privacidad posible". Un compromiso que no se ha cumplido, en absoluto, durante los días de estancia en Sanxenxo.
Si la estrategia sigue siendo convertir cada visita en un espectáculo mediático, es totalmente inviable. No puede repetirse el show de Sanxenxo
Por ese motivo, destacan desde el entorno de Casa Real, el "formato de visita" empleado este último fin de semana es "insostenible" desde el punto de vista de la imagen pública, la seguridad, y de la pretensión de Juan Carlos I de pasar largas temporadas allí, o plantearse en un futuro volver a residir en España: "Si la estrategia sigue siendo convertir cada visita en un espectáculo mediático, es totalmente inviable. No puede repetirse el show de Sanxenxo".
Ese mensaje, de hecho, es el que ha transmitido Felipe VI a Juan Carlos I. Ambos, en todo caso, han acordado, como en marzo, los términos de un nuevo comunicado que se parece mucho a la carta del pasado 7 de marzo. Como en aquella misiva, se vuelve a repetir que la intención del Emérito es "organizar su vida personal y su lugar de residencia en ámbitos de carácter privado, tanto en sus visitas como si en el futuro volviera a residir en España, para continuar disfrutando de la mayor privacidad posible".
Ataques a Pedro Campos
Las fuentes consultadas por Vozpópuli explican que en Casa Real señalan a un claro culpable del "show" montado en la localidad pontevedresa desde el pasado jueves. Y ese no es otro que Pedro Campos.
El empresario gallego, al que algunos en Zarzuela llaman de forma irónica 'El Pacificador', "lo tiene todo muy bien organizado para hacer negocio con Juan Carlos I", sostienen personas cercanas a Felipe VI. En la Casa del Rey, añaden, "creen que Campos utiliza al Emérito como reclamo publicitario para promocionar su Club Náutico y no le importa el desgaste que genera en la institución".
Utiliza al Emérito como reclamo publicitario para promocionar su Club Náutico y no le importa el desgaste que genera en la institución
Esa reflexión, de hecho, habría sido trasladada por también por Felipe VI a su padre ayer en Zarzuela, sostienen las fuentes consultadas. En esa misma conversación, además, el Rey trasladó a su padre que su regreso a Sanxenxo el próximo 10 de junio es "precipitado" y "contraproducente".
Hay que destacar, en ese sentido, que ese fin de semana se disputa el Campeonato del Mundo Xacobeo, y que está prevista la presencia de importantes autoridades políticas, como el presidente de la Xunta. Que Juan Carlos I esté también presente, como una autoridad más, es algo que "chirría" en Zarzuela y que pone en un nuevo brete a Felipe VI.
'Escudo informativo'
En los próximos días, por tanto, se conocerán novedades sobre ese viaje o no del Emérito a Sanxenxo, y en qué términos se produce: Juan Carlos I tiene que decidir si respeta la voluntad de su hijo y allana el camino para su vuelta definitiva adoptando un perfil bajo o, de lo contrario, vuelve a repetir la exposición pública del pasado fin de semana. Una estrategia de "dejarse ver" que, tal y como adelantó Vozpópuli, fue sugerencia de Pedro Campos y otros amigos del monarca.
Las fuentes consultadas afirman que en Zarzuela no tienen nada claro qué postura adoptará Juan Carlos I y, por tanto, ya se preparan para la puesta en marcha de un 'escudo informativo' para protegerse de un posible desgaste por las acciones del Emérito: "Él ya sabe lo que quiere su hijo y en la Casa Real siguen manteniendo la misma predisposición que antes, pero no quieren quemarse".
Por eso, añaden, se va a seguir un "plan específico de comunicación" en el que seguir tomando distancia de las actitudes o declaraciones del Emérito, destacando que son "decisiones de su ámbito privado". Una respuesta que también sirve para fijar posición sobre el rechazo de Juan Carlos I a dar explicaciones.
Además, también se quiere resaltar la edad de Juan Carlos I y su deseo de regresar a su país. En todo caso, insisten, eso solo será posible si las siguientes visitas cumplen con el "carácter privado" como condición.
El papel de la reina Sofía
Desde el entorno de Casa Real destacan, además, que en esa estrategia de comunicación puede tener un papel relevante la reina Sofía... "si todas las partes contribuyen a ello".
Así, algún miembro relevante de la Casa vería con buenos ojos que la reina emérita "acompañara" a Juan Carlos I este verano en Sanxenxo. Esa instantánea, admiten, es "muy complicada", pero ayudaría a "apaciguar la actual imagen del Emérito". Además, añaden, "no sería la primera vez" que Sofía debe adoptar ese papel: "En 2019, antes de la pandemia y de que él abandonara España, seguía asistiendo junto a él a actos públicos y privados".
La reina emérita, en todo caso, se reencontró ayer con Juan Carlos I después de casi dos años sin verse. Según el entorno del monarca, el Emérito quiso reunirse con ella para "arreglar unos papeles", vinculados a la gestión de su patrimonio.
Doña Sofía, además, estuvo presente en el almuerzo familiar, aunque no se quitó la mascarilla al dar positivo en Covid. Sí compartieron mesa y mantel con el Emérito Felipe VI y Letizia, la infanta Elena y sus hijos, y la infanta Margarita, hermana del monarca, que fue acompañada de su marido, Carlos Zurita.
