Los españoles decidirán este domingo la intensidad del castigo a Pedro Sánchez, que se da por descontado, y el poder que le otorgan Alberto Núñez Feijóo para liderar el nuevo ciclo político que se abrió en Andalucía hace menos de un año. La victoria del PP en las municipales es segura. Y los populares aspiran a arrebatar al PSOE alguna de las nueve comunidades que gobierna. La única incógnita es medir el grado de dependencia que el PP tendrá con Vox en comunidades como Valencia, donde se puede producir el vuelco.
Los más de 8.100 municipios de España y 12 comunidades autónomas renuevan este domingo sus instituciones (ayuntamientos, diputaciones, cabildos, Parlamentos y Cortes). Los resultados de este 28 de mayo marcarán el camino hacia las generales de final de año. Después de cinco años en La Moncloa, la coalición PSOE-Podemos y el liderazgo de Sánchez emiten señales de agotamiento. La llegada de Feijóo y la mayoría absoluta de Juanma Moreno constataron que el líder gallego del PP está llamado a devolver el Gobierno al centro derecha. El 28-M, confía el PP, es un pasito más en su retorno a La Moncloa.
Sin embargo, las victorias de nada sirven si no se puede formar gobierno. Y ésta es la gran duda que acecha a las municipales y autonómicas después de una campaña convulsa marcada por las listas de Bildu, los anuncios de Sánchez y la traca final de casos de compra de votos. La expectativa es que el PP aseste un golpe al PSOE arrebatándole uno o varios autonómicos, siendo Valencia la joya de la corona. Pero si al final, la aritmética no suma -cuentan los escaños y no tanto las papeletas-, Sánchez podrá vender una dulce derrota a su parroquia y darse la oportunidad de resistir en las generales.
PP: expectativa y resultado
Por otra parte, Feijóo sueña con un resultado a la andaluza que le permita seguir recomponiendo los pedazos del centro derecha en torno a su figura. Pero Moreno solo hay uno. Y los sondeos dicen que Vox será imprescindible para el vuelco electoral. El 28-M despejará esa incógnita. Hasta qué punto el PP depende de Vox. Cómo se negocian los pactos postelectorales. Y qué fórmulas de Gobierno eligen. Este punto será decisivo para la campaña de las generales, que empezará el mismo 29 de mayo.
Las principales batallas de este domingo se libran en la Comunidad Valenciana, Aragón, Castilla-La Mancha o Extremadura. Los sondeos de las últimas semanas y los trackings privados de los partidos anuncian una ajustada batalla en estas regiones. Son comunidades del PSOE en las que el PP acecha sus gobiernos. Ganar una o varias de ellas sería un golpe casi definitivo para Sánchez. No satisfacer esa expectativa de cambio, a pesar de que el PSOE caiga derrotado, supondría un balón de oxígeno para el presidente.
Hay otras guerras que no se presentan igualadas, pero que no por ellos son menos importantes. Isabel Díaz Ayuso busca en Madrid una mayoría absoluta que le confirme como una de las líderes políticas del momento. Su victoria es segura, pero busca arrollar. Murcia también será del PP. El PSOE parece que retendrá con facilidad Navarra, Asturias y probablemente Baleares. Canarias también está en disputa si Coalición Canaria resurge de sus cenizas con apoyo del PP.
Mapa municipal estable, salvo en Andalucía
A nivel municipal, el mapa actual se presenta bastante más estable salvo con una excepción: Andalucía. Fuera de esta comunidad, los ayuntamientos de las principales capitales del país conformados en 2019 renovarán sin aparente dificultad. El PSC pelea consolidar su liderazgo en Cataluña logrando la alcaldía de Barcelona y la de Tarragona. Y en Madrid, José Luis Martínez Almeida busca un segundo mandato con mayoría absoluta que permita al PP desprenderse de Ciudadanos y gobernar en solitario.
En Andalucía, sin embargo, el efecto Moreno amenaza el inmenso poder municipal que todavía conserva el PSOE. El PP busca arrebatar la ciudad de Sevilla a los socialistas y varios de sus municipios del área metropolitana. Los populares aspiran a ganar en las ocho capitales de provincia andaluzas. Otra cosa es que puedan formar gobierno en todas ellas. El PSOE andaluz pisa un terreno desconocido en esta comunidad después de 40 años de un poder absoluto. El 28-M amenaza el liderazgo de Juan Espadas.
El futuro incierto de Podemos y CS
Si PP y PSOE dirimen el nuevo ciclo político y Vox su relevancia en la ecuación de poder de los populares, el 28-M también dictará sentencia para Unidas Podemos y Ciudadanos. La formación morada acude a esta cita con la presión de Yolanda Díaz y su plataforma Sumar encima. Podemos puede quedarse fuera de varios parlamentos autonómicos, como el de Madrid. Un mal resultado debilitaría la posición morada en esta guerra fría que mantienen con Díaz para acudir juntos a las generales.
Ciudadanos, por su parte, se enfrenta a su desaparición total de la oferta política. El partido naranja, según los sondeos, será engullido por el PP y se quedará fuera de todos los parlamentos autonómicos. Será la confirmación de lo que ya ocurrió en Andalucía hace un año. Más dolorosa, por ser su comunidad de origen, es su casi segura salida del Ayuntamiento de Barcelona.
Y queda la duda de Begoña Villacís en Madrid, donde los sondeos no han sido concluyentes. Ciudadanos ha convertido la permanencia de Villacís en su gran esperanza para sobrevivir. Al margen de las capitales y de Madrid o Barcelona, la formación naranja mantendrá una modesta fuerza municipal de concejales en algunas localidades de provincias. Con estos concejales debe decidir si mantiene su papeleta para las próximas generales.