Quantcast

España

El rey 'lobista': "Si no fuera por él, el AVE a La Meca no se habría firmado"

El rey Juan Carlos realizó en 2012 un viaje urgente a Arabia Saudí para acudir al funeral del príncipe Nayif bin Abd al-Aziz Al Saud.

¿Lobista o diplomático? Hasta el incidente de Botsuana la clase política lo tenía claro: Juan Carlos I era uno de los principales embajadores para las empresas españolas. El papel del rey emérito fue fundamental en la adjudicación por parte de Arabia Saudí del AVE a La Meca; y según una senadora argentina, también habría logrado convencer en 2002 al presidente argentino Carlos Saúl Menem para que vendiera la petrolera Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) a Repsol. Los recientes descubrimientos de la Justicia suiza parecen señalar ahora al monarca como un lobista, que podría haber percibido 65 millones de euros de Arabia Saudí.

"Si no fuera por su majestad no se habría firmado el convenio para la construcción por parte de un consorcio de empresas españolas del AVE entre La Meca y Medina por valor de 6.000 millones de euros, por ejemplo". Así se expresaba en marzo de 2013 en una entrevista en la revista 'Diplomacia' el entonces ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, que el mismo día del contrato, en enero de 2012, alababa la actuación diplomática de Juan Carlos I en relación a la adjudicación del megacontrato del AVE del desierto a un consorcio de empresas españolas liderado por OHL.

Sin embargo, la investigación realizada por el fiscal suizo Yves Bertossa ha desvelado que estas gestiones "diplomáticas" que realizó el monarca en Arabia Saudí en 2011 se llevaron a cabo tres años después de que la Fundación Lucum, presuntamente vinculada al propio Juan Carlos I, recibiera 65 millones de euros del Ministerio de Transportes de Riad, que era el que convocaba el concurso del tren de alta velocidad de Arabia Saudí.

En Lucum aparecen los fiduciarios Arturo Fasana y Dante Canónica, que también están detrás de la Fundación Zagatka, a nombre de Álvaro de Orleans-Borbón, primo de Juan Carlos I, que ha reconocido que con esta última fundación pagó más de 5 millones de euros en viajes del monarca.

65 millones

El ministerio público suizo sospecha que los 65 millones de euros de Arabia Saudí podrían haberse abonado a raíz de que el rey Juan Carlos consiguiera una rebaja del 30% en la oferta del consorcio español para construir el AVE del desierto. Esta decisión resultó determinante para que los españoles, liderados por Juan Miguel Villar Mir (OHL), se hicieran con el contrato en detrimento de un grupo de firmas francesas.

Juan Miguel Villar Mir, fundador y ex presidente de OHL

También relacionado con Juan Carlos I, aunque de forma indirecta, en las obras del ferrocarril a La Meca apareció el nombre del empresario Eduardo Eraso Campuzano, que forma parte de una familia venezolana que mantuvo una estrecha relación en Portugal con la Familia Real española durante la infancia del rey emérito.

Tal y como adelantó Vozpópuli, este empresario informó a su banco SG Hambros Bank en Gibraltar que una de sus empresas radicadas en España, en concreto "Girasol 8 SL, era parte del consorcio español que acaba de ganar el contrato para construir la alta la red de trenes de velocidad en Arabia Saudí".

Imputado en 'Gürtel'

Así se especifica en los informes realizados por el financiero Peter Breakspear, que el 11 de noviembre de 2011 plasmó en un documento interno del SG Hambros Bank sus conclusiones sobre una reunión que había mantenido con Eduardo Eraso Campuzano, imputado en Gürtel. Llama la atención que Alberto Ruiz-Gallardón, que en 2012 era ministro de Justicia, firmó el 31 de agosto de ese año el indulto del empresario Miguel Escudero Arias-Dávila, que era administrador de la sociedad Girasol 8 SL.

El Rey bromea con el ministro de Justicia en el acto de apertura del Año Judicial 2012-2013

Las empresas españolas que obtuvieron el contrato aseguran que Girasol 8 SL no forma parte del consorcio: "El Consorcio Español Alta Velocidad Meca Medina (CEAVMM) niega que Girasol 8 SL sea una de sus empresas integrantes. Tampoco consta que dicha empresa tenga o haya tenido relación comercial con el consorcio", especifican las firmas.

El fiscal suizo que investiga las transferencias de dinero vinculadas presuntamente a Juan Carlos I investiga a los fiduciarios de la Fundación panameña Lucum: Eduardo Fasana y Dante Canónica. Ambos administraban la cuenta Soleado, descubierta gracias al caso Gürtel, y bajo la que se esconden numerosos famosos españoles, cuyo nombre no ha trascendido.

566.409 euros de YPF

El nombre que sí se conoce es el del procesado en Gürtel Ramón Blanco Balín, que en diciembre de 2002 fue nombrado consejero delegado de Repsol-YPF. Así este empresario se convertía en el número dos del entonces presidente de la compañía petrolera, Alfonso Cortina, del entorno de amistades del rey emérito, y hermano de Alberto Cortina, uno de los empresarios que vendió en 2003 el Banco Zaragozano, por el que Álvaro de Orleans-Borbón ingresó una comisión en Suiza.

El Rey Juan Carlos I y su primo Álvaro de Orleans.

Tal y como adelantó infoLibre, la cuenta Soleado, controlada por la empresa Rhône Gestión de Arturo Fasana, ingresó en 2002 un total de 566.409 dólares de la argentina Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), de los que Blanco Balín se embolsó 163.000 dólares. 

No fueron identificados

Los otros beneficiarios del dinero de YPF que acaba en la cuenta Soleado no fueron identificados por Suiza, al no entrar sus nombres dentro de la comisión rogatoria que se había solicitado desde España por el caso Gürtel.

En Argentina, la exsenadora argentina de la oposición María Eugenia Estenssoro denunció la intercesión de Juan Carlos en la venta de YPF a Repsol. Esta venta la califica como una "entrega política, en la que no operó ni el mercado, ni la libre competencia. Fue un arreglo o, como decimos en la Argentina, un negocio cocinado por dos personajes políticos del más alto nivel: nada menos que el rey Juan Carlos de España y el presidente Menem".

Esta exsenadora considera que Juan Carlos habría sido el encargado de comunicarle a Menem que Repsol estaba interesada en comprar las acciones de YPF. "Los españoles estaban dispuestos a pagar un precio superior al de mercado. Entonces, Menem le aconsejó a Repsol que contratara como abogado a su fiel y hábil amigo Roberto Dromi". La senadora alude en dos artículos publicados en los diarios argentinos  Página/12 y La Nación ala participación del rey en la venta de YPF a Repsol.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.