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España

El Govern abre la puerta a retrasar las elecciones a mayo tras dispararse el ratio de contagios

Pere Aragonés, en primer término, junto a Roger Torrent.

El Gobierno de la Generalitat tiene la posibilidad hasta el próximo 21 de diciembre de frenar el reloj electoral y que los catalanes no acudan a las urnas el próximo 14 de febrero. Esta opción lleva semanas sobre la mesa de Junts per Catalunya y ERC -formaciones socias en el Ejecutivo catalán- y la mala evolución de la pandemia, con 209 nuevos casos en las últimas 24 horas, podría ofrecerles la justificación necesaria para posponer hasta mayo -según barajan en la cúpula del PP nacional- los nuevos comicios.

Este martes se ha producido la segunda mesa entre los distintos grupos parlamentarios para valorar esta posibilidad. Como informó este medio, el hecho de que las elecciones no hayan sido nunca formalmente convocadas -simplemente ha empezado la cuenta atrás que fija la ley- da argumentos a la oposición para creer que puede haber un acuerdo de última hora entre los socios de gobierno para posponer las elecciones.

"Lo decidirán los independentistas en solitario", explican fuentes del PP conocedoras de los dos encuentros que se han celebrado hasta la fecha. Y es que en la primera mesa, que se celebró hace dos semanas, JxCat y ERC eran los más favorables a retrasar la fecha de los comicios mientras que Ciudadanos, PSC y PP consideraban "excesivo" mantener la actual parálisis que viven las instituciones catalanas tras la inhabilitación de Quim Torra como presidente de la Generalitat.

El argumento aludido por el Govern era que si la ratio de transmisión (RT) estaba por encima de 1 se valoraría suspender las elecciones, pero no hubo cuórum entre los partidos. En la actualidad, Cataluña está en el 1,1, con más de 1.800 contagios en la última semana. Este índice, cuando está por debajo del 1 indica que la enfermedad se está extinguiendo, mientras que por encima de este valor implica que se sigue propagando.

Cuenta atrás

El calendario, sin embargo, juega en contra de los intereses del Ejecutivo autonómico. El próximo 22 de diciembre se convocan elecciones automáticamente. Superada esta fecha, explican las fuentes consultadas, "sólo un decreto del Govern ratificado por la Junta electoral podría aplazarlas", tal y como sucedió en el País Vasco y Galicia en plena crisis sanitaria derivada de la primera ola de la covid-19.

Antes de este límite, podrían encontrar un "candidato alternativo" que ejerciera como presidente simbólico hasta la nueva cita electoral. Este candidato, según fija la ley electoral, debería ser entre los actuales diputados de la Cámara catalana. Las actuales tensiones entre ERC y JxCat dificultan esta operación. Pero nadie excluye que alcancen una entente si, además de los malos datos de la pandemia, sus sondeos internos muestran una caída de los apoyos derivados de su gestión.

En este sentido, incluso ERC, quien va por delante en las encuestas, vería con buenos ojos un aplazamiento dado que es la formación que más ha acusado políticamente el paso de la covid al tener bajo su mando las consejerías de Salud y Trabajo, así como la gestión de las residencias. Asimismo, podría dar más tiempo para que lleguen los indultos y que su líder Oriol Junqueras, pudiera participar activamente en la campaña electoral. 

Evolución de la pandemia

El Síndic de Greuges -el defensor del pueblo catalán- propuso que el Procicat aprobara un plan para la celebración y que se establecieran "los supuestos e indicadores que podrían obligar a un aplazamiento". A día de hoy, este plan todavía no se ha materializado. 

El Ejecutivo catalán ha propuesto endurecer su un plan para la Navidad si los contagios siguen subiendo al ritmo actual. Su portavoz, Meritxell Budó, ha admitido que se "está complicando" la situación y no descartan "ajustar las medidas" que, actualmente, se han fijado en permitir encuentros de máximo diez personas y un levantamiento de las restricciones de la movilidad.

Los bandazos de JxCat

Esta coyuntura contrasta con el escenario pre-pandémico. Antes de su inhabilitación, Torra dio por "agotada la legislatura", aunque posteriormente reculó ante las necesidades de su partido de recomponerse y recortar distancias con ERC. Desde JxCat han amagado en distintas ocasiones con la posibilidad de que no se puedan celebrar debido a la pandemia. La más notoria, el pasado 27 de octubre, cuando la portavoz del Govern, Meritxell Budó, expresó sus dudas al afirmar que "veremos cómo evoluciona la pandemia y si es posible". En caso contrario, abría la puerta a "gobernar todos juntos", es decir, con ERC, hasta una nueva fecha electoral. 

La situación del partido, sin embargo, ha cambiado con la nueva elección de su dirección tras el proceso de primarias celebrado recientemente. La elección de Laura Borràs como candidata a la presidencia de la Generalitat ha infundido optimismo en sus bases. Y solo contemplan el empeoramiento de la situación sanitaria como posibilidad real de aplazarlas.

En este sentido, fijan la Navidad como momento clave. En este caso, ya se habrá agotado el plazo legal que termina el próximo lunes y debería ser mediante un decreto que ratifique la Junta electoral.

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