La mano derecha de Yolanda Díaz cifra en 45.000 millones el recorte que afronta el Gobierno de Sánchez

Aviso a navegantes. Se acabó la fiesta y la barra libre de dinero. El final de los fondos extraordinarios del covid-19 y la entrada en vigor de las nuevas reglas fiscales europeas a partir del 2025 anuncian un giro obligado hacia los recortes en la política económica del Gobierno de Pedro Sánchez. El diplomático Agustín Santos Maraver, mano derecha de Yolanda Díaz, estima que el ajuste será de unos 45.000 millones de euros en los próximos cuatro años.

Así lo recoge la mano derecha de Yolanda Díaz en el último de sus artículos firmado bajo el seudónimo de Gustavo Buster. ‘Ajuste fiscal y gasto social: lo que nos jugamos en las elecciones europeas’ es una larga reflexión del diputado de Sumar sobre el escenario que espera a la economía española en esta misma legislatura.

El Gobierno tendrá que presentar a Bruselas en septiembre la hoja de ruta fiscal que seguirá en los próximos cuatro años, coincidiendo ya con los Presupuestos del siguiente año. Las cuentas para este año 2024 se presentarán en los próximos días tras el pacto para la nueva ley de amnistía alcanzado por el PSOE y el separatismo catalán.

Plan de recorte de 4+3 años

Sánchez deberá garantizar ajustes de entre el 0,4% y el 0,6% del PIB anuales mientras el déficit supere el 3% y la deuda, el 90%. Estos ajustes se podrán situar en la parte baja de la horquilla (0,4%) y alargar a siete años (hasta 2031) si, como explica el diplomático, los recortes se realizan “en paralelo a inversiones en los cuatro pilares de cambio estructural: transición energética, digitalización, pilar social y defensa”.

“Para darse cuenta de la profundidad del ajuste, de alrededor de un 1% del PIB anual, 14 estados miembros tendrán que realizar recortes por un valor medio de 45.000 millones de euros”, explica Santos Maraver. Más de los 8.000 millones al año que se calcula durante lo que resta de legislatura.

Otro de los elementos del artículo es el papel del Banco Europeo de Inversiones (BEI) y de su nueva presidenta, la española Nadia Calviño, en este período. Con un capital de 500.000 millones de euros, explica Santos Maraver, el BEI es una pieza central del esfuerzo de inversión europeo, sobre todo en energía nuclear debido al conflicto entre Rusia y Ucrania. Algo a lo que Calviño se oponía tajantemente como ministra.

“La mitad de sus créditos están ya en el sector de la energía. La llegada de Calviño, condicionada por el apoyo francés, implica el reto de cambiar el mandato del BEI para poder invertir en energía nuclear modular, operativa hasta ahora solo en China y Rusia, para renovar y ampliar el sector nuclear europeo”, señala.

Nuevo mecanismo de ayuda

El diputado de Sumar reclama la creación de un “mecanismo de inversión comunitario que suceda después de 2026 a los fondos Next Generation”. Un concepto, dice, que haga de puente entre el ajuste fiscal y la necesidad de mantener el gasto social.

Sin embargo, el propio Santos Maraver reconoce que las elecciones europeas del 9 de junio anticipan un “giro a la derecha” en el continente con un importante “ascenso de la extrema derecha”.

Santos Maraver, que fue el número dos de la vicepresidenta en las pasadas elecciones generales, mantiene un perfil propio dentro de la estructura de Sumar. No sólo sigue firmando estos artículos de vez en cuando, sino que se ha saltado la disciplina de voto en alguna ocasión, con el permiso de su jefa de filas.

El caso más reciente tuvo lugar a finales de febrero. El diplomático español votó en contra de una iniciativa presentada por los diputados de Podemos que pedía al Gobierno “romper relaciones con Israel por el genocidio en Gaza”. El grupo parlamentario de Díaz apoyó la moción, pero Santos Maraver votó en contra. La iniciativa no salió adelante por el voto contrario de PSOE, PP y Vox.