Atado y bien atado. Así es como Pedro Sánchez dejó el asalto a Telefónica antes de dirigirse a Toledo para acompañar a Emiliano García-Page en el congreso que oficializa su reelección como secretario general de los socialistas de Castilla-La Mancha. Una operación relámpago que permitirá al Gobierno tener un férreo control sobre una de las principales empresas estratégicas de nuestro país, Todo ello en la previa de un evento socialista en el que Sánchez también ha exhibido su poder dentro del PSOE y se ha erigido como uno de los grandes baluartes de la izquierda ante "la ola reaccionaria" que encabeza Trump, que tomará posesión el lunes.
Que Pedro Sánchez, entre aplausos, haya inaugurado este sábado en Toledo el 13 congreso regional del PSOE de Castilla-La Mancha no debe pasar inadvertido para nadie, porque envía un potente mensaje. El líder socialista ansía controlar todos los procesos de renovación territorial del partido de cara a la próxima batalla electoral, también los de sus principales críticos. El presidente quiere ir a tantos congresos como le permita la agenda presidencial, segú confirman desde su entorno.
En el PSOE existe un sector que reprueba algunas líneas políticas de Moncloa y que tiene en Emiliano García-Page, que será reelegido por aclamación como secretario general autonómico, a su principal baluarte. Pese a que Sánchez no ha querido guerrear con el presidente castellanomanchego, el líder socialista, que no da puntada sin hilo, ha dejado claro quién es su apuesta para enterrar el 'pagismo' cuando sea derrotado: la ministra de Vivienda y exalcaldesa de Puertollano, Isabel Rodríguez, a quien ha reconocido públicamente en el plenario del congreso regional.
Pero ahora Sánchez quiere el menor ruido interno posible. El presidente, que no ha hecho mención alguna a la crisis abierta con Junts, sabe que la militancia socialista, en lugares como Castilla-La Mancha, no ve con buenos ojos las cesiones al independentismo ni los coqueteos con el expresidente catalán, prófugo de la Justicia. Por eso, Moncloa enfrió su última amenaza con forma de suspensión de negociaciones, aunque en el Gobierno y en el PSOE están dispuestos a aceptar la cita en Suiza que les demandó para chequear la salud del pacto de investidura.
Lo cierto es que Ferraz se jacta de controlar orgánicamente las casas del pueblo de casi toda España. Pero la isla de Page es una fortaleza inexpugnable para los intereses de Sánchez, porque el líder autonómico tiene el poder. No es una cuestión menor, porque la presidencia es lo que le ha salvado de la quema de barones emprendida por el líder socialista desde el asiento de mando de Ferraz y que ha calcinado los cuerpos de Juan Lobato en Madrid, de Juan Espadas en Andalucía y de Luis Tudanca en Castilla y León. Se le escapó con vida el extremeño Miguel Ángel Gallardo, pero como ocurre en Castilla-La Mancha, la financiación decantó la balanza.
En cualquier caso, en las filas del partido se extiende una bruma que impide ver con claridad el futuro. "No sabemos qué va a pasar con la Legislatura", concede un cargo del partido. "La verdad es que me faltan claves y creo que las cosas no son como parecen. En fin, habrá que estar atentos", cuenta un barón territorial. Algunos socialistas, además, dudan de la viabilidad de la operación orquestada por el presidente del Gobierno de llevar al frente de las principales federaciones socialistas del país a sus primeros espadas en el Consejo de Ministros, porque la ven plagada de riesgos.
Tras el estrepitoso golpe de las elecciones municipales y autonómicas de 2023, Sánchez cortó de raiz cualquier debate interno sobre los motivos de aquella sangría que costó siete ejecutivos autonómicos. El PSOE solo retuvo (y con dificultad) Castilla-La Mancha, Asturias y Navarra. Pero el adelanto de las elecciones generales del 23 de julio movilizó al partido en torno al líder, que logró resistir mejor de lo previsto gracias a la alerta ultra que lanzó desde el mismo momento en que anunció la llamada a las urnas, tan solo 24 después del golpe de las municipales.
Sánchez ganó así su particular partida de ajedrez contra algunas federaciones socialistas, como la aragonesa, capitaneada aún por Javier Lambán. El líder socialista sabe mejor que nadie que los barones de su partido constituyen un fuerte contrapeso político. Por eso, tras la masacre de mayo de 2023, el secretario general solo ha tenido que esperar para hacer y deshacer a su antojo. Ahora bien, si sus apuestas pierden, Sánchez quedará marcado y se podrá hacer la lectura de un rechazo de los ciudadanos a él y a sus políticas, sobre todo en las comunidades autónomas en las que la agenda nacional tiene más peso, como Madrid, las dos Castillas, Aragón y Extremadura.
El presidente ha vuelto a blandir el miedo a la "Internacional ultraderechista", a la que atribuye un plan para dinamitar a la izquierda. "Un señor poderoso de Estados Unidos dijo lo siguiente. No es político, pero está en los alrededores de la política. Si el hombre más rico del mundo ha financiado una campaña y han ganado las elecciones en la primera potencia del mundo, pues en Europa esto va a ser mucho más sencillo dar la vuelta a mayorías parlamentarias para tumbar gobiernos de izquierda", ha relata Sánchez.
alexmazallas
18/01/2025 22:17
Es para vomitar. Lo de los socialistas es una mafia a la que hay que exterminar
salvador68.srg
19/01/2025 06:46
El próximo que me vuelva a decir que Page es "bueno", lo mando a tomar por el cul0 directamente. No hay más que ver la cara de ese zamploño descojonandose como di tal cosa, con el Felón al lado.
jedoju
19/01/2025 11:36
Que disparate de tropa, que solo busca el seguir viviendo a costa del contribuyente. Que forma de festejar con un corrupto, que está destruyendo España, mientras, se llena los bolsillos acompañado de su familia. A esta banda de hipócritas se les sigue votando?. ¡Qué alegrías¡ ¡Qué gozos¡ ¡Qué felicidad¡.
MataNarcisos
19/01/2025 13:03
Emiliano..... c0ñ0, no te arrastres tanto. Verle junto al Felón, solo le faltaba a este, una correa de esas que se recogen y alargan, y unas bolsitas de recoger excrementos.