La coalición de Gobierno se sume en una guerra con trasfondo electoral. El presidente, Pedro Sánchez, sabotea a Yolanda Díaz para negarle, por el momento, la aprobación de la medida estrella de Sumar: la reducción de la jornada laboral. El motivo, según fuentes gubernamentales de Sumar consultadas por este diario, es la previsión de una hipotética llamada a las urnas. Por eso, los ministerios de Economía y Hacienda están haciendo frente común y han paralizado con 'burocracia' el plan del socio minoritario del Ejecutivo, que anda encolerizado.
Fuentes de Sumar avanzaron este viernes que sus ministras y ministros se reunieron en la Vicepresidencia para abordar "el incumplimiento por parte del PSOE del acuerdo de coalición". "La reducción de la jornada laboral es una de las principales medidas para esta legislatura. Hay 12 millones de personas esperando que este año, en 2025, esta norma mejore su vida para poder trabajar menos y vivir mejor. El acuerdo de diálogo social firmado por el Gobierno con los sindicatos CCOO y UGT el 20 de diciembre debe ser respetado íntegramente por el Consejo de Ministros. Por ello, exigimos que se apruebe con carácter de urgencia en el Consejo la remisión al Congreso del anteproyecto de ley de reducción de la jornada para poder iniciar el trámite", explican desde el partido de Yolanda Díaz.
La situación es de tal tensión que Díaz llegó a decir que el ministro de Economía era mala persona por no querer acelerar la medida. Pese a que la escalada retórica no ha ido más allá, lo cierto es que las palabras de la vicepresidenta no sentaron nada bien, ni al propio Carlos Cuerpo ni a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Su entorno explica que no es que no se quiera impulsar la reducción de la jornada, sino que se busca hacerlo sin anunciarlo. "Es mucho más fácil cuando viene del conjunto del diálogo social. Y tenemos que intentar ese equilibrio... Siempre quiero pensar que hay algún margen con los empresarios". Y es que la patronal sigue viendo con reticencias el plan de Yolanda Díaz, por mucho que el PSOE pretenda compensar la caída de la productividad con desgravaciones fiscales. El nudo gordiano es que la pequeña y mediana empresa tendrá muy difícil recuperarse, opinan los empresarios.
El ministro de Economía, pulcro pero firme, quiere que la medida se aplique de manera gradual, ya en 2026, y con una lluvia de ayudas concretas a las pequeñas y medianas empresas. El PSOE, además, no tiene ningún interés en que se le abra una confrontación directa con el empresariado, más en un posible contexto de elecciones. La orden de Pedro Sánchez en Moncloa es clara: ni una bala al PP, pero tampoco a Yolanda Díaz.
A nadie se le escapa que, en caso de aprobarse, la reducción de la jornada sería la principal aportación de Sumar a esta legislatura, como en la anterior fue la reforma laboral. En plata, sería el activo con el que Yolanda Díaz podría volver a presentarse en unas elecciones generales, lo que le permitiría saltar por encima de la fragmentación del espacio electoral a la izquierda del PSOE. El proyecto tiene el apoyo de los socialistas y de los dos principales sindicatos (Comisiones Obreras y UGT). Pero no está claro que logre el respaldo de una mayoría en el Congreso, puesto que todavía no está clara la postura de Junts. Los posconvergentes están muy influidos por Foment del Treball, la patronal catalana, que es radicalmente contraria a la reducción del horario laboral precisamente por considerarla lesiva para las pymes.
Hace semanas que Ferraz activó una operación de absorción del partido de la vicepresidenta segunda, al que quiere robar papeletas para situarse cerca del 35 % de los sufragios. En Ferraz viven con preocupación la vida interna de sus socios. Las fuentes consultadas sostienen que sus aliados tienen importantes cuestiones internas que resolver, como superar sus odios y vetos cruzados, que los mantienen en niveles de aprobación muy bajos. Lo cierto es que los socialistas dan por amortizada a Yolanda Díaz. Y en Moncloa ya circulan cábalas sobre el futuro de su izquierda.
En verdad, esta incertidumbre preocupará en el PSOE "en el momento en el que se celebren elecciones", según concede un ministro socialista. Pero la apuesta de la dirección está clara: le tocará a Izquierda Unida y a Podemos recomponer las costuras de un espectro político roto por la falta de acierto de la vicepresidenta segunda. Sumar, en efecto, no lo tiene nada fácil. Es más, la apuesta de la gran casa de la izquierda española es que este partido va camino de morir. Díaz ha perdido toda su fuerza política en el Gobierno. Casi nadie en Moncloa la tiene en consideración. La vicepresidenta segunda ha perdido todo el peso que llegó a tener. La integrante de Sumar ha pasado en menos de tres años de arrastrar todas las miradas a pasear sola en el Congreso, sin apenas prensa acompañándola.
Así las cosas, el PSOE está decidido a merendarse los votos de Sumar. El problema es que muchos de ellos vayan a la abstención, porque el declive de Sumar, en verdad, es anterior a la última gran estocada que supuso la dimisión de Íñigo Errejón, acusado de agresión sexual. Lo cierto es que Yolanda Díaz fue incapaz de remontar las duras consecuencias del veto que impuso a Irene Montero. Podemos aceptó concurrir bajo el paraguas electoral de Díaz. Pero una vez se topó con el 'no' a su 'lideresa', los morados pusieron todo tipo de zancadillas.
Cabe recordar que Sumar está en su momento de mayor debilidad. Y eso solo significa una cosa: que el único de los aliados del Gobierno con incentivos para una llamada a las urnas es Podemos. Por eso, como ya avanzó este diario, en Moncloa atribuyen a Pablo Iglesias un plan para impedir que haya presupuestos y precipitar, de esa manera, una posible convocatoria de elecciones. Ante ese escenario, atrás quedaron los tiempos en que el PSOE impulsaba a Yolanda Díaz. Entonces, antes de las elecciones del 23-J de 2023, era una cuestión de necesidad. Pero ahora, el experimento se ha demostrado fallido a ojos del presidente del Gobierno.
MataNarcisos
11/01/2025 11:31
Mira que si no fuese porque el ático de 400 m2 frente al Retiro Madrileño, y gratis, por las limusinas con chofer, y gratis, por la ropa de marca, por los sirvientes, gratis, por la pasta de Vice..., por lo que mola ser poderosa, o bien creérselo, (Egos).... Ella les aseguro hubiese dimitido. Pero por otra parte, volver al pisito, a la tabla de planchar que tanto la gusta, al sofá de IKEA..... JO!!, no mola nada, después de haber catado la vida de los ricos despreciables.
farmyardcheek
11/01/2025 21:57
Elecciones?, no te lo crees ni tú.