Actualidad

El PSOE andaluz presiona a Montero para que deje Hacienda por temor a que el ‘cupo’ catalán arruine su oposición

El partido respira aliviado con la marcha de Espadas porque frenará la caída libre, pero persiste la incertidumbre ante un Moreno Bonilla “muy fuerte”

  • Pedro Sánchez y María Jesús Montero. -

El PSOE de Andalucía (PSOE-A) respira aliviado porque con Juan Espadas al frente de la Secretaría General iba en caída libre en las encuestas y porque su sucesión por María Jesús Montero se ha resuelto sin excesivo trauma interno, pero en la formación se ha abierto un período de incertidumbre por el tipo de oposición, no que quiera hacer, sino por la que "pueda" hacer teniendo en cuenta que no piensa dejar el Ministerio de Hacienda, según traslada su entorno más próximo.

Son mayoría los cargos y ex cargos andaluces consultados por Vozpópuli que creen que "más pronto que tarde" debe abandonar esa cartera aunque mantenga la vicepresidencia y coordinación del Gobierno, lo cual dará visibilidad nacional al liderazgo del PSOE andaluz frente a un presidente de la Junta, el popular Juan Manuel Moreno Bonilla, muy "fuerte" en los sondeos y ya asentado en el poder tras seis años de ejecutoria sin apenas desgaste más allá de los problemas de la sanidad pública.

"No se puede soplar y sorber", reflexiona un ex dirigente de la etapa de Susana Díaz, de quien Montero fue consejera y la cual ha acogido a Montero como el relevo natural de Espadas en estas condiciones. "El debate de la financiación autonómica durante los últimos cuarenta años siempre ha pivotado entre lo que proponía Cataluña para su beneficio y lo que Andalucía ha logrado conseguir para esta tierra, pero también para el resto de comunidades del llamado régimen común (todas excepto País Vasco y Navarra). La pregunta es muy sencilla: Cuando hable del cupo pactado por el PSC y ERC a cambio de la investidura en la Presidencia de la Generalitat de Salvador Illa ¿cómo lo va a hacer? ¿Cómo ministra de Hacienda y árbitro del pulso entre Cataluña y el resto, o como la líder del PSOE andaluz?", se pregunta.

Cuando muchos cuadros la oyeron en su presentación ante los militantes, el pasado miércoles en Sevilla, que viene a ofrecer "más autogobierno", para no entrar en contradicciones, muchos torcieron el gesto. "Cómo dirigente de una tierra históricamente olvidada, más sí es socialista y lidera la oposición, sólo puede primar la igualdad entre españoles; es que, si no, vamos a tener PP para cuarenta años. Nos puede pasar lo mismo que a la derecha en 1980, cuando abandonó en el referéndum la bandera de Andalucía para dejársela al PSOE"

Por eso, cuando muchos cuadros la oyeron en su presentación ante los militantes, el pasado miércoles en Sevilla, que va a ofrecer a los andaluces "más autogobierno", muchos, incluso entre quienes la han apoyado para desbancar a Espadas, torcieron el gesto porque saben que estaba haciendo equilibrios para no contradecirse. "Está obligada desde ya a marcar distancia con el discurso de Illa y el PSC si no quiere que Moreno Bonilla la destroce", argumenta un ex diputado. "Cómo dirigente de una tierra históricamente olvidada, más sí es socialista y lidera la oposición, sólo puede primar la igualdad entre españoles; es que, si no, vamos a tener PP para cuarenta años. Nos puede pasar lo mismo que a la derecha en 1980, cuando abandonó en el referéndum la bandera de Andalucía para dejársela al PSOE".

Eso, por lo que respecta a la estrategia de oposición parlamentaria, pero, además, María Jesús Montero enfrenta un reto importante de orden interno: como vicepresidenta o como ministra va a seguir viviendo en Madrid, a 600 kilómetros de Sevilla y a muchos más de Huelva, Cadiz o Almería, y es una militante reciente, sin el peso orgánico de sus antecesores Espadas, Díaz, Griñán ni, por supuesto, el que tuvo Manuel Chaves, primero por delegación de Felipe González y Alfonso Guerra, y luego en persona. "Por eso el otro día se vino arriba con eso del Che Guevara ¡hasta la victoria siempre! y demás expresiones", bromea un alto cargo para quitarle hierro al tono encendido de la ministra.

No obstante, tanto en la federación andaluza como fuera de ella, en el resto del PSOE actual y pasado, nadie se engaña: Precisamente por esa falta de trayectoria orgánica, y por la dificultad logística que se va a encontrar en el día a día de oposición a cientos de kilómetros de distancia y sin posibilidad de responder a Moreno Bonilla en el Parlamento de Andalucía -no tiene escaño- "quienes van a mandar son los ocho secretarios generales provinciales", concluyen todas las fuentes consultadas; empezando por el todopoderoso líder en Jaén, Paco Reyes, y siguiendo por el sevillano Javier Fernández de los Ríos.

Habrá que ver quien ocupa la importante Secretaría de Organización, si es el actual 'mano derecha' de Santos Cerdán en Ferraz, el diputado jienense Juan Francisco Serrano, el cual tanteó sus posibilidades de ser el sucesor de Espadas, o sí el resto de secretarios provinciales prefieren darle al que va a ser 'número dos' de Montero una impronta menos 'madrileña', y de otra provincia que no sean Jaen o Sevilla, de donde es la ministra y futura secretaria general tras el congreso que el PSOE-A celebrará en Armilla (Granada) los próximos 22 y 23 de febrero.

Habrá que ver, en este sentido, quien ocupa la importante Secretaría de Organización, si es el actual mano derecha de Santos Cerdán en Ferraz, el diputado jienense en Cortes Juan Francisco Serrano, el cual tanteó hace semanas sus posibilidades de ser el sucesor de Espadas, o sí el resto de secretarios provinciales prefieren darle al que va a ser número dos de Montero una impronta más andaluza y menos madrileña, y de otra provincia que no sean Jaen o Sevilla, de donde es la ministra y futura secretaria general tras el congreso que el PSOE-A celebrará en Armilla (Granada) los próximos 22 y 23 de febrero.

Y, lo más importante, a decir de los cargos en activo y ex dirigentes andaluces consultados por Vozpópuli, la "clave" va a ser que el equipo que forme Montero en el Parlamento Andaluz sea bueno, "correoso" para hacer frente a un PP que tiene mayoría absoluta y a un Moreno Bonilla que ha logrado consolidarse "en la centralidad del espacio político" dentro y fuera de su comunidad. Eso hace que se haya generado en la principal federación socialista un sentimiento de ilusión ma non troppo, que dicen los italianos, porque todos son conscientes de la dificultad.

"Un ambiente raro"

"Hay mucha gente descontenta e indignada con lo que han hecho con Juan (Espadas)" aunque todos son conscientes de la necesidad del cambio, resume uno de los consultados, presente el miércoles en la presentación de la candidatura de Montero en Sevilla. "El ambiente era bastante raro: Mucha gente que desapareció del partido cuando Susana perdió, estaban allí como si hubieran ganado algo; Ojo, nadie los echó ellos se excluyeron y decidieron no participar en nada en general... Lo único bueno, es que allí estaban todos los bandos de todas las generaciones".

Se trata de una operación desembarco a varios años vista porque nadie en el PSOE-A da un euro por la victoria de Montero en las elecciones que convocará el presidente andaluz en 2026; todo lo más, romper la mayoría absoluta del PP y, a partir de ahí, y con la recuperaciòn de cierta unidad a la izquierda de la izquierda con IU, Sumar y Podemos, de la mano del dirigente de IU, Maillo, intentar desbancar a los populares en 2030, tras doce años de poder autonómico.

 

 

 

 

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación Vozpópuli