Publicado: 25/01/2024 04:45
El nombramiento de Fernando Galindo como letrado mayor del Congreso no sólo ha levantado ampollas entre los opositores del Gobierno. La elección del antiguo subsecretario del Ministerio de Política Territorial para este puesto ha provocado la salida de parte del antiguo equipo que compone la Secretaría General del Congreso.
Así lo confirman a Vozpópuli fuentes parlamentarias, que apuntan que desde que llegó al despacho de las Cortes se ha producido una cascada de salidas en el organigrama que componen este organismo parlamentario. La más notoria ha sido la del interventor de las Cortes Generales, Luis de la Peña, que ha presentado su dimisión junto a un escrito en el que muestra la incompatibilidad de seguir en su puesto por discrepancias con el letrado mayor.
Sin embargo, esta no ha sido la única salida que se ha producido desde que Galindo llegara al Congreso el pasado 3 de noviembre. Durante el corto mandato del hombre designado por Pedro Sánchez y Francina Armengol como secretario general, se han producido -al menos- tres bajas más en puestos de relevancia.
Las mismas fuentes desvelan que las razones de la salida de uno de los pesos pesados de la Secretaría General. El que hasta ahora había sido el número dos del anterior letrado mayor, Carlos Gutiérrez, ha presentado su renuncia para solicitar el traslado a la Oficina de Conflicto de Intereses. Por tanto, el puesto de secretario general adjunto para asuntos parlamentarios (hasta ahora cubierto por José Antonio Moreno) queda vacante a la espera de que Mercedes Araújo, actual secretaria general adjunta para asuntos administrativos, sea designada oficialmente como su sustituta.
El nuevo equipo de Galindo
La llegada del hombre designado por Armengol ha "enrarecido" el ambiente, ya no sólo por las dudas sobre su designación para el puesto, sino también por sus decisiones al frente de la Secretaría General. "Hay cambios y nombramientos que está haciendo el secretario general con los que algunos [en referencia al ya exinterventor] no están conformes porque esperaban otros movimientos", matizan fuentes de presidencia del Congreso.
Si seguimos el organigrama que encabeza Galindo, inmediatamente por debajo de las secretarias generales, se sitúan varias direcciones; aquí es donde se han producido una serie de ceses y dimisiones que han cambiado "visiblemente" la estructura organizativa. Según fuentes parlamentarias, la salida de Blanca Hernández al frente de la Dirección de Comisiones ha dejado una silla vacía que espera ocuparse con un nuevo nombramiento.
En el caso de la Dirección de Recursos Humanos y Gobierno Interior, las fuentes consultadas detallan que las bajas no sólo han llegado como un cambio estructural, sino por las mismas razones que la salida de Peña y Moreno.
El puesto de letrado mayor se considera un cargo neutral
Durante décadas, se han producido numerosos cambios en las filas que componen el organigrama funcionarial de las Cortes Generales. Tanto en el Congreso como en el Senado, "tradicionalmente" los cambios han venido designados por diversas causas, pero rara vez tras la llegada a la Moncloa de un nuevo equipo de Gobierno.
Los funcionarios que trabajan en las Cortes se ven envueltos en un ambiente "muy politizado", pero aun así "existe una tradición, una regla no escrita" que atañe directamente al letrado mayor. Según explican fuentes parlamentarias, el nombramiento del secretario general siempre ha contado con el respaldo de todos los grupos que componen la Cámara Baja y se ha convertido en una ficha inamovible del tablero, independientemente de quién se siente al frente del Consejo de Ministros.
La llegada de Fernando Galindo ha provocado cierto malestar en los pasillos del Congreso, al ser considerado por muchos como "el primer caso en el que se ejecuta para este puesto un nombramiento político". Su pasado como parte del Gobierno de Pedro Sánchez genera desconfianza entre aquellos que llevan décadas conformando la Secretaría General del Estado.
Las fuentes consultadas señalan esta cascada de salidas como un "mal síntoma" del liderazgo de Galindo, que recorre boca a boca los despachos del Congreso. Por el momento, no se descartan nuevas renuncias en el seno de las Cortes, ya sea por voluntad propia o por designación directa del letrado mayor.
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A éste iletrado Mayor le veremos en chirona o en el paro. Percebe colaboracionista del golpe de Estado. Que se vaya aflojando la corbata.
Otro señorito, nieto de franquista ilustre -José Antonio Elola-Olaso-, al que se puede aplicar el viejo chiste:
- Oiga, en su familia son unos veletas.
- ¿Por qué lo dice?
- Pues porque su abuelo fue franquista y usted está con el PSOE.
- Lo último es verdad, pero lo primero no. De veletas, nada: ¡siempre hemos estado con los que mandan!
El sátrapa ha convertido a España en un país bananero.
Este señorín no ha entrado con un dedazo, ha entrado con un puño en alto, la indecencia cubre como un manto al Parlamento Español donde el Psoe hace lo que le da la gana, esto es una vergüenza inasumible. ELECCIONE GENERALES YA
Para implantar LA DICTADURA lo primero es CONTROLAR a los jueces.
Poco a poco, partido a partido.
Las dictaduras modernas no son como las antiguas, nada de golpes o tanques, con impedir la alternancia de partidos es suficiente.
La colonización de las Cortes por el partido sanchista prosigue.
Poco a poco se va dando el golpe. Despacio, pero se da.
En unos años podemos tener a Sánchez de franquito. Eso sí, al estilo bolivariano
Todos como lobos a por el plato de lentejas.¡Qué asco!
¡Que lindo Galindo¡ ha entrado como un Comisario Político a hacer lo que le de la gana a Sánchez y ha armado una revolución, ya que hay personas que no están dispuestas a dejarse anular por este pipiolo que debe tener muy poco tacto, muy poca categoría, y una obediencia perruna al amo.
Marcharse y dejar el camino libre no creo que sea lo mejor. No solo se es responsable de lo que se hace, si no de lo que no se hace, de lo que no se defiende y de lo que se calla. Hay situaciones en las que rendirse no es una opción.
Cuando se tenga que desmontar el Sanchismo, habrá que sustituir a los Tezanillos.
Nada extraño en españazuela. Disfrutemos de los contenedores, que pronto llegará, mientras ellos gozan de su situación de sátrapas y apesebrados al régimen sanchista