Política

Illa pagó 47 millones de dólares por monos desechables a una empresa china que ya timó con unas 'mascarillas fake'

El Ministerio de Sanidad pagó cada mono desechable a 15,7 dólares (adquirió 3 millones en total) a Hangzhou Ruining Trading, que se encontraba fuera de la lista de proveedores recomendados por el Gobierno de China

El primer secretario del PSC, Salvador Illa
El primer secretario del PSC, Salvador Illa / Europa Press.

La pandemia de coronavirus hizo ricos a muchos de la noche a la mañana. El Ministerio de Sanidad de Salvador Illa contribuyó en gran medida a ello. Asignó contratos a dedo a empresas con ninguna vinculación al mundo sanitario, a veces sin empleados o con un capital social de 3.000 euros, e hizo caso omiso de las recomendaciones del Gobierno de China, quien facilitó al Ejecutivo de Pedro Sánchez una lista de proveedores fiables. En esta lista no se encontraba -como ha podido confirmar en exclusiva Vozpópuli- Hangzhou Ruining Trading, una empresa china dedicada al sector textil que se embolsó 31 millones por el envío de un lote que contenía 2,1 millones de mascarillas fake y a la que Illa adjudicó otro contrato por 47 millones de dólares para adquirir 3 millones de monos desechables.

Este último contrato recibió menos atención en 2020, pues el escándalo de las mascarillas fake de la marca Garry Galaxy importados por Hangzhou ocupó buena parte de la atención mediática. El 20 de marzo, el Ministerio de Sanidad firmó el polémico contrato de las mascarillas FFP2 con Hangzhou, y solo 8 días después le asignó el contrato de los 3 millones de monos desechables por 47 millones de dólares (41,5 millones de euros al cambio de entonces, como se especifica en los pliegos del contrato). Cada mono desechable costó la nada desdeñable cifra de 15,7 dólares.

En la querella de Vox, donde se incluye esta contratación, se apunta que en el momento de la adjudicación, Hangzhou Ruining Trading carecía de "identificación fiscal, forma societaria, nacionalidad, domicilio, u objeto social conocido".

Pese a la escasa fiabilidad de esta empresa, Sanidad adelantó un pago de 12.246.000 dólares. La única justificación del Ministerio de Illa en el acta de resolución no tiene desperdicio: "Se entiende que la empresa indicada responderá a la situación de emergencia de salud pública de forma adecuada y con la premura que dicha situación requiere y, por ello, ha sido seleccionada".

En este caso no se especificó nada sobre el transporte, algo que sí se hizo en el contrato de las 'mascarillas fake'. En tal ocasión, la logística corrió a cargo de Inditex (Amancio Ortega), como ocurriera también con múltiples contratos de Illa, como el de 260 millones con FCS Select Products, la empresa de artículos de marketing de bebidas alcohólicas en la que se confió para traer mascarillas en la peor parte de la pandemia.

Sobrecostes por desoír al Gobierno chino

Pagar cerca de 16 dólares por un mono desechable es un precio desorbitado. No fue la primera vez que el Gobierno de Illa pagó más de la cuenta por no hacer caso al Gobierno chino. Sanidad pagó más de 10 millones de euros por 500.000 batas desechables a la empresa china Weihei Textile Group, que tampoco estaba recomendada por el Gobierno chino. Es un precio 50 veces superior al que se podía conseguir entonces en el mercado por el mismo producto. Compañías españolas las ofrecían entonces a 2 céntimos la unidad. Este expediente de contratación se encuentra en manos de la Fiscalía Europea, donde fue remitido desde Anticorrupción.

El Gobierno también terminó confiando en Shenzhen Bioeasy Biotechnology para comprar test covid que resultaron ser defectuosos. "El Ministerio de Comercio de China ofreció a España una lista de proveedores clasificados, en la cual Shenzhen Bioeasy Biotechnology no estaba incluida", manifestó públicamente la Embajada de China en su cuenta de Twitter.

Otro ejemplo de sobrecoste -y mala gestión- son las mascarillas quirúrgicas que Illa pagó a un despacho de abogados en Chipre por 13 millones de euros (70 céntimos la unidad), un 3.500% más caras que las que ofrecían empresas nacionales como Suministros Hospitalarios, que las vendían a 2 céntimos y con el transporte más barato. Suma y sigue en la lista interminable de contratos sospechosos del Ministerio de Sanidad de Salvador Illa.

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