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Política

Malestar en Cs con Rivera por imponer sin debate el último giro de Sánchez

Albert Rivera el día que anunció su giro con Sánchez.

Varios dirigentes de Ciudadanos, algunos en el núcleo duro de Albert Rivera, se han quejado la última semana en privado por el hecho de que se les haya impuesto el último giro estratégico del partido con Pedro Sánchez sin debate interno ni una votación de por medio, según supo Vozpópuli de fuentes de la formación naranja.

El malestar se ha extendido tanto entre miembros del Comité Permanente, formado por 16 personas y que se reúne todos los lunes con Rivera para analizar la situación política; como entre miembros del Comité Ejecutivo, el órgano de 50 personas que se suele convocar una vez al mes para debatir la estrategia del partido y que adopta las decisiones más relevantes de la formación centrista.

Por ejemplo, la última reunión del Comité Ejecutivo fue el lunes 30 de septiembre y sirvió para aprobar las listas electorales del 10-N y la presentación de una moción de censura contra Quim Torra. Todo ello por unanimidad y entre aplausos de los presentes, algunos de los cuales se estrenaban en este tipo de reuniones ya que en julio fueron elegidos por Rivera para ampliar la llamada Ejecutiva nacional y cerrar así la crisis interna en la que se hallaba Cs tras las dimisiones de Toni Roldán, Javier Nart, Francisco de la Torre y Xavier Pericay.

Un mensaje "por sorpresa"

Precisamente, esa reunión del Comité Ejecutivo es el origen de las críticas de varios dirigentes naranjas ya que en ella no se mencionó ni se insinuó el cambio que iba a imponer Rivera unos días más tarde. En este sentido, el jueves 3 de octubre recibieron por "sorpresa" un mensaje en sus móviles en el que se les pedía su presencia en un mitin en Madrid para el sábado 5, al mediodía.

Varios de las personas que recibieron esa convocatoria tuvieron dificultades para encontrar unos billetes de avión o tren que les llevase a la capital en menos de 48 horas, según las citadas fuentes. Pero no se quedaron ahí las sorpresas. A última hora de la tarde del viernes les llegó un nuevo mensaje, en el que se les adelantaba que Rivera haría al día siguiente un importante anuncio y se les pedía que estuvieran una hora antes en el lugar del mitin.

La noticia de que algo gordo se cocía fue filtrada a personas ajenas a la dirección de Cs. Uno de ellos fue Juan Carlos Bermejo -rival de Rivera en las primarias del partido de hace dos años-, lo que indica que hubo fugas de información desde la cúpula del partido.

En la mañana del sábado, esos dirigentes convocados a toda urgencia dos días antes fueron conducidos a una sala adyacente al lugar del mitin y allí los jefes del equipo de campaña, José Manuel Villegas y Fernando de Páramo, les comunicaron el giro que iba a anunciar Rivera una hora más tarde con el levantamiento del veto para negociar con el PSOE, al que se hizo un oferta de diez puntos de cara al 10-N.

Tras ello, varios de los presentes tomaron la palabra para aplaudir el cambio de estrategia o aclarar dudas con Villegas y Páramo. Por ejemplo, se preguntó por qué ya no aparecía el cambio de gobierno en Navarra o la preparación de un 155 para Cataluña en el nuevo decálogo de Rivera y la respuesta es que siguen siendo líneas rojas para Cs a la hora de aceptar un pacto con PP y PSOE tras el 10-N.

Después de un intercambio de pareceres, se dio por concluida la reunión sin que hubiese ninguna votación -no era posible porque la cita era de carácter informal- y todos ellos fueron llevados al auditorio, en el que Rivera apareció unos minutos más tarde para dar el pistoletazo de salida de la campaña naranja con su lema macronista de 'España en marcha'.

Las votaciones de febrero y junio

Los dirigentes que lamentan la imposición de Rivera han hablado entre ellos estos últimos días y coinciden en que este giro debía haber sido debatido y votado en alguno de los órganos del partido, una vez que la posición tan monolítica con el 'no es no' a Sánchez se defendió durante meses a machamartillo debido a las dos votaciones que hubo en febrero y junio -justo el día de la dimisión de Toni Roldán- en las reuniones del Comité Ejecutivo.

Además, aseguran no entender que se hurte dicho debate ante la certeza de que hubiera sido bien recibido, como así fue, por ser un regreso al "puro centro" en el que se vuelve a tender la mano tanto al PP como al PSOE. Es más, las citadas fuentes creen que una votación de este tipo se hubiera saldado con un voto por unanimidad en el Comité Permanente o el Comité Ejecutivo ante "el alivio por volver a ser bisagra a un lado y al otro".

Fuentes de la dirección de Cs justifican a este medio el secretismo en torno al anuncio de Rivera, ante el deseo del equipo de campaña de evitar filtraciones que desluciesen el primer acto político del candidato naranja a la Presidencia del Gobierno.

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