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Política

El 'manual de resistencia' de Armengol en pandemia: saltarse el confinamiento y multar a otros por lo mismo

Armengol estuvo de copas en un bar de la Palma a las 2 de la madrugada y no dimitió pese a saltarse sus propias normas, con las que luego puso una multa millonaria a 114 jóvenes por hacer fiesta en un piso turístico

La presidenta del Congreso, Francina Armengol
La presidenta del Congreso, Francina Armengol / Europa Press.

Titubeante, reiterativa, trabada... La rueda de prensa de Francina Armengol, tercera autoridad del Estado como presidenta del Congreso de los Diputados, no pasará a la Historia por su retórica ciceroniana. Quizá sí lo haga por ser la enésima muestra de un 'manual de resistencia' que la expresidenta balear conoce bien de su anterior etapa vital. El 7 de octubre de 2020, Francina Armengol fue cazada saltándose las normas de confinamiento impuestas por su propio Ejecutivo disfrutando de unas copas con amigos en el Hat Bar a las 2:10 de la madrugada.

La normativa que ella misma impulsó imponía el toque de queda a la 1 de la madrugada. Pocos días antes, Armengol había anunciado la reducción de reuniones sociales y familiares hasta 6 personas. En su discurso en el Parlamento balear defendió la necesidad de hacer "sacrificios" que "nos alejan de nuestros seres queridos". Tales "sacrificios" eran necesarios para "bajar la curva" de contagios.

El expresidente balear y actual eurodiputado de Ciudadanos, José Ramón Bauzá, sentenció entonces: "No es doble moral, es ausencia de ella". Francina Armengol demostró una vez que más que había normas para los políticos y normas para el resto de la ciudadanía cuando decidió convertir en un restaurante el salón de plenos del Ayuntamiento de Ibiza, cuando bares y restaurante sólo podían abrir parcialmente sus terrazas, sin sentar a más de cuatro personas por mesa y ante la prohibición de reunir a más de dos núcleos de convivencia.

Francina Armengol no solo no dimitió por aquellos hechos, sino que aplicó las normas que ella misma se saltó para multar con 6,8 millones de euros a los 114 jóvenes que montaron una fiesta en una vivienda turística.

Hoy, Francina Armengol, salpicada por la trama Koldo por la compra de mascarillas defectuosas al proveedor de confianza de la mano derecha de José Luis Ábalos, ha defendido en la sede de la soberanía su ética política.

"Una cosa muy clara: yo soy consciente de la enorme responsabilidad que tengo al haber asumido la presidencia del Congreso de los Diputados... Cuna de la democracia por excelencia. Nos debemos todos y todas a ese máximo respeto... He intentando, intento e intentaré mantener un nivel adecuado para representar adecuadamente a la ciudadanía".

Lo ha intentado, lo intenta y lo intentará, afirma Armengol. Como publica Vozpópuli, el propio Gobierno balear de Francina Armengol desmintió en un informe la versión de la actual presidenta del Congreso sobre cómo se contrató a la empresa vinculada a la 'trama Koldo'. Según un escrito, al que ha tenido acceso este periódico, la empresa Soluciones de Gestión fue la que contactó directamente con el Ejecutivo de Baleares para ofrecer sus servicios. No hubo intermediación del Ministerio de Transportes tal como ha explicado en los últimos días Armengol.

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