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Un periodista, la mano derecha de Putin y un empresario enlace: la red rusa que apoyó a Puigdemont

Las centenares de conversaciones que recoge el sumario Voloh evidencian como durante 2020 la mano derecha de Alay buscó "oxígeno" de Moscú y fraguó encuentros con los hombres de Putin

El sumario de Tsunami desvela los vínculos de algunos imputados con la Rusia de Putin para conseguir financiación

Las horas de conversaciones que mantuvo la mano derecha de Carles Puigdemont, Josep Lluís Alay, entre los meses de julio y septiembre sobre los planes de desconexión de Cataluña se han convertido en una prueba de calado para continuar tirando del hilo en el caso Voloh. Tanto es así que las referencias a los contactos con un periodista y un empresario ruso además de uno de los hombres fuertes de Putin evidencian "de manera inequívoca" los contactos del independentismo con el Kremlin.

El instructor del caso, Joaquín Aguirre, decidía hace unos días prorrogar medio año más las diligencias a tenor de todas las pruebas recabadas hasta el momento. Entre las evidencias que a su juicio acotan estos lazos destacan las actuaciones de Víctor Terradellas siendo Puigdemont todavía presidente, las alusiones al manejo de criptomonedas de cara a una futura república catalana, la testifical en sede judicial de Elsa Artadi, y el teléfono de Josep Lluís Alay.

Este último se ha convertido en una pieza clave en todo el asunto catalán. Imputado en el caso Voloh y también en Tsunami Democràtic, el jefe de la oficina del expresidente catalán conocía al milímetro todos los movimientos del líder de Junts. Redactaba sus notas, le daba el visto a cualquier publicación en redes sociales y manejaba los contactos internacionales con futuribles socios.

"Si apostamos a Kremlin hagámoslo de verdad"

Así se desprende de todas las conversaciones incautadas por la Policía Judicial en su teléfono móvil que obran en el sumario al que ha tenido acceso Vozpópuli. Los agentes transcriben horas y horas de mensajes -intercambiados todos ellos entre los meses de julio y septiembre de 2020- en los que se percibe la estrategia de acercamiento al Kremlin a través de varias figuras clave.

"Si apostamos en público a Kremlin, hagámoslo de verdad", comenta Alay en una conversación con su abogado Gonzalo Boye. El letrado, que también lleva la defensa de Carles Puigdemont, es uno de sus principales interlocutores y con él despacha asuntos de tinte político, aunque predominan las conversaciones cliente-abogado.

El entorno de Puigdemont califica la conexión rusa de "historias de fantasmas"
El director de la Oficina de Carles Puigdemont, Josep Lluís Alay (primero por la izquierda). EP.

En dichas conversaciones, la mano derecha de Puigdemont se muestra especialmente interesado en la figura de Alekséi Navalny, dirigente de la oposición rusa que fue envenenado en agosto de aquel 2020. "Hay un triángulo ahora clave Belarus (Bielorrusia)-Snowden-Nalvany. Y no podemos equivocarnos en ninguno de estos vértices", dice.

Al respecto insiste en que Puigdemont no puede publicar ningún tuit de apoyo a este opositor de Putin. "Le he hecho la reflexión que el momento en Moscú es muy complicado con ese endemoniado triángulo para Putin (...). Espero que comprenda la situación", añade en las conversaciones producidas en agosto de 2020.

Precisamente, una de las mayores preocupaciones que manifiesta el jefe de la Oficina de Puigdemont es la de tender puentes con el Kremlin en un momento en que Puigdemont y los suyos trataban de impulsar el Consell de la República.

Un periodista y un diputado pro Putin

Por eso se apoyó en tres personas clave, siendo una de ellas un periodista ruso que le escribía artículos para publicar en medios catalanes. "Hoy sacaremos este artículo en El Punt Avui que he, digamos, supervisado. Así compensamos una mala semana", escribió a su interlocutor en conversación el 23 de septiembre.

De hecho, las alusiones a este periodista, de nombre, Aleksei Chesnokov, son constantes a lo largo de esta parte del sumario. Así, por ejemplo, ya en octubre, desvela que su contacto había entrado a trabajar en el canal ruso de Telegram Nezygar, un cambio que valoran positivamente ante la repercusión del medio.

"Tiene 350.000 suscriptores. Es el mayor de Rusia. Me propone publicar una entrevista de 4 preguntas al president Puigdemont", dice Alay. En su conversación explica que va a pactar las preguntas y que va a intentar excluir de la entrevista todo el asunto relativo al envenenamiento al opositor ruso y también las sanciones a Rusia.

La segunda persona que jugó un papel clave para el entorno de Puigdemont fue Eugeni Primakov. Se trata de un exmiembro del Comité de Asuntos Internacionales de la Duma Estatal y persona especialmente cercana a Putin. De hecho Alay lo presenta como: "Mano derecha de Putin en el Kremlin para relaciones internacionales".

"Necesitábamos oxígeno con Moscú"

Alay explica a su interlocutor que hacía apenas unos meses le habían nombrado nuevo director de la Agencia Federal para los Asuntos de Colaboración con la Comunidad de Estados Independientes (Rossotrudnichestvo). "Algunos dicen que tiene más poder que el ministro de Asuntos Exteriores", dice, al tiempo que se felicita de este contacto directo con el Kremlin: "Necesitábamos oxígeno con Moscú".

Al hilo traslada también su intención de viajar a Rusia en cuanto hubiera vuelos; un extremo que el juez del caso Voloh considera más que acreditado en estos años de instrucción. De hecho, en su último auto asegura que los chats de Terradellas "confirman los viajes a Moscú para tratar con altos cargos del Kremlin". Se trató de encuentros en los que también se reunieron con "los más altos capos de la mafia rusa".

La implicación de Puigdemont

Finalmente, la tercera persona clave en este asunto fue Alexander Dimitrenko. El empresario ruso, también protagonista de estos chats por su papel de enlace con el Kremlin, irrumpió en esta pieza segunda de la causa, tras conocerse su negocio de petróleo con la mano derecha de Puigdemont.

Este juzgado catalán investigó esta transacción ante la sospecha de que se ocultara un envío de dinero irregular, si bien las pesquisas terminaron archivadas ante la ausencia de "indicios sólidos". Se trató de una operación de compraventa de petróleo entre una empresa rusa y china en la que participaron Dimitrenko y Alay.

La prueba de que hubo una transacción se encuentra también en el teléfono de este último. El 20 de julio de 2020 Dimitrenko le escribió: "José, no me vas a creer. Han llegado los 295.000 dólares a Rusia. El pago de garantía está efectuado", dijo y añadió: "Felicidades a todos nosotros. Primer gran paso hecho".

El magistrado ordenó investigar este asunto ante la sospecha de que Puigdemont pudiera tener algo que ver y la evidencia de que Alay no tiene experiencia alguna en este sector, pero finalmente se archivó. Con todo, en su último auto el juez recuerda que estas conversaciones concretas son determinantes para seguir acotando los vínculos de Puigdemont con Putin.

De hecho, esta resolución ha dado pie a que el Parlamento Europeo haya solicitado a la Justicia española que ponga el foco en estos nexos y que los investigue detenidamente. La resolución salió adelante por amplia mayoría, incluidos los votos del PSOE, y ante una "preocupación extrema" de la injerencia rusa en la deriva separatista de Cataluña.

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  • V
    vozberti

    Parole, parole parole ........ Un tuti fruti