Quantcast

España

Pedro Sánchez ‘compró’ voluntades de socialistas históricos antes del 23-J

Las recientes advertencias de Felipe González y Alfonso Guerra sobre la corrosión de las instituciones no sorprenden pero dejan en  posición embarazosa a políticos que mostraron sentido de estado y respeto institucional como Solana, Maravall, Almunia, Solchaga o Bono

González y Guerra refiriéndose a la amnistía durante sus entrevistas en Onda Cero y la Cope
González y Guerra refiriéndose a la amnistía durante sus entrevistas en Onda Cero y la Cope

“Yo no sé si la amnistía es constitucional o no, pues para eso está el Tribunal Constitucional”. “El tiempo de la transición política ha pasado, aunque a algunos les cueste metabolizarlo”. Son dos citas de escasa consistencia que pertenecen a dos veteranos de la izquierda y del PSOE clásicos, Nicolás Sartorius y Rafael Escuredo, ambos en desacuerdo con el rechazo de Felipe González y Alfonso Guerra a la amnistía exigida por Puigdemont. Otros miembros señeros del PSOE, Jordi Sevilla y Ramón Jáuregui, se han pronunciado en sentido distinto. “Oído Puigdemont, pido elecciones. Y ahí lo dejo”. “La amnistía supone una legalización encubierta de actos contra el Estado”, han manifestado uno y otro con la peculiaridad de que lo han hecho dos meses después de que firmaran pidiendo el voto para el aún inquilino de la Moncloa. Las contradicciones que afloran en el PSOE a cuenta de la factura a pagar por su candidato para conseguir la investidura, parecen una ruta circular que se acerca o se aleja del sanchismo. 

El pasado 18 de julio, días antes de las elecciones, 39 exministros de gobiernos de González y de Zapatero hicieron público un documento sin fecha ni identificación de origen que, bajo el título MANIFIESTO VOTAR AL PSOE, se presentaba como expresión pública “de nuestro apoyo al PSOE y a su candidato a presidente del gobierno, Pedro Sánchez”, justificándolo así: “Porque defendemos una España unida y diversa. Con la Constitución y el diálogo como el mejor método para convivir pacíficamente” y “porque el Partido Socialista es el partido central de España, capaz de gobernar para la mayoría social”. Más que el contenido del documento, que alcanzó escaso eco, destacaban las firmas de relevantes socialdemócratas de la Transición, de aquello que se dio en llamar felipismo.

Que personas como Javier Solana, Carlos Solchaga, Joaquín Almunia, Narcís Serra, José Bono o Luis Carlos Croissier mostraran pública adhesión al creador de una forma de gobernar llamada sanchismo, no era previsible. Pero que semanas más tarde algunos de los 39 firmantes, como Jordi Sevilla o Ramón Jáuregui, hayan entonado un “no es eso” ante las cesiones del aspirante a mantenerse en la Moncloa, como si fuera algo impropio del presidente en funciones, redobla la paradoja, sugiriendo esa imagen de las puertas giratorias de la socialdemocracia al sanchismo y viceversa. O lo que el analista Ignacio Varela ha definido como “singularísima capacidad del PSOE de retener fidelidades movidas por una férrea, casi desesperada adhesión emocional a la razón social o por una concepción eclesiástica del partido y de la política”.

Las recientes advertencias de Felipe González y Alfonso Guerra sobre la corrosión de las instituciones no sorprenden, pero dejan en posición embarazosa a políticos que mostraron sentido de estado y respeto institucional como los citados Solana, Maravall, Almunia, Solchaga o Bono. La petición de voto que rubricaron en julio pasado no fue una iniciativa espontánea, pues hubo operaciones semejantes organizadas desde la dirección del partido en Andalucía, Galicia, Extremadura, Aragón, Asturias…, siempre con veteranos socialistas encabezando las adhesiones. En el caso de Jordi Sevilla, que ahora se desengancha de la estrategia del presidente en funciones Sánchez, hace un par de meses, además de apoyarlo públicamente escribió refiriéndose a las “elecciones reconstituyentes” del 23J: “Es ya urgente que revisitemos el gran pacto nacional que suscribimos los españoles mediante la Constitución de 1978 (…) hasta que no lo hagamos, no superaremos la crisis de convivencia en que estamos desde hace, al menos, una década”.

Del interés de Ferraz, y sobre todo de Moncloa, en reunir apoyos numerosos y de gente sobresaliente, da idea que al final del documento de los exministros aparece la siguiente apostilla: “Los ex ministros y ex ministras que figuran a continuación desean aclarar que no suscriben este manifiesto en atención a la neutralidad política que requiere la responsabilidad institucional o profesional que actualmente desempeñan: Bibiana Aído Almagro, Mª Teresa Fernández de la Vega, Trinidad Jiménez García-Herrera, Fernando Ledesma Bartret, Miguel Ángel Moratinos Cuyaubé, Leire Pajín Iraola”. Se deduce que esas personas, tres de ellas vocales del Consejo de Estado, se disculpan por no poder firmar aquello con lo que se identifican.

Hubo otra proclama en la misma línea, urdida desde la Moncloa, que obtuvo una buena cosecha de gobernantes extranjeros. Titulada sin disimulo “Manifiesto en apoyo de Pedro Sánchez”, dos presidentes, seis primeros ministros y numerosos ex primeros ministros y otras personalidades como Jeffrey Sachs, respaldaron esa candidatura para el 23J. No fue ajena a la generosa respuesta a ese manifiesto el hecho de que la casi totalidad de los firmantes estén encuadrados en la Internacional Socialista que preside desde 2022 el secretario general del PSOE. 

Todas esas circunstancias y singularidades sobre cómo procuró el presidente en funciones tener controlados desde julio a posibles disidentes prestigiosos de su partido antes de saber si sería candidato a la investidura y en qué condiciones, contextualizan lo que ahora ocurre ante la acogida amable por parte de Sánchez a los planteamientos secesionistas de Iñigo Urkullu y de Carles Puigdemont y los mensajes de alarma desde posiciones constitucionalistas, no solo de González, Guerra o Virgilio Zapatero.

Socialistas veteranos con Sánchez, frente a González y Guerra
Socialistas veteranos con Sánchez, frente a González y Guerra

“El PSOE debe avergonzarse de lo que hizo en 2017, pero debe defender orgullosamente la ley de amnistía”, avisaba el 20 de agosto el catedrático Pérez Royo, muy cercano a los nacionalismos, conocedor de cómo se preparaba una investidura del candidato ahora en funciones. Con el precalentamiento de ese y otros artículos de diferentes autores, destacando los de Ignacio Sánchez Cuenca y Josep Ramoneda, más los agitadores tuiteros en hilo con Moncloa y Ferraz, como el diputado y ex alcalde de Valladolid Óscar Puente, no es de extrañar que en cuanto Felipe González abriera la boca recibiría respuesta. Tratándose de cuestiones de gran envergadura como la constitucionalidad de una amnistía o la desigualdad entre territorios, llama la atención que el expresidente o Alfonso Guerra reciban casi siempre argumentos ad hominem.

Ha abierto fuego Gerardo Pisarello (Sumar), secretario primero del Congreso, diputado de confianza de Yolanda Díaz y Ada Colau, falseando la realidad al decir que el expresidente González “batió records” de indultos a militares golpistas. Y desde las filas sanchistas el primer paso lo ha dado Rafael Escuredo, compañero de fatigas del primer Felipe al que, sin citarlo, lo da por amortizado: “Lamento no coincidir con quienes fueron mis referentes políticos”, apuntándose a quienes proponen “nuevas soluciones políticas a los viejos problemas de España”. Se da la circunstancia de que Escuredo fue uno de los primeros en poner su nombre en otra petición de apoyo a la candidatura sanchista lanzada por el PSA en julio pasado. Ha acompañado a Escuredo en su diatriba, en este caso contra Guerra, la ex presidenta del PSOE andaluz Amparo Rubiales, dedicándole un tuit donde se muestra escandalizada ante eso de que “la amnistía es la condena de la Transición”.

Fuera de los muros del partido gubernamental, por el lado académico el debate sobre una amnistía y una redefinición territorial del estado se mantiene desigualmente, destacando por claridad argumental y solvencia de sus autores los análisis de catedráticos como Manuel Aragón, Francesc de Carreras, Teresa Freixes y el muy matizado del ex ministro Tomás de la Quadra, respecto a los que emiten los también catedráticos Javier Pérez Royo, Ignacio Sánchez Cuenca, Ramón Soriano o Albert Noguera encontrando acomodo legal a los planteamientos de los secesionistas catalanes y vascos, ya que, de acuerdo con la pauta marcada por el diario ‘El País’, la concesión de una amnistía “exige una explicación cabal y completa de sus causas”, pues la exclusión del referéndum por Puigdemont como condición previa “es una noticia favorable al entendimiento”. 

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.

  • D
    DJUNQUERA

    La historia nos ha demostrado muchas veces de qué pie cojean los líderes socialistas.
    Hoy, también... (y aunque la mona se vista de seda, mona se queda)

  • G
    Genji

    Cada uno de los nombres que aparecen en el artículo merecerían uno propio. ¿Cómo llegó a colocarse la ex ministra Bibiana Aido Almagro en ONU Mujeres? Pues gracias a los millones de euros que el ínclito Zapatero fue donando al organismo de Michelle Bachelet. Hasta tal punto fue generoso, con nuestro dinero, que España fue el primer donante.

  • C
    Chorrinchu chorrinchu

    Del PSOE historico poco se.puede esperar como potenciador de la razón de estado válida. Del PP poco más , porque entre otras razones en ambos casos funcionaron y funcionan las subvenciones y puertas giratorias en ambos sentidos. Entre otras causas por una ley electoral encorsetada a sus medidas e intereses colectivos y particulares. Atados con una disciplina ferrea sus afiliados y mandos, cuyo paradigma es "o conmigo o contra ti". El País está así supeditado al vaivén de turno y sus ciudadanos rehenes de sus ideologías partidistas, sin proyección ni actitudes críticas de conseguir la excelencia del Bien Común del pueblo que falsamente predican. Lo mismo da si gobiernan que si se oponen el objetivo, dolo cuentan ellos y los suyos, nunca los demás. Y esto ocurrió ayer, sigue ocurriendo hoy y posiblemente seguira ocurriendo mañana con nuestros entusiastas votos. Los versos sueltos tipo Unamuno, el filósofo vizcaíno y español por poner un ejemplo clásico, sobran : "vencereis pero no convencereis". Las tragalas se dosificaran una por una al pueblo comprando voluntades débiles y acomodaticias,. El PSOE actual reformado o sanchista y el PSOE viejo centenario de dinosaurios, lo saben bien y nunca dejarán que ninguna voz ajena y mucho menos suya, cuestione sus paradigmas ideológicos manipuladores del verdadero ideal altruista social incumplido de sus arcaicas revoluciones. Todo y todos tenemos un precio y ahora mismo en una coyuntura de bloqueo y deterioro institucional, con peligro de deslizamiento del estado de derecho hacia una claudicacion de valores principios pactados y transitados, derechos colectivos civicos y constitucionales, nadie se atreverá a poner el cascabel al gato y buscar o transitar, por una vez o por la unica segunda vez, un Gobierno de Concentración, que ponga las bases de un consenso para reformar, si es necesario, una reforma territorial o de forma de Estado o de lo que haga falta cambiar, sin chantajes de minorías independientes, que no están por la labor de conciliar sus intereses legítimos de independencia política con los generales del Estado del Bien común. Y por ahí deberían comenzar las críticas a unos y otros, dinosaurios o aprendices osados de magos titiriteros de poca monta y largas narices , que embaucan a propios y extraños con progresias de trajes de Armani impostados desde una pana rural y tambores de hojalata. Ahora es el tragala de Amnistia o " Alivio penal", antes fue la despenalizacion de la rebelión y sedición contra el Estado y luego será el "olvido" de la devolución de los cientos de millones de euros de dinero público malversados por unos y otros de los que nunca se sabrá ni se supo. En el interregno y por atajos constitucionales no consensuados por los cauces parlamentarios previstos caben autedetermibacikbes a ka carta lo mismo que 3% apesembrados. Pasándose por el arco del triunfo, cualquier norma de control jurídico, político o judicial que marque la lógica y la razón. Si aún así, eso y más, no tiene ningún costo político o electoral para nadie y cada quien participa en las redes clientelares de uno y otro bloque de derecha e izquierda, las alianzas con los extremos radicales de cada bloque de izquierda y derecha está servido. Porque si el fascismo sabemos lo que es, también sabemos lo que es el comunismo. Y tanto monta monta tanto, mientras el centro esté bien atado, fichado, fiscalizado y drenado, desde sus emprendedores y autónomos, profesiones liberales, funcionarios, empleados y obreros precarios, profesores, sanitarios, pequeños empresarios, mujeres trabajadoras liberadas, amas de casa conscientes de sus deberes y derechos, militares profesionales, policías honestos, transportistas, pilotos, agricultores, ganaderos de la España variada, emigrantes con doble nacionalidad y sin ella, artistas, comerciantes y pequeños o medianos empresarios de reducidas plantillas ahogados por una burocracia limitadora. Porque Hacienda somos todos pero mientras unos o unas, derrochan con viajes en jet privados o públicos y hacen visitas intempestivas públicas a prófugo de la justicia con selfies patéticos de gestos estéticos de sumisión institucional . Otros y otras, malversan capitales públicos para sus fines, tras morder la mano del pagano que se los prestó y encima exigiendo olvido penal de la deuda y sus intereses. Ese y no otro, es el paisaje que una negociación in extremis para conseguir 7 votos ( monedas de plata) y poder seguir gobernando y continuar haciendo de su capa un sayo socialista de progreso, en pleno siglo XXI digital como si aún fueramos un fotograma del Novecento. Volvamos a votar, quizás si es menester y como mal menor, pero por favor que cesen los cantos de sirena del miedo a los fascismos o comunismo ajados , e invadidos por un populismo de masas twiteras sin fundamento ni memoria crítica. A ver si nos hacemos mayores, con menos ideológicas por unos y otros y más centrados en nuestro honesto quehacer cotidiano, la compra diaria del pan, la atención de la vivienda habitual como un derecho para todos, el costo de los alimentos, las leyes del mercado justas, la contaminación abusiva, los atracos y la violencia machista y la otra, la buena educación en la excelencia de valores cívicos y profesionales, leyes y asociaciones laborales justas y rentables, fiscalización adecuada de empresas y servicios, imposición controlada y control exhaustivo de gastos públicos por organismos independientes. Y todo ello pendiente de una subasta por 7 monedas de ochavo, ante una emergencia de bloqueo institucional y de convivencia constitucional. De hecho y derecho se debería imponer una decisión colegiada política de consenso y concentración entre líderes osados y valientes conscientes de valores y principios distintos, que busquen una salida para todos y no sólo para sus afines. Esperemos ese milagro de los dioses. Y preparemosnos por si acaso para lo siguiente : votar sin criterio para seguir con un cambio impostado de siglas para cambiar que no cambie nada, en beneficio de los de siempre, los oportunistas prestidigitadores de lo verdadero y de lo falso de lo ajeno.

    • D
      DJUNQUERA

      Felicitaciones por este comentario lleno de verdades, pero en el que también se echan de menos algunas carencias.

      Fundamentalmente que no parece tener en cuenta al verdadero responsable de toda la situación: los españoles, un pueblo sin autoestima, sin orgullo ni honor, que con una actitud ovina acepta el el núcleo fundamental del sistema actual.

      La base de nuestro sistema es el secuestro del poder por los dirigentes de los partidos, sin mecanismos para que puedan ser vigilados, controlados y, en su caso, revocados de sus cargos durante su mandato.

      Mientras continuemos aceptando que democracia es sinónimo de partitocracia, nosotros seremos los únicos responsables de que nuestro voto solo sirva para legalizar que los partidos hagan lo mismo que quienes antes llamaban tiranos, sátrapas o dictadores.

      No se conseguirá nada pidiéndole a los partidos políticos que, por favor, cambien las normas por otras que les quiten los privilegios de los que disfrutan.
      La única manera será forzándoles a ello.

  • B
    Birmania

    Si apoyaron a Sánchez será porque sacan algo con su apoyo, estos jetas no dan puntada sin hilo.

  • E
    eddo

    T de la Q. Salcedo es un servicial constitucionalista, ponente de la LOAPA creada por el gobierno de González siendo ministro.
    Esta a favor del estado actual de la estructura territorial, que se de a las autonomías con derechos forales e históricos la concepción de nación en sus estatutos, el derecho de autodeterminación si esta regulado por una ley como en Canadá, que el TC no pueda dirimir sobre la inconstitucionalidad de ambos temas

    Carreras también estaba de acuerdo en lo de nación.

  • P
    Perhaps

    Los afiliados, antiguos o nuevos, con cargos o sin ellos, del Partido Sanchista Obligatorio de España, van a obedecer a su Führer siempre, aunque algunos tengan miedo de perder el sillón y digan otra cosa, estilo Page.

  • A
    Arendt

    Que malo es Pedro Sánchez, me han dicho que hacía trampas jugando a las canicas.

    • M
      maullador

      Ojalá sólo hubiera hecho trampas en eso, algo más grave que eso es lo que está haciendo con España.
      Aunque el sectarismo de muchos, les impide ver más allá de la división que entre los españoles está generando.
      Sólo tiene un objetivo, el poder omnímodo sobre todo el estado.

  • N
    neike2121

    Pues en el artículo no aparece esa "compra" por ningún lado. Se le habrá olvidado.