Publicado: 27/08/2021 20:07
Actualizado: 27/08/2021 20:11
Tras más de una semana de evacuaciones llega el momento de hacer balance de la operación. La cúpula militar estudia los resultados obtenidos en Kabul y, sobre la mesa, hay un dato significativo. Los 130 efectivos españoles desplegados han logrado sacar de Afganistán a 1.900 personas en 17 rotaciones de vuelos (Dubai-Kabul-Dubai). Entre el personal figuran 1.671 colaboradores que trabajaron para España y sus familiares, una cifra que dobla las previsiones que manejaba el Gobierno hace apenas unos días, cuando estimaba una horquilla de 800 a 1.000 afganos que evacuaría del país tras haber servido a las misiones militares y diplomáticas españolas.
En los últimos días se modificó en numerosas ocasiones la lista de colaboradores afganos que trabajaron para España y que habían pedido ayuda para salir del país, indican fuentes gubernamentales. El motivo es que, tras incluir a algunos de los familiares más directos -cónyuges o hijos-, los afganos extendieron en posteriores ocasiones sus solicitudes para añadir a más personas con las que guardaban algún tipo de parentesco, cuya integridad también corría riesgo en caso de quedarse en Afganistán.
Así, las estimaciones iniciales se han visto en exceso superadas. El Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), almirante general Teodoro López Calderón, afirmó el pasado sábado en una visita a las instalaciones habilitadas en Torrejón de Ardoz que las listas españolas contemplaban entre 800 y 1.000 nombres. Insistió en que la realidad en Kabul era extremadamente cambiante y que el resultado final podría sufrir severas modificaciones respecto a las previsiones.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, insistió en que “sacaremos a tanta gente como podamos mientras se pueda”. Este viernes se dio por concluido el operativo tras evacuar a todos los militares españoles desplegados en el aeródromo, los veinte policías nacionales y el personal diplomático, amén de 85 afganos que permanecían en el interior del aeródromo. También a cuatro militares portugueses.
Colaboradores atrapados en Kabul
En la misión de evacuación han participado 131 militares españoles. 57 de ellos permanecían en el aeropuerto de Kabul, mientras que otros 16 coordinaban el operativo en Dubai. A ellos habría que sumar a los 36 que conformaban la tripulación de los aviones A400M del Ejército del Aire y 22 sanitarios.
La seguridad del aeródromo se vio seriamente comprometida tras el atentado que se cobró más de 200 víctimas mortales, según los últimos datos ofrecidos por el Pentágono. No fue posible extender la misión hasta el 31 de agosto, fecha límite dada por los talibán para la evacuación. Aún falta por sacar a afganos con los que España se había comprometido, si bien no existen cifras oficiales al respecto. Fuentes de seguridad consultadas por Vozpópuli detallan que se trata de al menos un centenar de familias.
Las mismas fuentes de Gobierno insisten en que se va a trabajar en extraer a todo el personal incluido en las listas. Se habla de una segunda fase de evacuación, aunque no traslucen datos por motivos de seguridad. Lo que parece seguro es que no se basará en una intervención militar y que tendrá que llevarse a cabo bajo coordinación de otros países aliados.
El reparto de los afganos
Mientras, Torrejón de Ardoz se mantiene como centro de acogida temporal para los afganos evacuados por España y por otros países de la Unión Europea. Las instalaciones habilitadas por la Unidad Militar de Emergencia (UME) han acogido a 2.206 personas. El 40% son menores. Hay más hombres (53%) que mujeres (47%). El objetivo es que todos estos afganos se queden en la base aérea el menor tiempo posible y sean reubicados por el sistema de acogida en centros repartidos por toda España. Sólo una menor de 15 años dio positivo por coronavirus, y guarda aislamiento junto a su familia.
A mediodía de este viernes ya se habían repartido 1.108 afganos en distintas comunidades, todos ellos del contingente español y sus familiares: 108 a Andalucía, 100 a Aragón, 32 a Asturias, 3 a Baleares, 42 a Cantabria, 146 a Castilla y León, 61 a Castilla-La Mancha, 136 a Cataluña, 59 a la Comunidad Valenciana, 18 a Extremadura, 36 a Galicia, 18 a La Rioja, 82 a Madrid, 70 a Murcia, 63 a Navarra y 85 a País Vasco. Los 41 restantes se enviaron a varias autonomías, si bien aún no se había grabado su destino. El Gobierno tiene previsto desmontar el campamento en un plazo máximo de una semana.
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