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Madrid

Habla la familia de la víctima de Villaverde: "Nos enteramos por la tele de la muerte de mi padre"

El hijo de José Manuel Romera explica en una entrevista a Vozpópuli cómo era su padre y la tristeza que sufre la familia pocos días después de su muerte al ser embestido por unos ladrones en Villaverde

José Manuel, el vigilante de Metro que murió al ser embestido por un coche robado en Villaverde
José Manuel, el vigilante de Metro que murió al ser embestido por un coche robado en Villaverde

"Han llamado del trabajo, papá no ha llegado". Esas fueron las primeras palabras que escuchó Josema el pasado viernes. Su padre se tenía que dirigir, como cada mañana, a las cocheras del Metro en el Polígono Marconi en Villaverde. A escasos metros de estas instalaciones fue embestido por un coche robado por un grupo de ladrones. Días después de la tragedia, el hijo de José Manuel Romera Esteban relata a Vozpópuli cómo era la figura de su progenitor y su indignación por conocer la muerte de su padre por las noticias y las televisiones.

José Manuel, conocido como 'Romera' por sus compañeros de trabajo, no tuvo una vida fácil. Trabajar, trabajar y trabajar fue su principal vocación. Nació y se crió en Villaverde. Se casó y se trasladó junto a su mujer a la zona de Villaverde Alto. Tuvieron una hija y un hijo. Su principal afición era pasar tiempo con su nieto Hugo de tan solo 7 años. Vivían los cinco en ese domicilio.

Disfrutaba de las tardes libres jugando al parchís o al ajedrez con el niño. "A mi sobri le quería mucho", recuerda su tío Josema. Se encargaba de llevarle al colegio y recogerle cuando podía. "Toda la vida ha sido vigilante, cuando yo era pequeño estaba en bancos y luego pasó al Metro", explica su hijo.

Se dedicaba tanto a la seguridad de los andenes como a evitar que los grafiteros hicieran de las suyas. "Siempre trabajaba lejos de casa, pero a base lustros consiguió, hace menos de un año, le mandasen a Villaverde. Quedaba poco tiempo para que se jubilara", explica Josema.

Toda una vida en Villaverde

El objetivo de Romera era acabar su periodo laboral en este punto donde vigilaba que los grafiteros. Hacía turnos de 12 horas seguidas para sacar adelante a su familia. El fatídico viernes 23 de junio entraba en su puesto a las seis de la mañana.

"A las seis y algo de la mañana llamaron del trabajo a mi madre. Cuando me levanté me dijo: papá no ha llegado y tampoco coge el teléfono", explica su hijo. Una compañera de José Manuel dijo haber visto unas ambulancias, cerca por un accidente en la carretera. "Había una distancia de dos minutos entre nuestra casa y el trabajo", asegura.

El nerviosismo hizo mella en todos los miembros de la familia. La hija, que trabaja en un centro sanitario, llamaba sin cesar al teléfono de su padre. "Se descolgaba la llamada y se escuchaba mucho jaleo pero nadie respondía. Oíamos como un walkie que hablaba de otro accidente de moto. Por todo esto decidimos llamar al 112, a la Policía y a los hospitales", añade.

Lo primero que pensaron es que podría haber sufrido un robo por parte de uno de los drogodependientes del Polígono Marconi de Villaverde. "O un accidente simple en el que estuviera ingresado con un collarín", manifiesta.

Después de varias horas de gestiones y llamadas infructuosas, Josema se encaminaba a conducir hasta el Hospital 12 de Octubre porque no le respondían al teléfono. En ese momento recibió una llamada de su madre, que estaba en la casa de la familia. Volvió corriendo a casa. En todas las televisiones salían las imágenes del accidente de Villaverde. Reconocieron sin género de dudas el coche de su padre. A continuación, llamaron a la Policía: "Mi padre es el que ha sufrido el accidente en Villaverde".

Indignados por las imágenes que vieron

Desde el momento del suceso hasta que les comunicaron de forma oficial la muerte de José Manuel pasaron más de cinco horas mientras la imagen del accidente se viralizaba en todos los medios. "Deberían haber acelerado el protocolo de los psicólogos. Me parece un poco indignante... Los compañeros de trabajo de mi padre reconocieron su coche. La imagen salía en bucle en la televisión", lamenta su hijo.

"Tampoco me parece normal que dos de los ladrones está en libertad y también nos hemos enterado por los medios de comunicación. Nadie nos ha dicho nada", solicita Josema, que critica que "el cadáver de mi padre estuvo toda la mañana cubierto por una sábana grabado por las televisiones". "No tiene sentido, me parece indignante", critica.

Para Josema supone un "trauma" enterarte por la televisión de la muerte de tu padre y ver el coche destrozado. Ahora están intentando seguir con su vida. Este martes la familia acudió al Instituto de Medicina Legal a recoger las pertenencias de Romera. También mantienen encuentros con su abogado para analizar el proceso legal que les viene por delante.

Un ladrón drogado y borracho

El joven que conducía el coche que embistió al de su padre iba drogado y borracho. Robaron el turismo a las puertas de una discoteca de Villaverde. La persecución con la Policía Nacional apenas duró menos de un kilómetro. Este chico, de origen marroquí, ya se encuentra en prisión provisional. Sus dos compinches quedaron en libertad.

El vehículo en su huida se subió a una isleta e invadió el carril contrario colisionando frontalmente con el utilitario del vigilante de Seguridad. Las investigaciones del accidente se están llevando a cabo en la Comisaría Judicial de Tráfico de Policía Municipal. Nada podrá mitigar el dolor que sufre la familia. Ahora queda por afrontar un largo y duro proceso donde lucharán para que se haga justicia.

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