Aunque las imágenes parezcan salidas de una película de ciencia ficción, en realidad corresponden a las últimas pruebas realizadas por el Ejército de Tierra en el marco del proyecto para dotar a sus soldados con exoesqueletos. Una maquinaria made in País Vasco que permitirá al “combatiente del futuro” -ese es el término empleado por la institución- hacer frente a esfuerzos físicos más demandantes.
El protagonismo de las pruebas ha recaído en la Brigada Almogávares VI de Paracaidistas del Ejército de Tierra. Algunos de sus efectivos se equiparon con los prototipos de estos exoesqueletos y comprobaron de primera mano el incremento de sus capacidades físicas gracias a esta estructura, que se articula principalmente en extremidades y columna vertebral.
“Exoesqueleto de combate semiactivo para el combatiente”, presume el Ejército de Tierra en sus redes sociales, al tiempo que comparte las imágenes de estas pruebas. Los prototipos atienden actualmente al nombre de Proyecto Gudex, y se desarrollan bajo el Programa Coincidente de la Dirección General de Armamento y Material.
Los soldados equipados con esta tecnología potencian en gran medida sus capacidades físicas. El exoesqueleto es capaz de soportar el peso completo del equipo del combatiente y le permite aumentar sus posibilidades de carga y transporte. Además está diseñado para reducir la fatiga del militar y ayudarle en el desarrollo de algunos de sus desempeños, como lo es el manejo de armas, gracias a la estabilización que aporta en los brazos.
El Ejército de Tierra aspira a que estos exoesqueletos se integren en el mismo chaleco antifragmentos del militar y que también le otorguen una mayor seguridad, principalmente ante lesiones cervicales o en la cabeza, al estar también fijo en el casco.
El desarrollo de estos exoesqueletos corresponde a la firma vasca Gogoa Mobility Robots, una ingeniería biomédica que desarrolla sistemas para favorecer la movilidad en el ámbito clínico. El nombre del proyecto Gudex tiene también su origen en el euskera: Gud-, de gudari [soldado] y -ex, de exoesqueleto.
El Programa Coincidente del Ejército
Según detalla el Ejército de Tierra, el Programa Coincidente (Cooperación en Investigación Científica y Desarrollo en Tecnologías Estratégicas) tiene como principal objetivo "aprovechar las tecnologías de carácter civil desarrolladas en el ámbito del Plan Nacional de I+D para incorporar soluciones tecnológicas innovadoras de interés para el Ministerio de Defensa, fomentando así el tejido industrial, científico y tecnológico dedicado a la defensa".
El Ejército de Tierra ha invertido 326.000 euros en su financiación, si bien espera que la tecnología se integre en sus capacidades militares en el futuro
Y añade: "Los proyectos en el marco del Programa Coincidente deben ser tendentes al desarrollo de un demostrador con funcionalidad militar y deben suponer una novedad tecnológica significativa, que satisfaga una necesidad real o potencial del Ministerio de Defensa".
Los proyectos son cofinanciados con un grado de participación del Ministerio de Defensa entre el 20% y el 80%, dependiendo del interés para defensa, carácter innovador, interés tecnológico, así como la magnitud de la empresa que lo presenta.
Por el momento, el Proyecto Gudex está en fase de desarrollo. El Ejército de Tierra ha invertido 326.000 euros en su financiación, si bien espera que la tecnología se integre en sus capacidades militares en el futuro. De ahí que lo haya integrado en el concepto de Ejército 2035, año marcado en rojo en el calendario para la incorporación de otros nuevos sistemas dentro de la institución: la fabricación del vehículo 8x8 -que en los últimos meses ha provocado la preocupación del Ministerio de Defensa por los posibles incumplimientos de sus plazos- también forma parte de este programa.
Un exoesqueleto cuyas pruebas parecen corresponder al cine o a la literatura, pero que el Ejército contempla como uno de sus planes efectivos para el futuro más inmediato.
