“No queremos irnos, pero no hay otra”: el drama que 'espanta' a los jóvenes de la España vacía

La España vacía no para de perder jóvenes. Castilla y León es, de hecho, la comunidad autónoma con más jóvenes viviendo fuera del territorio: 24'7%, cuando la media española es del 13'1%. Un drama "inevitable" para todos aquellos castellano-leoneses que no quieren dejar su tierra pero se ven en la obligación de hacerlo, principalmente por la falta de oportunidades laborales. Como reflejo de la dimensión del problema, cabe destacar el caso de Soria. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) es la provincia con menos jóvenes viviendo en su lugar de nacimiento: solo hay 4.274 personas 20 a 24 años (ambas edades incluidas).

La agrupación JóvenesCyL, creada en 2019 con el objetivo de dar visibilidad a la despoblación, la emigración juvenil, el envejecimiento y la falta de oportunidades laborales en la comunidad, apunta en conversaciones con Vozpópuli que la situación es compleja, ya que el "entre el 40 y el 42% de los jóvenes titulados viven fuera de la comunidad". Un dato preocupante de cara al futuro de la comunidad.

Aunque son varios los motivos que llevan a los jóvenes a querer dejar las zonas de la España vaciada, la organización apunta a que la principal es la falta de oportunidades laborales, que hace que se vayan a otras zonas más pobladas y modernizadas a probar suerte. Además, argumentan que gran parte del problema viene de las esferas políticas, ya que se "ha producido un crecimiento en nuestro país a dos velocidades. Nosotros nos hemos quedado atrás por el olvido institucional".

Mara tiene 22 años, es vallisoletana y confirma que muchos dejan su tierra por la incertidumbre de su futuro laboral. "La mayoría de mis amigos se han mudado o al menos tienen planes de ello. Sobre todo, los que hemos estudiado una carrera; si trabajas en el campo no te vas", explica. Esto último ratifica la explicación de JóvenesCyL de que la mayoría de emigrantes de este rango de edad no forman parte del mundo rural, ya que en este sector sí hay trabajo, "y mucho".

"Yo creo que sí que es un problema porque hay mucha gente que no quiere irse, pero no le queda otra porque no hay trabajo para nosotros", explica Mara. Rubén, que llegó a Madrid desde Cáceres para hacer un grado medio de mecánica, señala lo mismo. "Al final, sabes que te vas a ir porque no tenemos las mismas oportunidades, de ocio, ni de trabajo ni de nada".

Otros problemas de los jóvenes

Aunque la falta de oportunidades laborales es el motivo principal que explica el éxodo de los jóvenes en las zonas de la España vaciada, hay otras razones que aumentan las "ganas" de marcharse de muchos. Entre ellas, las oportunidades de ocio. Rubén explica que Madrid y Barcelona son un fuerte atractivo para los más jóvenes porque hay mucha más vida, "algo que a esta edad es muy importante, más aún hoy en día". Por su parte, Mara apunta, que aunque en las ciudades sí que hay más oferta de ocio, en la mayoría de pueblos no. "Y encima las conexiones con las capitales son muy malas", se queja.

La organización castellano-leonesa hace una rectificación al respecto: "La falta de ocio no es un motivo que explica la emigración joven, pero hace que se cree una retroalimentación negativa. Si hay menos jóvenes, hay menos bares y discotecas. Y viceversa. Es un impacto económico más para estas zonas".

Otro punto en el que suelen coincidir los jóvenes que se ven en la necesidad de emigrar es 'la tradición'. "En estas zonas, las costumbres tienen un peso muy fuerte y no entienden que nosotros como jóvenes queramos modernizarnos y avanzar, por ejemplo en derechos lgtbi, en feminismo, en globalización…" señala Rubén. Así lo confirma Mara: "que la mayoría de la población sea mayor hace que el ambiente sea un poco antiguo. Lo que veo aquí en Madrid no lo veo en Valladolid".

Se trata de un problema complejo de difícil solución, pues es algo estructural y no puntual. Pero desde JóvenesCyL tienen claro que la solución tiene que surgir de las instituciones políticas, tanto nacionales como autonómicas. "Lo principal para solucionar el problema es la inversión y que se lleguen a pactos de estado para generar puestos de trabajo", apuntan a este periódico.

Otra solución es fomentar que las empresas también quieran asentarse en este tipo de zonas, para evitar que todo "acabe en Madrid". "Lo lógico es distribuir el empleo por todo España, y no que esté con centrado en las grandes ciudades.