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Comunidad Valenciana

Sánchez ignora la petición de Puig y lo 'liquida' de la política valenciana

Ha perdido el pulso con el líder del PSOE, a diferencia de Lambán en Aragón, y deja al PSPV en manos de los vaivenes del Gobierno y con Diana Morant en una compleja coyuntura

Pedro Sánchez y Ximo Puig, en una imagen de archivo EP

Pedro Sánchez ha cumplido a rajatabla su plan para la federación socialista valenciana y ha dejado a Ximo Puig fuera de toda capacidad de influencia sobre el PSPV. Esta imposición del líder del PSOE se ha cumplido pese a los intentos del expresidente valenciano de mantener su legado e influir en los próximos pasos del partido que ha dirigido durante 12 años.

La 'venganza' de Pedro Sánchez sobre Ximo Puig se ha consumado en toda su extensión y su salida de la política valenciana es un hecho desde ayer, día en el que el Consejo de Ministros lo nombró como embajador permanente de España ante la OCDE en París.

Decepcionado por no decidir

En el plano personal Puig consigue un sueldo de más de 10.000 euros mensuales, una casa cercana a los 500 metros cuadrados en la capital francesa y con personal asistente a su disposición. En el plano político, según han confirmado a Vozpópuli fuentes de su entorno más cercano, "está decepcionado" por no haber podido gestionar su sucesión con mayor margen.

El deseo de Ximo Puig cuando perdió las elecciones autonómicas del pasado 28 de mayo a manos de Carlos Mazón fue el de tutelar el futuro de la federación socialista valenciana en la que no descartaba, incluso, volver a presentarse a la reelección.

Ese primer impulso chocó con la primera advertencia de Pedro Sánchez para que dejara paso al frente del PSPV porque su apuesta personal era la ministra de Ciencia y Universidades, Diana Morant.

Esta situación y la temprana irrupción de los dos secretarios generales provinciales de Valencia y Alicante, Carlos Fernández Bielsa y Alejandro Soler, como aspirantes a la sucesión (que Puig no quería al frente del PSPV) acabaron por convencerle, meses después, de no presentar batalla para ahorrar una 'sangría' que pudiera extender el paso del PSPV por las tareas de oposición.

Ministro virtual

Puig se dedicó entonces a apoyar a Pedro Sánchez en las elecciones generales de julio y ese mismo mes fue nombrado senador territorial en representación de las Cortes Valencianas.

Con el cargo de secretario general, diputado autonómico y senador, Puig vagó durante medio año, hasta el mes de noviembre. En esas semanas su actividad fue frenética en la defensa de la amnistía que Pedro Sánchez proponía para los independentistas catalanes y de otras políticas controvertidas del presidente del Gobierno.

Diana Morant, la sucesora de Ximo Puig al frente del PSPV. EP

Sánchez le dejó creer que podría ser ministro si cumplía ese papel pero a la hora de la conformación de su Ejecutivo lo dejó fuera.

Las mismas fuentes aseguran a este medio que al líder del PSOE nunca le acabó de convencer Puig al que solo las dos mayorías al frente de la Generalitat le libraron de una 'venganza' más temprana de Sánchez que siempre ha tenido en la retina el apoyo del político morellano a Susana Díaz.

Adiós a las Cortes Valencianas

Pasado el tren de su nombramiento como ministro, que le podía haber conferido galones en su sucesión en el PSPV, Puig tuvo que dejar en diciembre pasado su escaño de diputado autonómico, lo que le alejaba de la política valenciana: el deseo de Sánchez.

Esta decisión tampoco convencía del todo al secretario general del PSOE, ya que Ximo Puig seguía haciendo las ruedas de prensa de los viernes en Valencia con la excusa de cualquier interpretación de la política nacional (por su actividad en la Cámara Alta) y con el derecho que le otorgaba seguir como secretario general del PSPV.

El golpe definitivo

Por eso, ese mismo mes de diciembre Sánchez forzó, a través del secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, la renuncia pública de Puig a seguir como líder del PSPV y convocaba un congreso extraordinario que finamente se celebrará entre el 22 y el 24 de marzo en Benicasim.

Hacia así hueco a Diana Morant que ha sido impuesta por Sánchez frente a Soler y Fernández Bielsa que se tuvieron que plegar a esos deseos ante el temor de tener represalias a corto plazo, el primero, y a medio plazo, el segundo.

La situación ahora es de un horizonte despejado para Morant, que ya no tiene a Ximo Puig con la tentación –y tampoco la posibilidad– de 'tutelar' el PSPV y ha silenciado las voces internas, al menos, hasta el congreso ordinario de la federación socialista valenciana.

Puig ha entregado las armas de manera forzada, no voluntaria, aseguran las fuentes consultadas. Y el PSPV se queda ahora al albur de los vaivenes de las políticas del Gobierno de Pedro Sánchez en el que Diana Morant se encuentra en una situación incómoda, entre dos aguas.

Defender a Sánchez y al mismo tiempo reivindicar los agravios a la Comunidad Valenciana de su Gobierno es una dualidad que deberá resolver en los próximos meses y con un "resultado incierto", apuntan los cargos consultados por Vozpópuli.

Lambán no se rinde

Otros afean al expresidente que se haya plegado a Sánchez y no haya presentado una resistencia más feroz, como la que ofrece el secretario general del PSOE en Aragón, Javier Lambán, que se resiste al 'dedazo' de Sánchez para que sea la ministra Pilar Alegría quien pilote esta federación socialista.

El secretario general del PSOE en Aragón, Javier Lambán EP

Sánchez también ha apretado las tuercas a Lambán y ha eliminado de la Ejecutiva federal a su mano derecha, Mayte Pérez. Pese a ello, Lambán asegura que estará al frente del PSOE aragonés hasta el congreso previsto a principios de 2025. Intenta pilotar su sucesión.

Las mismas fuentes se dividen al interpretar esta cuestión y mientras unos afirman que Puig "ha buscado salvarse en el plano personal", otros agradecen que "haya evitado unas primarias a cara de perro" de los socialistas valencianos.

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  • O
    Ojeador

    ¡¡Muy biennn, Sánchez!!. ¡¡Que no le falte de "ná" a tu fiel siervo!!.
    Ya tiene -el pua sangre valenciana- ese puestecillo que nadie sabe para lo que vale, pero que lo reengancha a la mamandurria.