La naviera MSC decide invertir en el Puerto de Hamburgo ante la parálisis de su muelle en Valencia

La firma Mediterranean Shipping Company (MSC) ha decidido expandir sus tentáculos con fuerza en el Puerto de Hamburgo a la espera de que se desbloquee la ampliación norte del Puerto de Valencia y pueda disfrutar de un nuevo muelle que mejore su operatividad dentro del recinto valenciano.

MSC representa el 54% de las operaciones en el Puerto de Valencia pero el freno que supone la dilación en la ejecución de la ampliación norte está desviando su atención inversora hacia otras latitudes.

El Puerto de Valencia es estratégico para la compañía y por ello está aguantando que durante 11 meses y 43 reuniones del Consejo de Ministros consecutivas se haya obviado la autorización a este proyecto aprobado el 22 de diciembre del año pasado.

7 millones de contenedores

Hamburgo y la compañía MSC van a gestionar de forma conjunta, a partir de 2025, las terminales del grupo logístico HHLA, controlado por las autoridades locales, que seguirán teniendo la mayoría del capital. En concreto la ciudad alemana controlará el 50,1% y MSC el 49,9% restante.

Las previsiones de la naviera ítalo-suiza son que va a poder elevar el volumen de su tráfico de contenedores en el puerto alemán un millón por año desde 2031, lo que se añaden a los 6 millones que ya moviliza en la actualidad.

Además, la sede de MSC se va a establecer en Hamburgo donde van a trabajar más de 700 empleados.

Un pie en África, por los impuestos

A través de su filial Terminal Investments Limited (TiL), MSC opera 70 terminales en grandes puertos de todo el mundo, como Amberes, Singapur, Róterdam, Valencia y también ha aumentado su presencia global con la adquisición del operador africano AGL (Africa Global Logistics).

Esta última operación es llamativa, ya que el próximo año entrará en vigor el impuesto sobre las cero emisiones de carbono en los puertos de España y Valencia es uno de los que más perjudicados puede salir de esta tasa.

Las grandes navieras pueden desviar parte de su tráfico a puertos africanos (libres de este impuesto ) que puede gravar hasta 350.000 euros cada operación realizada por un buque de contenedores en el recinto portuario.

Hartazgo de la compañía

MSC está un poco "harta" y siente "cansancio" –según las propias declaraciones de su presidente en España, Francisco Lorente– de la inacción de las Administraciones españolas que provocan que los proyectos se eternicen.

Esta situación ha provocado que, por ejemplo, haya decidido abandonar la construcción de dos naves industriales en la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) del Puerto de Valencia en las que tenían previsto invertir unos 90 millones de euros. La judicialización de la legalidad de esos terrenos ha tenido la culpa.

Ambos proyectos podrían tener una nueva ubicación entre Paterna y Ribarroja del Turia si finalmente hay un acuerdo con los municipios y se desarrollarán a menos de 20 kilómetros del Puerto de Valencia.

El Gobierno valenciano confirmó ayer después de su sesión plenaria que "lamentan" la decisión de MSC, aunque "respetan" su independencia y la portavoz del Consell explicó que la compañía ha garantizado que esos dos proyectos "continuarán en tierras valencianas".

Un aviso a navegantes

Esta decisión, no obstante, es un aviso a navegantes de MSC que demuestra así que puede optar por otros enclaves y no contribuir al desarrollo del Puerto de Valencia si la demora en la aprobación de las inversiones es excesiva.

Cuestión diferente es la ampliación norte para la que MSC está dispuesta a esperar porque es estratégica para no dar más cuota de mercado al gigante asiático Cosco. Mientras, eso sí, se está llevando inversiones a otras latitudes generando un empleo y actividad económica portuaria que Valencia lleva años esperando captar.

Hay que recordar que MSC tiene previsto invertir en la ampliación norte del Puerto de Valencia un total de 1.021 millones de euros que se sumaría a los 542 millones de euros de inversión pública.

Hasta los 2.000 millones de coste

El propio Lorente reconocía el pasado lunes que los retrasos que lleva este proyecto de relleno del muelle norte van a elevar la inversión (por la subida de costes) hasta los 2.000 millones de euros.

Este proyecto está retrasado por el acuerdo entre Compromís y Yolanda Díaz que exigen una nueva Declaración de Impacto Ambiental y niegan la validez de la efectuada en 2007 que fue aprobada por los técnicos de la Autoridad Portuaria de Valencia y de Puertos del Estado.

A esa presión se sumó en los últimos meses la de ERC y Junts que incluyeron esta parálisis de la ampliación del Puerto de Valencia entre los puntos para brindarle su apoyo en la investidura a Pedro Sánchez.

La ambigüedad del PSOE

En este periodo de retraso también se ha producido la matización del apoyo a la ampliación norte por parte del PSOE valenciano que se abstuvo en las Cortes autonómicas de instar al Gobierno a que se realice con carácter inmediato.

Ximo Puig aseguró que "no se puede hacer a cualquier precio".

Hasta la fecha ese bloqueo está funcionando, aunque las últimas decisiones de MSC tanto en Hamburgo como la de abandonar la ZAL de Valencia han elevado la preocupación del Gobierno de España, todavía en funciones.

Esos movimientos de la firma ítalo-suiza ha llevado al Ejecutivo a trasladar a la empresa que intentarán desbloquear la ampliación norte "en los próximos meses", sin comprometerse, eso sí, a dar una fecha de aprobación en el Consejo de Ministros. Nadie garantiza que será así.