Elevan a 10 los fallecidos en el incendio de Valencia tras el hallazgo de un nuevo cuerpo calcinado

La tragedia del Campanar conmocionó el jueves no sólo a Valencia, sino a todo un país que sigue con preocupación la búsqueda de las víctimas que quedaron atrapadas en el voraz incendio. Este sábado, tras horas de espera para que el calcinado esqueleto del edificio se enfriara, los primeros equipos de la Policía Científica y los bomberos han podido acceder con tal de esclarecer las dimensiones de lo ocurrido. Según ha informado Delegación del Gobierno, la cifra de fallecidos por el incendio asciende a 10 tras hallar un último cuerpo calcinado en el esqueleto del edificio.

Los primeros cuatro cadáveres se descubrieron en la madrugada del jueves al viernes, mientras que las inspecciones de las autoridades en el edificio calcinado permitieron hallar el resto. A lo largo de la tarde de búsqueda se llegó a informar de que eran diez las víctimas mortales del brutal incendio, pero una información a última hora de la tarde recortó la cifra. Si bien el número coincidía con el de personas desaparecidas, esa rebaja abre la puerta a que pueda haber una persona aún en paradero desconocido.

Dos bomberos permanecen hospitalizados a causa de las heridas sufridas en la evacuación de los vecinos del edificio de 15 plantas del valenciano barrio del Campanar, pero su vida no corre peligro.

La jornada se ha dedicado también a tratar de esclarecer las causas del incendio, y el Juzgado de Instrucción número 10 de Valencia ha abierto diligencias previas para investigar las causas del incendio, en un caso que se encuentra bajo secreto de sumario a fin de proteger las pesquisas policiales y la intimidad de los afectados y sus familiares.

Un incendio que se extendió a toda velocidad ¿a causa del poliuretano?

Bomberos y policías han recorrido la estructura del edificio calcinado también en busca de signos que esclarezcan qué ocurrió en la fatídica tarde del 22 de febrero. Algunos de los elementos que contribuyeron a la tragedia ya fueron visibles el jueves: un fuerte viento de poniente que extendió las llamas y unos balcones llenos de elementos que ardieron cuando entraron en contacto con ellas.

La polémica y las sospechas, sin embargo, apuntan al material que constituye el edificio: el poliuretano. Aún no se ha esclarecido si realmente este era el elemento que conformaba los muros del bloque -que albergaba 138 viviendas-.

Una perito aseguró con el incendio aún activo que este material inflamable formaba parte de la estructura del edificio, los técnicos defienden que cumplía con la normativa vigente y la Asociación de la Industria del Poliuretano Rígido (IPUR) sostiene que dicho elemento no está presente "ni como relleno del revestimiento exterior, ni como material aislante en la cámara de aire".

Todas estas tesis dan paso al fin de semana con una gran incógnita: si el edificio era una cerilla desde su construcción o fue otra circunstancia la que hizo del fuego en un balcón uno de los incendios más violentos que han azotado Valencia.

Un equipo de Policía Científica se ha desplazado para colaborar en la investigación y en la identificación de las víctimas, así como 107 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) que ya han comenzado a retirarse por la tarde.

Cientos de vecinos de Valencia han perdido su hogar

El fuego devoró en apenas una hora 138 viviendas. Sus habitantes, tanto los que consiguieron evacuar como los que no se encontraban en el edificio, se enfrentan ahora a la pérdida de sus hogares. Son 105 los que han sido realojados en distintos hoteles de Valencia, mientras que el resto ha logrado encontrar alojamiento junto a amigos y familiares. El ayuntamiento de la ciudad, capitaneado por la 'popular' María José Catalá, ha puesto a su disposición un edificio de nueva construcción con 131 viviendas.

El consistorio valenciano ha habilitado puntos de atención para los primeros trámites burocráticos, tal y como relata la Agencia EFE. Además, el Gobierno de la comunidad de Carlos Mazón se dispone a aprobar este lunes un decreto de ayudas económicas, fiscales y sociales urgentes para los afectados.

Las instituciones y la población se vuelcan con los afectados por la tragedia. Mazón, Catalá y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, han estado en el lugar del incendio en una muestra de apoyo y compromiso de todas las administraciones, local, autonómica y central, con las víctimas. Incluso la Unión Europea ha mostrado su solidaridad y ha ofrecido ayuda para los afectados. El líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, visitará el lugar este sábado.

No sólo la política ha dado un paso adelante para cuidar a las víctimas. No faltan los homenajes a la reseñable labor de los cuerpos de policía y bomberos, sin cuyo trabajo podríamos estar hablando de una cifra de fallecidos mucho más elevada, y la de héroes anónimos, como el portero del edificio que se dedicó a avisar puerta por puerta a los vecinos hasta que las autoridades le impidieron hacerlo.

Los valencianos ponen el broche a la solidaridad con los afectados. Tal y como recoge EFE en una crónica, los vecinos de la ciudad han recabado un aluvión de ropas, alimentos, juguetes y material escolar para ayudar a quienes han perdido todo en esta tragedia.

En la planta baja del edificio calcinado los valencianos depositan de todo: mochilas, lápices, pelotas, peluches, ropa o patinetes, con ánimo de hacer menos amarga la situación de quienes saldrán adelante tras huir de las llamas.