El varapalo de ERC evidencia la soledad de Sánchez y el fracaso del plan de Moncloa para Cataluña

Golpe a Pedro Sánchez en las elecciones del 28-M, que además confirman un varapalo de sus socios parlamentarios a excepción de Bildu, que sale reforzado en el País Vasco. El líder del PSOE, que ha adelantado elecciones para intentar amortiguar el desastre electoral que transmite una intención de voto muy negativa para los socialistas, tiene ahora por delante dos meses muy difíciles de cara a las urnas en el rearme de su Gobierno de coalición. Su socio de Gobierno ha perdido relevancia en la mayoría de comunidades autónomas, al quedarse sin representación en Madrid, Valencia y Canarias. También han recibido un buen golpe los partidos afines a los 'morados' en Barcelona, con una maltrecha Ada Colau, Valencia con Ribó y Cádiz con José María González, alias 'Kichi'.

El ala progresista sabe que está herida de muerte y desde Podemos y la plataforma de Yolanda Díaz, Sumar, ya se han puesto las pilas este lunes. Ambos frentes, muy divididos en los últimos meses por desajustes políticos, se ven ahora en el aprieto de concurrir "en unidad", como ha declaro Belarra, a las elecciones anticipadas de julio, aunque nadie garantiza el éxito electoral. Para los de Irene Montero es su única posibilidad de sobrevivir a unas generales.

De esta forma, Sánchez pende de un hilo al depender del rédito que consiga esa hipotética alianza para revalidar la coalición de Gobierno tras el 23 de julio. Si este panorama es incierto, aún lo es más su estrategia en Cataluña tras el fracaso escabroso de ERC en las municipales. ERC ha pasado de ganar las elecciones municipales de 2019 a sumar solo 5 concejales en Barcelona, además no ha logrado ser primera fuerza en ninguna de las otras regiones catalanas. Si bien es cierto que las candidaturas de sus oponentes a nivel local no pueden entenderse en clave nacional, está claro que el golpe afecta a la imagen y representación de Esquerra tras la pérdida de fuerza municipal.

ERC apuesta por Rufián

El juego de fuerzas de Sánchez para su viabilidad política entra en un proceso de inestabilidad, solo cabe pensar en las últimas leyes de calibre que ha aprobado en el Pleno, como la Ley de la Vivienda, cuyo pacto con Bildu y ERC fue clave para la tramitación. Ahora, ERC debe reflexionar su estrategia electoral de cara a las generales con un Junts crecido tras la victoria de Trias. Por ahora, Junqueras ya ha confirmado a Rufián como "mejor candidato" para las elecciones generales y ha hecho un llamamiento al voto "útil" para ERC contra la "ola conservadora". Un discurso que ya ha empezado a aplicar todo el ala progresista: forzar el voto del miedo.

Sin embargo, Rufián también ha salido escaldado de estas elecciones municipales, donde pretendía convertirse en el nuevo alcalde de Santa Coloma de Gramanet. Una aspiración que ha resultado ser un fracaso absoluto tras revalidar el PSC el poder en la localidad con mayoría absoluta. Su flamante proyecto para Santa Coloma solo ha conseguido un concejal más en la asamblea municipal frente a los 17 socialistas. Aún está por ver cómo afecta la credibilidad de Rufián al frente de ERC de cara a las generales, pero los 13 diputados republicanos en el Congreso son una pieza clave para Sánchez y tal y como han sido los resultados no se asegura mantenerlos.

Estrategia fallida de Moncloa

El fracaso de ERC también puede leerse como un fracaso a la estrategia de Moncloa para Cataluña, que no ha logrado convencer a las bases electorales. Tras los años del 'procés', la constitución de la mesa de diálogo que ha llevado a los de Pere Aragonés a pilotar las conversaciones de alto nivel con el Gobierno a cambio de grandes concesiones para Cataluña, el resultado electoral se decanta por la moderación y no por la independencia. Así lo muestran los amplios resultados del PSC en Cataluña, tras ganar en Lleida, Girona y Tarragona.

ERC deberá replantear su perfil puesto que su programa ha quedado en tierra de nadie en un juego que lleva mucho tiempo pasándole factura: no es tan radical como para fidelizar al catalanismo más áureo, que se mueve alrededor de Junts o incluso hace guiños al PSC y su pactismo con Sánchez ha sido interpretado como una laxitud al 'Estado español' por muchos catalanes. Los votantes más moderados no encuentran en Esquerra ninguna respuesta, más después de que la independencia pactada siga dentro del plan de Aragonés.