Aparentemente, los socialistas nunca habían ostentado tanto poder en Cataluña como en la actualidad. Después de la travesía por el desierto que representó el 'procés' —en la que el voto contrario a la secesión y de índole centrista o progresista se concentró en el casi extinto Ciudadanos—, el PSC ostenta ahora el bastón de mando tanto en la Generaltitat como en el Ayuntamiento de la capital de Cataluña. Sin embargo, como ha hecho notar recientemente el columnista y expresidente de Sociedad Civil Catalana Joaquim Coll, los socialistas catalanes ostentan "mucho poder, pero no hegemónico". Y es que, debido a la debilidad de sus Ejecutivos, que les hacen depender de los votos de sus socios separatistas o populistas, se ven obligados a gobernar adoptando medidas que parecen más destinadas a contentar a sus aliados que a ellos mismos.
Unos aliados, además, que se han demostrado poco comprometidos con la estabilidad de la legislatura, tanto en el Parlament como en el consistorio de Barcelona. El 'president' Illa ha reconocido esta semana que, tras comunicarle Esquerra que no contemplaba ni siquiera la opción de sentarse a negociar las cuentas de 2025, tira la toalla y renuncia a aprobar sus propios presupuestos. "No hay posibilidad de tenerlos. No tenemos los apoyos", admitió la portavoz Sílvia Paneque. Una situación semejante a la que se halla el gobierno municipal de Collboni en Barcelona que, tras cinco meses de negociaciones, anunció este lunes que el gobierno ha "decidido plantarse y da por cerrada la negociación de los presupuestos" —en este caso, el carpetazo ha tenido lugar tras recrudecer los 'comunes' sus exigencias sobre vivienda—.
Pese a lo anterior, el PSC parece seguir concibiendo su programa como una suma de voluntades ajenas —concretamente, la de los partidos a los que corteja—. En el caso de del Govern de Illa, esta misma semana se ha sabido que destinará este año a La Bressola, las escuelas que aplican la inmersión en el sur de Francia, un total de 650.000 euros, la misma aportación que realizó el año pasado el Ejecutivo de Aragonès. De hecho, de haber podido sacar adelante sus propios presupuestos, la 'conselleria' de Política Lingüística tenía la intención de aumentar su dotación con 150.000 euros, con lo que la ayuda total a estos colegios hubiese sumado 800.000 euros. "En ningún caso se va a bajar de esa cifra", han notificado el Govern.
"Recuperar" el catalán en Francia
El mantenimiento de esta subvención tiene lugar después de que estos centros lanzasen una llamada de auxilio por encontrarse en números rojos. Una demanda que, en los últimos días, ha sido amplificado por los medios y partidos nacionalistas. Cabe recordar que estas escuelas, de inspiración nacionalista y que han recibido 4 millones de euros de la Generalitat desde 2006, enseñan únicamente en catalán en un territorio que en el imaginario secesionista forma parte de Cataluña —no en vano, los independentistas se refieren a esta zona francesa como la "Cataluña Norte"—. Pero la Generalitat ha justificado seguir sufragando a estos colegios señalando que trabajan "sin ánimo de lucro" para "recuperar" el catalán en la zona.
Paralelamente, el consistorio de Collboni ha mantenido para este año la partida de 453.844 euros que destinó en 2024 al controvertido centro El Plural, un centro de reeducación masculina fundado por el Ejecutivo de Ada Colau en 2021. En aquel momento, Colau justificó su creación aludiendo a la necesidad de cambiar un guión social que impulsaba a los hombres a ser "duros y agresivos" y advirtiendo del aumento de "delitos de odio" en la ciudad asociados a estos patrones. Con tal objetivo, el centro imparte talleres, cursos y dinámicas para, en primer lugar, "probar [a sus participantes] que la identidad masculina tradicional se encuentra en la base de muchos conflictos sociales".
Luego, una vez han tomado conciencia, se interviene de "forma intensiva a todos los niveles (cognitivo, afectivo y conductual) para conseguir un cambio sostenido tanto en valores y actitudes como en las acciones de los hombres". Estos planteamientos, coincidentes con las tesis de la izquierda identitaria propia de los comunes, han sido asumidos por el PSC de Collboni pero le han valido el rechazo de la oposición constitucionalista en el consistorio. Sin ir más lejos, el PP de Barcelona aboga directamente por cerrar el centro y emplear su presupuesto en ayudas sociales para personas vulnerables.
Perhaps
23/01/2025 10:24
No entiendo el sesgo lingüístico del titular. Como si la política secesionista del PSC tuviera algo que ver con sus socios nacionalistas, más allá de su idéntica finalidad, El PSC es nacionalñista-secesionista como Puchi y los suyos y su política está claramente dirigida a esos intereses. Cualquier extrañeza implica ignorancia del periodista sobre el tema, o discurso interesado, que también.