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Cataluña

La CUP usa el membrete del Parlament para amenazar al Ejército con echarles de Lleida

El partido anticapitalista responde a una misiva de la Academia General Básica de Oficiales y Comandantes Militares desde la institución y les comunica que su plan es que se vayan de su ubicación actual

La CUP usa el membrete del Parlament para amenazar al Ejército con echarles de Lleida
Dolors Sabater y Carles Riera. EFE

El grupo parlamentario de la CUP envió una carta a la Academia General Básica de Oficiales y Comandantes Militares de Lleida donde no solo usaban el membrete oficial del Parlament, sino que les comunicaban que iban a echarles de su ubicación actual para poner una universidad que fuera una "herramienta básica para tejer la unidad del territorio".

La misiva era una respuesta a la carta enviada por el coronel director de la escuela donde lamentaba que "con motivo de la situación sanitaria actual" no podían invitarles presencialmente a la entrega de despachos de la XLVI promoción el próximo 8 de julio tal y "como hubiera sido su deseo".

Las fuentes consultadas por Vozpópuli no solo les ha sorprendido este nuevo desaire de la formación anticapitalista, que aprovecha la respuesta para decirles que en "el emplazamiento que hoy ocupa la academia" ubicarán la "Universidad del Pirineo", sino que consideran que "se apropian del Parlament" al usar el membrete oficial de la institución en lugar de limitarse a responder como partido, que era en la calidad en la que podían estar invitados.

Carta enviada por la CUP desde el Parlament a la Academia General Básica de Oficial y Comandantes Militares

"Nadie con capacidad de representación institucional puede hacer esto. La respuesta es impresentable. Es una falta de educación no solo a quien se lo envía sino a todos los catalanes", esgrimen. El hecho de que la CUP también haga referencia a su objetivo de "tejer la unidad del territorio" es percibida como toda una declaración de intenciones para echarles de Cataluña junto a la Guardia Civil y a la Policía Nacional.

Recuerdan, además, que aunque el deshielo institucional entre Moncloa y la Generalitat haya abierto una 'tercera vía' para la concordia y el diálogo, la CUP sigue siendo el principal partido externo en el que se apoya ERC y Junts per Catalunya para gobernar.

Formación de oficiales del Ejército

Es una tradición que las autoridades catalanas sean invitadas en esta entrega anual de despachos de los nuevos oficiales que han sido formados en la Academia. Antes del procés independentista, destacados miembros de los partidos con representación parlamentaria solían ir. En esta edición, a la cada vez más habitual ausencia de los dirigentes nacionalista se ha sumado la crisis sanitaria derivada de la Covid-19. No obstante, desde la Academia quisieron informar a los partidos de esta situación y no esperaban esta respuesta 'amenazante' por parte de la CUP.

"En sede de partido que digan lo que quieran, pero en la carta no están hablando como representantes de un partido, sino como la segunda institución más importante de Cataluña", se quejan las fuentes consultadas.

Costumbre inaugurada por Borràs

El hecho de hacer pública la carta de respuesta, añaden estas fuentes, "es una costumbre que inauguró Laura Borràs, como presidenta del Parlament". La también dirigente de Junts plantó al rey Felipe VI al informar que no acudiría a la Zarzuela para comunicarle al jefe de Estado la elección de Pere Aragonès como presidente de la Generalitat, una vez iba a ser investido.

La oposición constitucionalista al nacionalismo lleva años denunciando esta tendencia de apropiación partidista de las instituciones. Entidades como Societat Civil Catalana o Impulso Ciudadano iniciaron esta batalla con la denuncia de todos aquellos ayuntamientos catalanes que decidían colgar de la fachada institucional la bandera independentista o cualquier otro símbolo de tintes partidistas.

En la actualidad, con la causa en el Tribunal de Cuentas a los 34 ex dirigentes del Gobierno de la Generalitat y la propuesta del conseller de Economía, Jaume Giró, de crear un fondo con 10 millones de euros para dar cobertura a las fianzas que exige el órgano fiscalizador a los afectados, se ha vuelto a situar sobre la mesa hasta qué punto la Generalitat, como institución, puede actuar en representación solo de una parte de los contribuyentes catalanes. En especial, cuando es la administración afectada por el dinero malversado, tal y como dictó el Tribunal Supremo en la sentencia del procés.

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