Casado se prepara para una legislatura larga y priorizará la “absorción” de Ciudadanos

El Partido Popular, con Pablo Casado a la cabeza, salió en tromba este miércoles en el Congreso de los Diputados para solicitar la dimisión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la convocatoria de elecciones anticipadas, pero todos los protagonistas sabían que las palabras se las iba a llevar el viento pues los 'populares' se preparan para una legislatura larga, según admiten fuentes de este partido a Vozpópuli.

La cúpula del PP calificó de "humillantes" para el Estado de Derecho los indultos a los condenados por el 'procés' y Casado señaló que ya estudia "todas las opciones" contra esta medida, entre ellas la de recurrir al Tribunal Supremo.

"Sánchez dimisión" fue el mensaje que los 'populares' difundieron en sus cuentas de Twitter coincidiendo con la salida de prisión de los nueve condenados por el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017. A juicio del PP, "no se puede hacer más daño a España en menos tiempo".

Casado le espetó primero a Sánchez que si le quedaba "algo de dignidad, debería dimitir hoy mismo" y luego cargaron contra los líderes independentistas que posaron a la salida de la cárcel con la pancarta 'Freedom for Catalonia'. "Primeros arrepentidos", ironizó el secretario general del PP, Teodoro García Egea.

Sin embargo, en Génova son conscientes de que una vez firmados los indultos a los políticos condenados en el 'procés' y con la pandemia del coronavirus controlada y en fase de desescalada en cuanto a limitaciones, el país entra en una nueva fase en la que habrá una importante recuperación económica -"quizás un rebote", reconocen en la sede nacional del PP-.

Los Presupuestos Generales del Estado de 2022 serán el siguiente "desafío" en esta legislatura para Sánchez, quien tendrá que sacar adelante en septiembre el techo de gasto antes de entrar a fondo en la negociación de las cuentas públicas con sus socios parlamentarios.

En el PP estiman que ERC apretará antes de cerrar los PGE del próximo año, pero no lo suficiente como para romper la cuerda pues tanto al Gobierno central como a la Generalitat catalana, que dirige ahora Pere Aragonès, les interesa un período de tranquilidad y estabilidad política.

Tampoco creen en las filas 'populares' que la coalición gubernamental se vaya a resquebrajar en los próximos meses, si bien confían en que las primeras exigencias de Bruselas condicionen la entrega de fondos europeos y provoquen roces entre PSOE y Podemos. "Los problemas de la coalición vendrán con las condiciones impuestas desde la UE", subrayan las citadas fuentes.

Casado quiere fagocitar a Cs

Con este panorama, Casado quiere centrarse en los próximos meses en la "absorción" de Ciudadanos para apuntalar el primer puesto que vaticinan todas las encuestas, a excepción del CIS de José Félix Tezanos.

Génova considera que el umbral del 30% de apoyos y la horquilla de los 130-140 escaños que indican los sondeos se deben, en buena parte, al hundimiento de la formación naranja y al regreso de un número considerable de votantes que en los últimos años se decantaron por el partido de Inés Arrimadas.

La dirección nacional del PP espera fagocitar a Cs con el paso de los meses y que la convención política del 2 y 3 de octubre, que se celebrará en Valencia, sirva para mostrar el apoyo de importantes figuras que en el pasado estuvieron en la formación centrista. La incógnita por desvelar es si Albert Rivera dará algún tipo de respaldo a Casado en ese momento o aguardará a que se acerquen las elecciones generales.