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La Audiencia alarga el juicio a Villarejo a septiembre mientras amplía la investigación

La Sala de lo Penal señala fechas del primer juicio hasta el 22 de septiembre mientras que la causa en instrucción por sus espionajes se prepara para abrir más piezas

La Audiencia Nacional ha prorrogado el juicio contra José Manuel Villarejo hasta, al menos, el próximo 22 de septiembre. De esta forma, la vista sobre tres encargos privados, que arrancó en octubre de 2021, se aproximará a su año de duración, mientras, en paralelo, se siguen abriendo piezas separadas en la macrocausa Tándem que aglutina todos sus encargos de espionaje.

Según consta una providencia de la Sala de lo Penal a la que ha tenido acceso Vozpópuli, la vista que juzga tres piezas del caso Tándem (Iron, Land y Pintor) se prorrogará los meses de julio y septiembre, ya que agosto es mes inhábil. Así, el tribunal que preside la magistrada Ángela Murillo, ha señalado de los días 11 al 14 de julio y otras ocho sesiones en septiembre, siendo la última de ellas el día 22.

Aunque la vista oral recoge piezas menores de las más de 30 que integran esta macrocausa, el juicio es especialmente relevante por ser el primero relativo a los encargos de espionaje de José Manuel Villarejo y por tener repercusión directa en otras piezas que se investigan en el Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional. Las mismas afectan a grandes del Ibex como BBVA, Iberdrola, CaixaBank, Repsol o el Grupo Planeta.

El juicio es el espejo donde se mira la causa ya que se dirimirá sobre el negocio de sus empresas privadas, la validez de los audios o si los clientes cometieron delito con las contrataciones

Tanto es así que a lo largo de esta primera vista oral que se celebra en la sede de la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares se está poniendo sobre la mesa asuntos clave que influirán en la macrocausa, tales como la supuesta la compatibilidad de los negocios privados de José Manuel Villarejo con su actividad de comisario de la Policía Nacional, la validez de los audios que obran en el sumario o las pruebas incautadas por Asuntos Internos durante la entrada y registro a su domicilio tras su detención el 3 de noviembre de 2017. También se esclarecerá si los clientes VIP cometieron cohecho con estas contrataciones.

Trascendencia del juicio

El juicio, en el que el comisario jubilado afronta más de 100 años de prisión por tres espionajes privados, arrancó el pasado mes de octubre con el foco puesto en el avance de la causa que todavía se sigue en la Audiencia Nacional. Hasta la fecha, han declarado todos los acusados y testigos y se encuentra ahora en la fase de periciales. Con todo, el hecho de que la Sala de lo Penal decidiera aglutinar tres encargos en un mismo juicio ha terminado por magnificar la vista y dilatar los tiempos previstos.

En concreto, un total de 27 personas -incluido el agente encubierto- se sientan en el banquillo por delitos de descubrimiento y revelación de secretos, cohecho, extorsión (en el caso de la pieza Pintor) y tráfico de influencias y falsedad en documento mercantil en lo que respecta a los acusados de Iron. Además del policía, también están siendo juzgados su mujer Gemma Alcalá y su hijo José Manuel Villarejo Gil.

El encargo Iron consistió en un proyecto ordenado desde el despacho de abogados Herrero y Asociados para espiar a unos trabajadores que se habían ido a la competencia, mientras que en el proyecto Land Villarejo espió a una rama de la familia de los García-Cereceda en plena pugna familiar por la herencia del patriarca, el fallecido Luis García-Cereceda.

En Pintor, que figura como la sexta pieza del caso Tándem, se sientan en el banquillo los empresarios Fernando y Juan Muñoz Támara por un encargo que se gestó entre 2016 y 2017. La finalidad de este proyecto era presionar al exjuez Francisco Javier de Urquía en calidad de abogado de un exsocio de los Muñoz Támara para salir indemnes de un procedimiento por delito contra la Hacienda Pública abierto en Sevilla. 

La Audiencia aglutinó los tres encargos y decidió juzgarlos conjuntamente por los nexos en común de estos tres encargos. Sin embargo, en ese tiempo de vista oral se han practicado pruebas cruciales que tendrán su reflejo en las líneas de investigación abiertas hasta el momento. Así por ejemplo, aunque en este juicio no se resuelva sobre la presunta organización criminal que habría impulsado Villarejo para lucrarse en la esfera privada, sí que se ha abordado el conocimiento que tenía la Policía Nacional de sus empresas.

Por ese motivo se llamó a declarar en calidad de testigos a los antiguos jefes policiales Agustín Linares, Pedro Díaz Pintado y Eugenio Pino. Todos ellos refrendaron unas misivas que obran en el sumario de la causa en las que reconocían que la Policía conocía las actividades privadas de Villarejo y que éste puso sus empresas a disposición del Estado. Sin embargo, en su declaración ante el juez se desvincularon de sus negocios privados. Eugenio Pino, procesado en el caso Kitchen, ahondó en su condición policial y refrendó el mantra de Villarejo al decir que éste y el CNI han colaborado "desde que el mundo es mundo".

Apertura de nuevas piezas

También han prestado declaración protagonistas del caso imputados, de hecho, en otras piezas abiertas de la macrocausa, como ocurre con el comisario jubilado y exdirector del Centro de Investigación contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) José Luis Olivera, el cual dijo que todos los mandos policiales sabían de los negocios privados del comisario jubilado.

A todo ello hay que sumar la recusación de José Manuel Villarejo contra uno de los tres magistrados que integran el tribunal que le juzga. El comisario jubilado ha pedido hasta en dos ocasiones que aparten del tribunal al juez Fermín Echarri tras reconocer que se reunió con él a petición del CNI para buscar una "salida discreta" al problema judicial que tenía Abderramán el Assir, un comerciante de armas que se relaciona con Juan Carlos I.

Mientras el juicio avanza, la causa en la Audiencia Nacional no deja de crecer. Según han confirmado fuentes jurídicas a este medio, en los últimos meses se han abierto un par de piezas más llegando a sumar un total de 33. La última hace apenas una semanas relativa a un posible espionaje al antiguo cónsul de Letonia en Barcelona Xavier Viñals. El magistrado Manuel García Castellón indaga si fue una víctima más de los espionajes del comisario. Con todo, las fuentes explican que los investigadores trabajan ya en la apertura de nuevas piezas, aunque todas ellas menores.

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