Luis Muñoz, agente de la Policía Nacional de 31 años del distrito de Centro, acababa de terminar su jornada laboral. Estaba esperando el Metro en la estación de Embajadores mientras hablaba con su novia por teléfono. En ese momento vio como un hombre se precipitó sobre las vías. "Sin pensarlo me lancé a salvarle", explica en una entrevista a Vozpópuli.
Este policía acababa de terminar su turno, eran en torno a las 22.30 horas, cuando se dirigía a su domicilio. "Observé como un hombre se cayó a las vías del Metro y me lancé a por él sin pensarlo. Ví que no discurría ningún tren y me tiré y fui a socorrerle", recuerda.
Le protegió en un "pequeño hueco"
Justo en ese momento, sin previo aviso, comenzó a entrar un convoy en la estación. "Como no me daba tiempo físico a sacarlo ví una cavidad y decidí meterlo ahí. Yo me salí fuera automáticamente para que no me arrollara el tren", detalla. Un "pequeño hueco", como si de una película de acción se tratara, que salvó la vida de ese hombre que presentaba signos de embriaguez.
Una vez que el tren paró asistió a ese hombre que presentaba una herida sangrante en la cabeza, a consecuencia de la caída. Fue el primer efectivo que prestó ayuda al individuo. Después llegó el equipo sanitario de Samur-Protección Civil y más agentes de Policía Nacional. "Todo salió bien que es lo más importante", agradece.
Una actuación heróica que evitó un trágico desenlace. Así fue la intervención de este agente de Policía Nacional que salvó a un hombre de morir arrollado por el Metro. Finalmente, los agentes de la Policía Nacional arrestaron al hombre que se precipitó a las vías por un delito de desórdenes públicos y le trasladaron hasta un centro hospitalario para ser tratado de una herida en la cabeza causada por la caída. A día de hoy Luis no sabe nada del destino del herido. Tampoco ha recibido ningún mensaje suyo para agradecerle su actuación.
Días antes salvó a un anciano
Este policía, que lleva cuatro años en el Cuerpo y forma parte del Grupo de Atención al Ciudadano, es un habitual en las situaciones extremas. "Estando fuera de servicio ha sido la primera", confiesa. Semanas antes de este incidente en el Metro tuvo otra intervención de las que 'ponen los pelos de punta'.
Junto con un compañero tuvo que acudir al domicilio de un hombre mayor que amenazaba con suicidarse con un cuchillo de grandes dimensiones. "Incluso se cortó a la altura de la carótida y estaba en un estado muy agresivo. No quería que le ayudáramos", asegura. Luis utilizó técnicas de despiste y consiguió finalmente arrebatar el cuchillo al anciano.
