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El Liberal

Problemas para Mobike en L’Hospitalet

El incivismo de los clientes de Mobike ha generado quejas vecinales en L’Hospitalet.

Problemas para Mobike en L’Hospitalet de Llobregat, a donde llegó en septiembre de 2018 para llevar a cabo una prueba piloto de un año prorrogable. El servicio de bicicletas compartidas de la multinacional china acumula quejas de incivismo y de movilidad en la segunda mayor ciudad catalana.

Las protestas vecinales han obligado a la empresa a introducir modificaciones en su modelo de negocio, basado en la libertad de abandonar las bicicletas donde el usuario decida.

El cliente de Mobike puede prescindir de la bicicleta en el lugar que elija. La consecuencia de esa política es que, durante un año y un mes, clientes de la empresa han abandonado los vehículos en cualquier lugar de la ciudad –en el centro de una acera, pegadas a bancos públicos, en escaleras, en puertas de viviendas-,  unas prácticas incívicas que han  provocado quejas de asociaciones vecinales y de entidades que trabajan por el cumplimiento de los derechos de movilidad de las personas.

Nueva prueba piloto

El Ayuntamiento de L’Hospitalet, gobernado por Núria Marín (PSC), ya ha avisado a Mobike: no le renovará el contrato, que expira en diciembre, si no soluciona los problemas detectados; es decir, si no aplica los cambios en su modelo de negocio que la multinacional acaba de anunciar.

La concesionaria del servicio privado –equivalente al Bicing barcelonés- admite errores e introduce dos candados, una ‘app’ y más zonas de aparcamiento en la ciudad. Mobike, con nueve millones de bicicletas compartidas en 200 países, enfrenta en L’Hospitalet dificultades inéditas en su anadadura empresarial.

Asedio de bicicletas

Los vecinos denuncian que sufren el asedio de bicicletas que se abandonan a suerte, sin seguir recomendaciones como dejarlas sobre las aceras y en paralelo a los coches aparcados.

Las quejas relativas a la convivencia y la accesibilidad han forzado a la empresa a reorientar en L’Hospitalet un modelo empresarial que les funciona en el resto del mundo. Un sistema que se basa en la ausencia de estaciones como las que en Barcelona sirven para aparcar los 7.000 vehículos de Bicing. Un modelo que, sin la obligación de localizar un punto de aparcamiento, atrae más clientes, sobre todo a los jóvenes.

L’Hospitalet, una de las ciudades con mayor densidad poblacional de Europa, cuenta con 18.000 usuarios de Mobike en apenas un año. Según los datos proporcionados por la compañía, un 80% de los 2.000 viajes diarios en la ciudad han sido realizados por menores de 21 años.

Aparcar con libertad no funciona 

Mobike es un agente nuevo en una localidad en la que su modelo de aparcar con plena libertad, simplemente, no ha funcionado. Así lo admiten desde la compañía, que inicia ahora una nueva prueba piloto en la que una ‘app’ dará información útil al usuario al tiempo que dará al sistema datos sobre el comportamiento del usuario.

La no imposición de estacionar las bicicletas ha nutrido a Mobike de un mayor número de clientes en su tercera aventura en nuestro país, donde empezó por Madrid y Zaragoza. Sin embargo, le ha granjeado la oposición de plataformas vecinales.

Oposición activa en redes

Entidades como la Associació Coordinadora de Col·lectius de Persones amb Discapacitat y Sumem llevan a cabo una activa oposición contra el incivismo de los clientes de Mobike en las redes sociales, donde compilan y distribuyen imágenes de bicicletas fuera de lugar que en ocasiones rozan lo grotesco. La compañía ha anunciado su intención de mantener reuniones con las citadas asociaciones.

Mobike, que no facilita datos sobre la afectación del incivismo de sus abonados, asegura que ha introducido en su modelo empresarial tecnología que servirá para sancionar, a través de la tarjeta SIM de los teléfonos, a aquellos clientes que se resistan a estacionar las bicicletas en los aparcamientos que habilitará el Ayuntamiento en lugares aún por concretar.

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