En junio de 2022, España empezó a enviar gas a Marruecos por gasoducto por primera vez en su historia. La monarquía alauí lograba un rescate energético del Gobierno de Pedro Sánchez después de que su crisis diplomática con Argelia le dejase sin su gas. Un año y medio después, Marruecos es el país que más gas natural recibe de España, solo superado por Francia.
Las exportaciones de gas natural en esa dirección han aumentado un 61,9% en enero de 2024 frente al mismo año anterior. En total, según los datos de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores), 868 gigavatios hora (GWh) de gas a través del gasoducto Magreb-Europa.
Una tubería que, hasta octubre de 2021, bombeaba gas desde el yacimiento Hassi R'Mel, el más grande de Argelia, hasta entrar Tarifa, en Cádiz, regando de este hidrocarburo a Marruecos. Pero en el último año y medio, el uso del gasoducto va en la dirección contraria como parte de los acuerdos entre España y Marruecos.
Desde enero de 2023 hasta el pasado mes de enero, estas exportaciones se han situado en 9.804 GWh, un 51% más de lo que se envió a Portugal, e incluso, por primera vez, España ha enviado 1 GWh de gas natural licuado (GNL) a los puertos marroquíes. Las exportaciones españolas tienen en un 50% de los casos como destino a Francia, en un 13,8% Marruecos, un 9,1% van tanto a Portugal como a Italia y Puerto Rico es el otro destino relevante de estas exportaciones con un 5,5% de los envíos.
¿Está vendiendo España gas a Marruecos?
La respuesta que se da desde el sector gasístico es que “no”. El rescate del Gobierno de Pedro Sánchez al reino de Mohamed VI es a través de las infraestructuras. Como explican a Vozpópuli desde el sector, España pone al servicio de Marruecos, al igual que otros socios como Italia, su red de regasificación para los metaneros que compra para su suministro y el tramo de su gasoducto para que los barcos descarguen GNL en plantas como Huelva o Cartagena para que el gas natural se pueda enviar a través del Magreb. Una infraestructura que se está utilizando a un 90% de su capacidad máxima de exportación del gasoducto desde Tarifa.
Una actividad que Argelia revisa con lupa. Desde que el Gobierno de Sánchez anunciase en 2022 su intención de regasificar los metaneros contratados por Marruecos y enviarlo de vuelta al país vecino. Argelia amenazó entonces a España con cortar el contrato de suministro de gas natural si una molécula del gas que enviaba a España terminaba en Marruecos, país con el que rompió relaciones en agosto.
Moncloa aseguró entonces a Argel que Marruecos sólo recibirá el GNL que regasifique en España, en ningún caso gas de procedencia argelina.
Por ello, el Gobierno niega una y otra vez que el gas argelino, que sigue representando un 29,6% de su suministro, pueda ser redireccionado a Marruecos y ha activado un plan especial para evitar tal posibilidad.
Un riesgo en el suministro que, no obstante, sigue siendo menor que ese 19% que, según el último dato de Cores, sigue llegando a las regasificadoras españolas con origen ruso.
Aunque para el Departamento de Seguridad Nacional de España “la situación de España es diferente a la del conjunto de la Unión, la dependencia de Rusia a nivel energético es mucho menor”.
“La posición geográfica de la Península Ibérica, las notables capacidades de regasificación instaladas y las conexiones existentes vía gasoducto entre Argelia y España, dotan al país de una significativa capacidad de entrada de gas natural de fuentes distintas a Rusia”, explica el organismo dependiente de Presidencia del Gobierno en su último informe. Una capacidad que le permite cumplir los acuerdos con su vecino del sur.