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MOTOR / PRUEBA

X-Trail, CX-60 y GLC: tres SUV con etiqueta ECO y mecánicas muy diferentes

Los tres modelos de Nissan, Mazda y Mercedes coinciden en la tecnología micro híbrida, pero a partir de ahí ofrecen propulsores muy diferentes que marcan la personalidad de cada uno.

Todos tienen etiqueta ECO, pero sus sistemas de propulsión poco tienen que ver entre sí.

Los sistemas microhíbridos están siendo una de las soluciones más sencillas para lograr la etiqueta medioambiental ECO de la DGT, unos sistemas presentes en estos tres modelos pero asociados a mecánicas muy diferentes, sobre todo en el caso del Nissan X-Trail, cuyo sistema híbrido resulta más "eléctrico" que los de Mercedes y Mazda, esta última con una disposición técnica poco habitual, un diésel de seis cilindros y con tracción trasera.

Mercedes-Benz GLC 220d

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La segunda generación del GLC mantiene un diseño no muy alejado del anterior, aunque crece ligeramente para llegar hasta los 4,72 metros de longitud, cambia más a fondo en el interior ahora mucho más sofisticado con las nuevas pantallas que recorren todo el salpicadero y monta los nuevos motores híbridos enchufables que destacan por una autonomía en modo eléctrico que ya anuncian más de 100 kilómetros gracias a las nuevas baterías de mayor capacidad.

Pero de toda la oferta del GLC, este diésel ECO 220d de 197 CV da la sensación de ser una de las opciones más equilibradas, por precio, rendimiento y agrado. Tiene empuje desde bajo régimen, funciona con suavidad en ciudad y da una capacidad de aceleración suficiente para todo tipo de conducción, incluso muy dinámica.

El sistema eléctrico funciona a 48 voltios y cuenta con un motor eléctrico más potente de lo habitual, de 23 CV y 200 Nm, que puede apoyar al motor de combustión en momentos puntuales. No mueve al GLC por sí mismo, pero sí permite que en determinados momentos en los que no se pisa el acelerador te puedas desplazar con el motor diésel apagado, minimizando por ello los consumos.

Tras un largo recorrido a sus mandos, la sensación que nos transmite es la de un GLC ahora más dinámico y confortable que destaca por un mejor tacto al volante cuando nos movemos a buen ritmo sobre carreteras viradas. Entra en curva con facilidad y mantiene el paso por la misma sin grandes balanceos de carrocería que condicionen la conducción, aunque no es tan reactivo como un X3 por ejemplo.

Los 197 CV se sienten pero de una forma muy progresiva, no es un motor de un tirón apreciable pero sí gana velocidad con fluidez aunque no lo transmita por la suave respuesta. En los cerca de 400 kilómetros realizados a buen ritmo, el consumo marcado ligeramente inferior a los 7 l/100 km da la sensación de ser un valor muy representativo de lo que puede ofrecer en una conducción normal, sin buscar la máxima eficiencia posible.

El confort de marcha es otro de sus fuertes, por calidad de rodadura y capacidad de la suspensión de filtrar irregularidades. Deslumbra en cierta medida por un interior mucho más vanguardista, con una calidad muy elevada y un diseño marcado por esas nuevas pantallas de grandes dimensiones, sobre todo la de la consola central dispuesta en posición vertical. La de la instrumentación es de 12,3 pulgadas y tiene tres configuraciones diferentes para mostrar los datos: Clásico, Deportivo y Discreto.

El habitáculo de este nuevo GLC da la sensación de ser más amplio que el del modelo anterior, sobre todo en las plazas traseras, con un maletero que crece de tamaño de forma notable, pues llega a los 600 litros de capacidad, 50 más que antes, en este diésel microhíbrido, cifra que en los enchufables baja hasta 470 litros.

FICHA TÉCNICA:

VERSIÓN GLC 220d 4Matic; MOTOR Diésel, 4 cilindros, turbo + eléctrico de 23 CV; CILINDRADA 1.993 cm3; BATERÍA - kWh; POTENCIA CONJUNTA 197 CV; PAR MÁXIMO 440 Nm; CAMBIO Automático de 9 vel.; VELOCIDAD MÁXIMA 219 km/h;  ACELERACIÓN 0-100 KM/H 8,0 s; CONSUMO EN RECORRIDO PRUEBA 6,6 l/100 km; AUTONOMÍA 930 km; DIMENSIONES 4.716 / 1.890 / 1.640 mm; PESO 2.000 kg; MALETERO 600 l; PRECIO 62.700 €

Mazda CX-60 e-Skyactiv D

La marca japonesa va en cierta manera por libre, alejada de las corrientes que marcan al sector del automóvil, especialmente el europeo, prácticamente focalizado en la electrificación y dejando de lado con cierta premura los motores de combustión que tanto han contribuido a hacer de la industria del viejo continente una referencia mundial.

Pero Mazda va a lo suyo desde hace tiempo. Ahora, en plena demonización “europea” de los motores de combustión, en especial los diésel, Mazda se destapa con un diésel además muy especial, diferente, con nada menos que seis cilindros y además con tracción trasera. Si duda se agradece el atrevimiento, y este CX-60 es sin duda un SUV muy especial y que se disfruta mucho a sus mandos.

Y es que este nuevo e-Skyactiv D consiste en un bloque de seis cilindros en línea de 3,3 litros, toda una novedad para Mazda. Se complementa con el sistema de micro hibridación de 48V para ofrecer altas prestaciones y, sobre todo, un consumo de combustible ajustado. Según Mazda, podría cumplir con holgura la polémica normativa de emisiones Euro 7.

En el interior, se respira sobre todo calidad desde un diseño cuidado pero en absoluto cargado, una sencillez basada en un diseño limpio, en cierto modo minimalista, pero muy funcional manejando casi todas las funciones bien desde el volante bien desde la ruleta sobre la consola central incluyendo diferentes botones de rápido acceso. Además, ofrece mucha amplitud, y cinco adultos pueden viajar con enorme confort y con un maletero amplio, de formas muy fácilmente aprovechables y casi 600 litros de capacidad.

En marcha, se mueve enseguida a altos ritmos con facilidad, con un empuje más que intenso muy progresivo, enmascarando esa intensa respuesta que llega de sus 200 CV y sus 450 Nm de par. Transmite un notable aplomo a elevados ritmos y muestra un tacto de dirección muy preciso para tratarse de un SUV de dos toneladas de peso. Se siente estable en apoyos en curva y permite viajar con altísimo confort al menos sobre trazados de buen asfalto.

Su tracción trasera se llega a sentir cuando pisas a fondo el acelerador en curva y el asfalto está mojado, pero en condiciones normales hace muy fácil la conducción entrando con viveza en curva y manteniendo la trazada con precisión dentro de lo que supone su elevado peso y dimensiones.

FICHA TÉCNICA:

VERSIÓN CX-60 e-Skyactiv D Exclusive Line RWD; MOTOR Diésel, 6 cilindros, turbo + eléctrico de 17 CV; CILINDRADA 3.283 cm3; BATERÍA 0,33 kWh; POTENCIA CONJUNTA 200 CV; PAR MÁXIMO 450 Nm; CAMBIO Automático de 8 vel.; VELOCIDAD MÁXIMA 212 km/h;  ACELERACIÓN 0-100 KM/H 8,4 s; CONSUMO EN RECORRIDO PRUEBA 7,9 l/100 km; AUTONOMÍA 544 km; DIMENSIONES 4.745 / 1.890 / 1.680 mm; PESO 1.907 kg; MALETERO 570 l; PRECIO 47.200 €

Nissan X-Trail e-Power

Es sin duda el menos convencional de los tres en cuanto al sistema de propulsión, un sistema híbrido pero que funciona de una manera diferente a lo habitual, pues el motor de gasolina nunca impulsa por sí mismo las ruedas, sino que son los dos motores eléctricos, uno por eje, que necesitan al de combustión para que constantemente cargue las baterías que les hace funcionar.

Así, el sistema e-POWER está compuesto en el caso de este e-4orce de tracción total por dos motores eléctricos que mueven el coche, una batería de poca capacidad (2,1 kWh) y un motor de gasolina cuya finalidad exclusiva es hacer de generador.

El resultado al ponernos en marcha es sobre todo que estamos ante un híbrido muy “eléctrico”, pues el motor de gasolina apenas se siente y el nivel de ruido que se genera durante la conducción es muy leve incluso cuando se acelera con decisión. No llega a ser silencioso como un eléctrico puro, pero la suavidad de conducción está muy próxima.

La entrega de potencia llega de manera muy progresiva, con un funcionamiento muy agradable en todo momento, ya sea en una conducción diaria en ciudad o en un largo viaje por carretera. En condiciones normales, el sistema gestiona de forma automática la entrada en funcionamiento del motor de gasolina, dependiendo del estado de carga de la batería y también de la aceleración que solicite el conductor.

Al iniciar la marcha siempre lo hace en pleno silencio durante los primeros metros, aunque pulsando un botón específico de modo eléctrico puede alargarse durante unos dos o tres kilómetros a baja velocidad hasta que la batería se descarga y comenzamos a sentir al motor de gasolina.

En una conducción de este tipo, suave y a baja velocidad en el entorno urbano, se logran consumos contenidos, en torno a los 6 l/100 km, algo que no sucede luego en carretera, en donde a poco que circulemos a ritmos alegres no es fácil bajar de los 8 l/100 km. Y es que el consumo en carretera quizá sea el punto menos positivo.

Lo que sí resulta es muy confortable en largas distancias, un SUV que se disfruta más de viaje que entre curvas, terreno este donde peso e inercias fruto de unas suspensiones suaves no le hacen especialmente ágil, aunque se defiende suficientemente bien para poder mantener un buen ritmo sobre trazados virados.

Pero como hemos dicho, resulta destacable su confort de marcha, tanto por suspensiones como por un interior amplio, de buena calidad de acabados y asientos muy cómodos por dimensiones y calidad. Detrás hay espacio suficiente para acoger con cierta holgura a tres ocupantes, con una tercera fila opcional algo complicada en su acceso y que sirve sobre todo para niños. El maletero, como cinco plazas, roza los 600 litros.

FICHA TÉCNICA:

VERSIÓN X-Trail 1.5 e-Power e-4orce N-Connecta; MOTOR Gasolina, 4 cilindros, turbo + 2 eléctricos de 204 y 128 CV; CILINDRADA 1.498 cm3; BATERÍA 2,1 kWh; POTENCIA CONJUNTA 213 CV; PAR MÁXIMO 525 Nm; CAMBIO Automático, de 1 vel.; VELOCIDAD MÁXIMA 180 km/h;  ACELERACIÓN 0-100 KM/H 7,0 s; CONSUMO EN RECORRIDO PRUEBA 7,9 l/100 km; AUTONOMÍA 690 km; DIMENSIONES 4.680 / 1.840 / 1.710 mm; PESO 1.908 kg; MALETERO 575 l; PRECIO 47.850 €

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