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Dos nuevos SUV, GLB 200 y Eclipse Cross PHEV: ¿gasolina o híbrido enchufable?

Los SUV siguen siendo la primera opción de compra en España. Cada vez con mayor variedad en la oferta, gasolina e híbridos enchufables son ahora las opciones que más atractivo presentan.

Eclipse Cross y GLB son modelos del segmento SUV pero muy diferentes en muchos aspectos.

El segmento SUV resulta cada vez más variado. Crece su demanda al ritmo que las marcas aumentan la oferta con productos cada vez más diferenciados, para bien del usuario que tiene múltiples opciones ahora para elegir. Además de tamaños de todo tipo, las personalidades de unos y otros están cada vez más diferenciadas, y modelos del mismo segmento y precio también parecido como es el caso del GLB de Mercedes y el Eclipse Cross de Mitsubishi ofrecen a sus mandos sensaciones muy diferentes.

No es extraño que sea ya el segmento con mayor número de matriculaciones en nuestro mercado, y que su demanda siga creciendo ganando año a año cuota de mercado. Y si otrora la mayor parte de las ventas se correspondían con versiones diésel, ahora gasolina e híbridos enchufables ganan cada vez más protagonismo.

Mercedes-Benz GLB 200

Motor de gasolina con 163 CV y etiqueta C.

Mide 4,6 metros de longitud, unas dimensiones que permiten al GLB disfrutar de un interior de hasta siete plazas, una de sus señas de identidad y uno de sus reclamos para familias que necesitan, al menos esporádicamente, disponer de esos siete asientos. Es dos centímetros más corto, casi seis cm más estrecho y apenas uno más alto que el GLC, pero tiene un interior más amplio y aprovechable pues la segunda fila de asientos se puede desplazar 14 centímetros en sentido longitudinal para adaptar a voluntad el espacio para las piernas de los pasajeros y el maletero, que puede llegar hasta los 760 litros. Además, los respaldos cuentan con varios ajustes de inclinación para lograr reforzar el confort en largos desplazamientos, aunque tres adultos notarán cierta falta de anchura.

A sus mandos encontramos una postura muy cómoda y un diseño muy agradable a la vista, con una instrumentación y un sistema multimedia que se ven en dos pantallas digitales contiguas que pueden ser de hasta 10,25 pulgadas y completamente configurables. El sistema operativo es el MBUX, el más avanzado a día de hoy de Mercedes-Benz, capaz de reconocer comandos vocales con notable eficacia.

Aunque comparte plataforma con el Clase A, la conducción del GLB resulta muy distinta, con un enfoque mucho más confortable y en línea con el planteamiento familiar que siempre ha caracterizado a la marca de la estrella. Por su altura y puesta a punto de suspensiones, sus trazados preferidos con las autovías o las amplias carreteras de ritmo alto, en donde se desenvuelve con mucha eficacia. Porque en tramos muy virados, de frenadas y cambios de dirección constantes, se siente poco ágil y prefiere una conducción más fluida para que el balanceo no sea muy acusado.

La suspensión de serie tiene un ajuste equilibrado, ni muy duro ni muy blando, y cumple con su función de manera notable en trazados abiertos, proporcionando un alto nivel de confort a los pasajeros y a la vez evitando que los movimientos de la carrocería sean muy grandes al abordar una curva a alto ritmo. Para una mejor dinámica de conducción, está la suspensión opcional con amortiguadores adaptativos, que permite desenvolverse en tramos virados de forma más eficaz.

Esta versión 200 de gasolina se ajusta muy bien a la carrocería del GLB con sus 163 CV. Además de suficiente nivel de prestaciones, ofrece un buen grado de refinamiento junto al cambio automático de doble embrague, que gestiona de forma eficaz la potencia disponible según la conducción. Un motor desarrollado en colaboración con Renault y que la marca francesa utiliza en muchos de sus modelos. Mueve con soltura al GLB en carretera, resulta agradable en ciudad a baja velocidad y mantiene cifras de consumos muy ajustadas mientras no busquemos una conducción muy deportiva.

En carretera mantiene sin problemas velocidades de crucero altas y a la hora de realizar adelantamientos gana velocidad con rapidez suficiente para hacer la maniobra con seguridad. También afronta los tramos en subida sin venirse abajo, aunque en parte por el buen funcionamiento del cambio automático, que ajusta con rapidez la marcha más adecuada para mantener el ritmo que llevamos.

La dirección permite un manejo muy confortable en ciudad, pero su tacto entre curvas a alto ritmo no es excesivamente preciso y transmite poca información al volante. Es posible modificar el nivel de asistencia según el modo de conducción, pero el tacto no termina de ser todo lo preciso que es en muchos otros modelos de la marca de corte, eso sí, menos familiar que este GLB.

FICHA TÉCNICA:

VERSIÓN GLB 200; MOTOR Gasolina, 4 cilindros, turbo; CILINDRADA 1.333 cm3; POTENCIA MÁXIMA 163 CV a 5.500 rpm; PAR MÁXIMO 250 Nm a 1.620 rpm; VELOCIDAD MÁXIMA 207 km/h;  ACELERACIÓN 0-100 KM/H 9,1 s; CONSUMO EN RECORRIDO PRUEBA 7,4 l/100 km; AUTONOMÍA 702 km; DIMENSIONES 4.634 / 1.834 / 1.659 mm; NEUMÁTICOS 225/45 R 18; PESO EN VACÍO 1.555 kg; MALETERO 570-760 l; PRECIO 43.285 €

Mitsubishi Eclipse Cross PHEV

Motor de gasolina más dos eléctricos que permiten unos 50 km de autonomía.

La nueva gama del Elipse Cross está marcada por dos novedades, un diseño exterior e interior que varía de manera notable respecto al anterior y la llegada de la versión híbrida enchufable que se convierte en la única opción disponible. Una versión PHEV que tiene 188 CV de potencia y una autonomía en modo eléctrico de 45 kilómetros y, por tanto, con distintivo 0 emisiones de la DGT. Por dentro, la consola tiene un nuevo aspecto gracias al reemplazo de la pantalla del sistema multimedia por una de mayor tamaño y la eliminación de la superficie táctil para manejarla que había entre los asientos. La nueva pantalla táctil tiene dos mandos para usar con facilidad algunas funciones. El maletero, por su parte, gana volumen hasta los 404 litros de capacidad, 26 más que el modelo anterior debido al aumento del voladizo posterior.

El sistema híbrido está compuesto por un motor de gasolina de 2,4 litros y 98 CV y dos motores eléctricos, uno de 82 CV que mueve las ruedas delanteras junto al de gasolina y otro de 95 CV que acciona las traseras para proporcionar tracción total. La batería es de iones de litio y tiene 13,8 kWh de capacidad, por lo que en una toma de corriente doméstica, a 2,3 kW, necesita unas 6 horas para recargarla por completo.

Como en la casi todos los híbridos enchufables, el funcionamiento en ciudad y alrededores en el día a día es muy agradable por el bajo nivel de ruido que muestra y por la facilidad con la que gana velocidad gracias a la inmediata respuesta del motor eléctrico. Con la batería cargada al máximo, hemos podido cubrir en varias ocasiones algo más de 40 kilómetros antes de agotarse en una conducción más o menos eficiente, sin bruscas aceleraciones. Pero incluso al agotarse, el consumo de combustible puede ser muy bajo si mantenemos este tipo de conducción suave pues sigue actuando el motor eléctrico apoyando al de gasolina. Un modelo interesante por su economía de consumo si disponemos de un punto de recarga accesible en el domicilio.

Al volante, el Eclipse Cross se siente ágil entre el tráfico, aunque la capacidad de aceleración que proporciona el conjunto no es la que se espera de sus casi 190 CV cuando pisamos a fondo el acelerador. Se puede elegir entre dos modos de gestión de la energía, llamados «normal» (modo híbrido) y «EV» (modo eléctrico), y arranca en modo normal por defecto, aunque si la batería tiene carga, el uso del motor de combustión es mínimo.

Además, es posible activar otras dos funciones, llamadas SAVE y CHARGE, que sirven para mantener la carga de la batería a un nivel determinado y para cargarla utilizando el motor de combustión a modo de generador, necesitando una media hora para cargarla hasta un 80%). Con las levas que hay detrás del volante, es posible modificar la intensidad de la frenada regenerativa en seis niveles distintos que marcan mucho la conducción según el que seleccionemos.

En carretera, se mueve también con viveza, aunque no es un SUV especialmente dirigido a quienes gusten de disfrutar de una conducción muy dinámica. Sí destaca en el confort y calidad de rodadura que proporciona fruto de una suspensión de ajuste más bien blando que filtra las irregularidades del asfalto con delicadeza. A cambio, la carrocería balancea un poco más que en otros SUV más dinámicos, pero permite desenvolverse entre curvas con soltura. Sin ser especialmente preciso de dirección y firme de amortiguación, sientes como apoya en curva permitiendo cierta viveza en el paso por curva por su buen aplomo, aunque sintiendo como la carrocería inclina más que en otros rivales como el Skoda Karoq por ejemplo.

FICHA TÉCNICA:

VERSIÓN Eclipse Cross PHEV Kaiteki + 4WD; MOTOR Gasolina, 4 cilindros + 2 eléctricos de 82 y 95 CV; CILINDRADA 2.360 cm3; BATERÍA 13,8 kWh; POTENCIA CONJUNTA 188 CV; PAR MÁXIMO 193 Nm; VELOCIDAD MÁXIMA 162 km/h;  ACELERACIÓN 0-100 KM/H 10,9 s; CONSUMO EN RECORRIDO PRUEBA 7,9 l/100 km; AUTONOMÍA 544 km 43l; DIMENSIONES 4.545 / 1.805 / 1.685 mm; NEUMÁTICOS 225/55 R 18; PESO EN VACÍO 1.985 kg; MALETERO 404 l; PRECIO 41.500 €

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