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Comunidad Valenciana

Catalá pide unidad frente a Lim pero sólo se dará con un convenio que blinde un estadio 5 estrellas

La sentencia del TSJ que confirma la caducidad de la ATE obliga a mover ficha a los grupos del Ayuntamiento. Vox se desmarca de las fichas y del convenio: quiere la ejecución subsidiaria

La alcaldesa de Valencia, María José Catalá EP

La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, ha pedido unidad a los grupos políticos municipales frente a la parálisis a la que Peter Lim ha sometido a la finalización del nuevo estadio del Valencia CF. "Es un proyecto de ciudad", ha asegurado tras conocer que el TSJ valenciano ha confirmado la caducidad de la Actuación Territorial Estratégica (ATE) de la que disponía Lim y que suponía beneficios urbanísticos en la permuta de Mestalla al nuevo estadio.

Catalá quiere conocer próximamente la opinión de los diferentes portavoces políticos al respecto de si votarán a favor o no (en la comisión de Urbanismo y en el pleno) de las fichas urbanísticas.

En ellas se establece que Lim abone el pago del pabellón deportivo de Benicalap antes de poder vender una parcela aneja al solar del nuevo estadio y también que debe finalizar el estadio de la avenida de las Cortes Valencianas antes de disponer del suelo terciario y residencial del solar donde se ubica actualmente el campo de Mestalla.

La clave es el convenio

Ahora bien, para que los grupos políticos puedan ir en bloque (salvo Vox) se debe dar un requisito más. Y es que tanto Compromís como PSPV consideran que junto a las fichas urbanísticas se debe aprobar el convenio que refleje la necesidad de que el nuevo estadio sea 5 estrellas, tal y como se exigía en el convenio entre el Valencia CF y el consistorio de la cuidad.

El planteamiento de Peter Lim en los últimos meses ha sido el de hacer un recinto sin cubrir al 100% y con un aforo de 66.000 asientos, ampliable, que no es tampoco el de 70.000 que se marcaba en ese convenio.

La fachada icónica ha desaparecido del proyecto del Valencia CF pero el Ayuntamiento se quiere asegurar que el estadio nuevo sea un reclamo para los visitantes por she runa obra arquitectónica importante para la capital del Turia, así como el uso sea compartido cuando sea necesario.

Catalá ha calificado el proyecto como un "proyecto conjunto de ciudad", por lo que no puede valer cualquier estadio. Sin embargo, quiere que Compromís y PSPV se descaren ya sobre qué votarían porque "son sus fichas urbanísticas" y ha advertido que "estoy harta de jugar al gato y al ratón".

Satisfacción por la sentencia

La única unidad garantizada a día de hoy es la "satisfacción" que PP, PSPV, Compromís y Vox han mostrado ante la sentencia del TSJ. "Valida la postura del Ayuntamiento. Es importante cumplir los plazos" (María José Catalá); "defiende los intereses de la ciudad y demuestra que teníamos razón (Sandra Gómez); "protege a los valencianistas de Lim que sólo ha hecho que estafar a esta ciudad (Papi Robles); y "la sentencia del TSJ demuestra que Lim es un incumplido recalcitrante" (Juanma Badenas).

Más allá de los matices, ahora falta por ver si PP, Compromís y PSPV consiguen ponerse de acuerdo en la aprobación de las fichas urbanísticas para que Peter Lim dé la orden de reanudar los trabajos en el nuevo estadio. Antes deben marcarse unos condicionantes que ahora mismo no son los mismos para Catalá que para Gómez y Robles.

Vox pide la ejecución subsidiaria

Vox, por su parte, sigue enrocado en su postura de cerrar todas las puertas a Peter Lim y exige la ejecución subsidiaria para que otro promotor acabe el nuevo estadio con las características recogidas en el anterior convenio y que luego la factura se le gire al Valencia CF.

Las próximas semanas van a ser clave para ver si el Ayuntamiento es capaz de presionar con unidad a Lim ahora que es el único interlocutor válido con el Valencia CF para esta cuestión. La Generalitat que preside Carlos Mazón ya queda fuera de la ecuación al caducar la ATE que sí impulsó el Gobierno autonómico.

Mazón, en cualquier caso, ha asegurado hoy que "apoyaremos absolutamente la estrategia que decida la alcaldesa y el Ayuntamiento de Valencia". La consellera de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio, Salomé Pradas, es la persona designada por Mazón para ayudar a que este conflicto pueda solucionarse.

El futuro de Valencia como sede del Mundial 2030 queda, mientras, totalmente en el aire. Agosto es la fecha tope en la que la FIFA esperará a una sede que le interesa incluir en su relación de aspirantes pero a la que no va a esperar eternamente.

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