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Economía

Rafael del Pino, el hijo rebelde de la 'beautiful people' que dobló el pulso a Pedro Sánchez

El presidente de Ferrovial dio el golpe empresarial de este 2023 con su decisión de trasladar la sede de la compañía a Países Bajos

Rafael Del Pino
Rafael Del Pino, presidente de Ferrovial.

De hijo de a patriarca. Rafael del Pino Calvo Sotelo ha vuelto a hacer gala de su personalidad implacable este 2023 con la decisión de mudar la sede de Ferrovial de Madrid a Amsterdam. Un acto de rebeldía contra el nuevo establishment nacional más que llamativo viniendo de un heredero de la beautiful people como lo es el hijo de Rafael del Pino Moreno y Ana María Calvo Sotelo, hermana del expresidente del Gobierno. No tan sorprendente para quienes conocen de cerca al presidente de la principal compañía de infraestructuras del Ibex. Un hombre discreto, poco ostentoso de la que se ha consolidado este año como la tercera mayor fortuna de España a la par de la revalorización de sus acciones en Ferrovial.

Quienes opinan desde la distancia le achacan un profundo individualismo desagradecido con el país donde cobró vida la empresa de su padre hace más de 70 años. Otros, más cercanos a él, admiran su obstinación de libertad y atribuyen a su liderazgo nato la apuesta de defender los intereses de Ferrovial sobre cualquier presión política desde la Moncloa de Pedro Sánchez...e incluso, de su propia familia. Significativo es, en este sentido, el voto contrario a la mudanza a Países Bajos de su hermano Leopoldo.

"Para ser un concesionario de obras de Renfe, como lo empezó siendo Ferrovial desde sus orígenes...la verdad que lo suyo no son los negocios regulados, siempre le ha gustado más el riesgo de competir y ganar en libertad, tiene esa espina", dice alguien con llegada al hoy presidente de Ferrovial. "No le gusta ostentar, pero otra cosa es que se crea menos que alguien, tiene un carácter fuerte", añade, en relación a sus vaivenes con el Gobierno. Una relación que quedó tocada hasta la inexistencia en los últimos meses.

Sucesión familiar con el foco en Estados Unidos

A sus 65 años, Del Pino trabaja ya en su sucesión con una empresa expuesta en un 93% a inversiones comprometidas en Estados Unidos hasta 2027. El país de la libertad ha dejado huella en él desde que allí se formara con una MBA en la Escuela de Negocios del Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT), reconocida como una de las más potentes del mundo.

Esa formación, así como un paso por el mayor fondo de inversiones inmobiliarias del mundo, Blackstone, fueron moldeando al heredero de Del Pino Moreno, un símbolo de la 'beautiful people' de los 80s. Su hijo se alejó de las ostentaciones y se centró en estudiar y potenciarse, hasta alcanzar el puesto de consejero delegado de Ferrovial a los 34 años.

Un cargo de responsabilidad dentro del que tuvo que sobreponerse a la trágica muerte en un accidente de barco de su entonces esposa, Cristina Fernández-Fontecha, madre de sus primeros tres hijos, entre ellos, Ignacio del Pino, al que el entorno de Rafael sitúa como su sucesor. A sus 36 años, Ignacio acumula un camino similar al de su padre: una licenciatura en Ingeniería Mecánica en el mismo MIT, 'expertise' en los americanos JP Morgan y Oaktree, y actualmente, los roles de director financiero de Ferrovial y su representante legal en Países Bajos tras un paso por la filial de autopistas, Cintra -al igual que su padre-. En septiembre, se casó con la abogada Pilar Montes Yebra, una boda a la que acudieron personalidades del mundo empresarial como José Manuel Entrecanales, Alberto Cortina, Alberto Alcocer, Gabriel Escarrer o Borja Prado.

Fue dos años después de la muerte de su primera mujer que Rafael del Pino asumió todas las responsabilidades de su padre para convertirse en presidente de Ferrovial

Fue dos años después de la muerte de su primera mujer que Rafael del Pino asumió todas las responsabilidades de su padre para convertirse en presidente de Ferrovial. Y ello, a la par de liderar la salida a bolsa de la empresa familiar con un argumento que recuerda al esgrimido para mudarse, 23 años después, a Amsterdam: mayor acceso al mercado de capitales para captar financiación con la que potenciar el crecimiento más allá de sus fronteras originales. Una filosofía en línea con la que promueve la fundación familiar, preocupada por el impulso de los principios capitalistas.

"El tiempo dirá", dicen desde el entorno del presidente de Ferrovial sobre los próximos pasos de la compañía. Entre los que no se puede descartar, a medio o largo plazo, un abandono del Ibex para potenciar la capitalización en Estados Unidos, el parqué al que se quiere llegar este 2024 desde Holanda. "La españolidad es importante y aquí seguiremos trabajando, pero la empresa tiene que respetar a sus accionistas".

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