La subida de precios generalizada torpedea las reservas turísticas de última hora. En el verano de la recuperación, los hoteles contaban con que una parte de las reservas se hiciera en el último momento, sobre todo por aquellos viajeros pendientes de la situación sanitaria. No obstante, el aumento de los precios tanto en alojamiento como en combustible está haciendo que estos viajes de última hora no se produzcan de la forma prevista.
Así, y aunque los empresarios turísticos no están detectando todavía cancelaciones de las vacaciones, sí que han observado cómo no llegan tantas reservas nuevas. "El sector turístico se ve afectado por el fenómeno de la inflación, sobre todo porque las vacaciones se pueden posponer o eliminar, para atender primero las necesidades básicas", explica en conversación con Vozpópuli el presidente de la patronal Cehat, Jorge Marichal.
Desde las empresas hoteleras, la tendencia está siendo clara: "No se están produciendo cancelaciones ex profeso, puesto que muchas de las reservas de nuestros hoteles son hechas con mucha anterioridad y se beneficiaron de las condiciones económicas de otros momentos, pero sí que hay ralentización en la toma de decisiones de última hora, porque la gente tiene ahora el presupuesto más ajustado".
Según Marichal, esta "ralentización" ha venido propiciada "no solo por el incremento de costes en general, sino por el transporte. En el caso de personas que se desplazan en su vehículo propio, y que toman más tarde la decisión de hacerlo, el precio del combustible está haciendo que se lo piensen dos veces, porque las condiciones económicas han cambiado".
Desde las agencias de viajes, fuentes de Ceav confirman que quienes reservaron con antelación "pagaron precios ventajosos, pero son los que van a reservar ahora, con poco tiempo, los que se los encuentran más altos". Esta tendencia, sumada a las alarmas que ya han encendido algunos expertos sobre la peor situación económica de cara al otoño, está haciendo que, en algunos casos, la decisión de ir de vacaciones se posponga o anule.
En líneas generales, no obstante, tanto los expertos del sector como el propio Gobierno no creen que la inflación vaya a impactar este verano en la recuperación turística. De hecho, según los datos que maneja el departamento que dirige Reyes Maroto, el incremento de los precios no está frenando aún la demanda turística, que se asemeja a la de 2019 tanto en turistas internacionales como en turismo nacional.
Los precios más caros
Ir de vacaciones es, según los datos públicos, más caro que antes la pandemia. De este modo, aunque la tendencia de incremento de precios sobre el mismo periodo de 2019 se ha venido registrando en los últimos meses, se espera que sea más notoria durante los meses del periodo estival, como está pasando con el segmento de los restaurantes.
Según la encuesta de coyuntura turística hotelera, publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), los hoteles facturaron en mayo 95,3 euros de media por habitación ocupada (ADR). Esto se traduce en un aumento de cerca del 15% respecto al mismo mes de 2019, el último del periodo prepandemia, cuando los establecimientos ingresaron 83,5 euros de media por el mismo concepto. Además, significa un incremento del 24,5% respecto al año pasado.
