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Economía

2023: el año en que Orange y MásMóvil crearán un operador más grande que Telefónica

La fusión entre ambas compañías generará un gigante con más clientes que Telefónica, historicamente el mayor operador por este concepto

Logos de Orange y MásMovil
Logotipos de las compañías Orange y Masmóvil

Orange y MásMóvil firmaron en 2022 un acuerdo en virtud del cual se fusionarían en una única compañía, de la que aún no ha trascendido el nombre, para alumbrar el que será el primer operador español atendiendo al volumen de clientes.

La joint venture reunirá un total de 7,1 millones de clientes de banda ancha fija en España, 24,8 millones de clientes de móvil y 1,5 millones de usuarios de televisión de pago, con una red de fibra óptica capaz de alcanzar 16 millones de hogares y oficinas. En total, la fusión concentrará 33,4 millones de usuarios.

En 2021 Telefónica cerró con 5,9 millones de clientes de banda ancha fija, 18,9 millones de móvil y 4 millones de usuarios de televisión de pago, con lo que su base de líneas es de 28,8 millones. La diferencia es de 4,6 millones de clientes respecto a la suma de Orange y MásMóvil. Además, a esta cifra hay que sumar lo que logre captar MásMóvil, segundo operador por ritmo de captación de clientes (solo por detrás de Digi Mobil), en 2023. Se espera que la fusión entre Orange y MásMóvil sea una realidad a finales de año.

No sucede lo mismo si hablamos de facturación. Telefónica seguirá siendo la primera con puño de hierro. El operador dirigido por José María Álvarez-Pallete facturó en 2021 un total de 12.417 millones de euros en nuestro país. La suma de los ingresos de Orange y MásMóvil en España es de alrededor de 7.300 millones de euros.

Mucho más lejos, relegado a la tercera posición, quedará Vodafone. El gigante inglés facturó en 2021 en España 4.180 millones de euros, lo que le sitúa a varios millones de distancia de sus competidores, facturando algo menos de la mitad que la futura fusionada -siempre que Bruselas autorice la operación- y tres veces menos que Telefónica. Se avecinan tiempos complicados para el operador de origen inglés.

La deuda de la entidad fusionada ascenderá hasta los 12.000 millones de euros. En 2021 todo el Grupo Orange tenía unos compromisos financieros de poco más de 24.269 millones de euros en 2021, por los en torno a 28.900 millones de deuda que tiene Telefónica a escala global. Son cifras que ponen de relieve la alta deuda con la que nacerá el nuevo operador de telecomunicaciones

La deuda de Orange y MásMóvil

La joint venture nace con una fuerte deuda. La intención una vez se cierre la operación es adjudicar a los accionistas un total de 5.850 millones de euros, de los cuales una cantidad más que razonable irá a parar a los bolsillos de la cúpula de MásMóvil. No será la primera vez que reciben varios millones de euros gracias a las acciones. En 2015 los directivos del operador amarillo recibieron 60 millones de euros. Meinrad Spenger, su director general, se llevó 15 millones del total tras lograr cuadruplicar el valor de los títulos de la corporación. En varias ocasiones ha cobrado bonus millonarios tras impulsar el crecimiento en ingresos y el valor el parqué de la compañía, que ha comprado varios operadores para crecer. Lo ha hecho con la ayuda del músculo financiero de los fondos a los que pertenece (Cinven, Providence y KKR).

Para financiar esos 5.850 millones de euros con los que premiará a los accionistas la compañía ha firmado un préstamo sindicado con varias entidades bancarias que asciende a 6.600 millones de euros, lo que elevará la deuda de la sociedad conjunta hasta los 12.000 millones de euros. Para poner en contexto la cifra, cabe destacar que en 2021 todo el Grupo Orange tenía unos compromisos financieros de más de 24.269 millones de euros en 2021, por los en torno a 28.900 millones de deuda que tiene hoy Telefónica al completo.

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  • U
    unidospode0S

    Telefónica ya hace 30 años que empezó a dormirse en sus laureles, sobre todo gracias a una política nefasta de Felipe González y sus agradecimientos a la familia de donde nombró un director infame.
    Ahora no lo hace demasiado bien, demasiado creyente de sus relaciones con el gobierno [del color que sea] y continuándo una política financiera de los "tiempos imperiales".
    Si Pedro no se la carga, como hace con todo lo que toca, va a volver a la época de González cuando, parece que no nos acordamos, estuvo en un tris tras de desaparecer.
    Su director va a tener que hablar seriamente con su gente, porque YA sus precios se han disparado, y, a poco que lo hagan bien los diseños de la competencia, va a empezar a descapitalizarse.

  • M
    ma

    Difícil entender cómo empresas tan ineficientes siguen en el mercado