Quantcast

Economía

MOTOR

El Ford Fiesta, que Almussafes fabricó hasta 2012, cesa su producción tras cinco décadas

Salió a la venta en España en 1973 al equivalente entonces de 750 euros y se fabricaron en la planta de Almussafes cinco millones de unidades. En menos de un mes, finaliza su producción

Casi la cuarta parte de todos los Ford Fiesta producidos salieron de la planta de Almussafes (Valencia).

Ha sido todo un icono del automóvil, un pequeño utilitario que llegó al mercado español en 1973, contribuyendo con su ajustado precio y su atractivo diseño a que millones de jóvenes españoles dieran sus primeros pasos al volante con el popular Ford Fiesta.

Ahora, casi 50 años después de ver la luz, llega a su final de producción y dejará de fabricarse el próximo mes de julio tras nueve generaciones, un icono de la automoción española, toda vez que hasta 2012 fue fabricado en Almusafes (Valencia), de donde salieron cinco millones de unidades de las 22 millones de ventas mundiales que ha tenido en su larga historia.

El modelo ya solo era fabricado en la ciudad alemana de Colonia, donde se sitúa en la actualidad la principal sede de Ford en Europa, pero en su día también fue producido en Inglaterra y en países como México, Argentina, Brasil, Sudáfrica, China e India.

El Fiesta será sustituido por el modelo Puma, que ya supera claramente en ventas al Fiesta ante la fiebre que han despertado los SUV, desbancando así al que hasta entonces había sido el modelo líder de la compañía en Europa y que ya en 2022 vio reducidas sus ventas en un 47%, según Jato Dynamics.

El Fiesta nació en un contexto marcado por la crisis del petróleo de 1973 que obligó a que, por primera vez, se empezaran a contemplar automóviles que tuviesen un menor consumo de combustible y fuesen más compactos, pero sin renunciar a nuevas tecnologías.

De hecho, fue el urbano compacto de Ford más rápido de la historia de la compañía con su línea ST, que en su momento era un 20% más veloz y sostenible, una característica que fue seña de identidad del coche coincidiendo con la crisis financiera del 2008 en su sexta generación.

El modelo de Ford, que vendió un millón de unidades en sus primeros tres años de vida, fue en 1983 el primer vehículo pequeño en introducir un motor diésel, y ya en 1989 fue el primer turismo en incluir de serie el sistema ABS y el airbag en el conductor, así como otros avances como la dirección asistida.

El primer Fiesta a la venta en España salió al mercado desde 125.000 pesetas, que al cambio actual son unos 750 euros, frente a los más de 21.000 euros desde los que se comercializará el último coche que se fabrique.

Paso a los pequeños eléctricos

Tras nueve generaciones, la marca dice adiós al viejo Fiesta, que en su eslogan de bienvenida fue bautizado como el "nacido fuerte" y al que ahora despiden con un "felices sueños" en un vídeo en su página web y redes sociales en el que se puede observar a las distintas generaciones que han convivido con el coche y que ya miran al futuro con un eléctrico aparcado en el garaje.

Y es que la apuesta por el coche eléctrico es la nueva estrategia de Ford en la carrera por este tipo de vehículos, que comienzan a afrontar su segunda y tercera generación a las puertas del fin de los coches de combustión en el viejo continente para 2035.

El próximo año Ford presentará nuevos vehículos eléctricos en Europa -tres de pasajeros y cuatro comerciales- y dos años más tarde confía en superar las 600.000 unidades vendidas en modelos eléctricos en la región, en una estrategia por reducir los modelos que saca al mercado y, con ello, rebajar parte de los costes de producción.

A partir de 2030, Ford quiere vender solo coches eléctricos en Europa y abandonará la comercialización de furgonetas de motor de combustión en 2035. Para entonces, todos sus modelos que llegaron a tener opción híbrida como el Fiesta habrán desaparecido.

La multinacional estadounidense pretende que el Puma, el sustituto del Ford Fiesta, se comience a fabricar en su versión eléctrica en 2024, uniéndose de esta manera a modelos 100 % eléctricos como el Explorer, una apuesta por la electrificación que irá de la mano a un centro totalmente nuevo para su producción en Colonia.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.