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Economía

Ferrovial se blinda con 200 millones frente a un posible peaje de Hacienda

La constructora contabiliza sólo 3 de los 203 millones en créditos fiscales en las cuentas de su mudanza a Ámsterdam. Le servirán de 'colchón' para afrontar un hipotético castigo fiscal

El presidente de Ferrovial, Rafael del Pino
El presidente de Ferrovial, Rafael del Pino. EFE / Javier Lizon

Ferrovial tiene colchón para afrontar las consecuencias de su mudanza a Países Bajos. La constructora que preside Rafael del Pino se ha reservado 200 millones de euros en créditos fiscales en España, antes de su traslado a Ámsterdam. La mayor empresa española de infraestructuras ha comenzado a cotizar allí, como paso previo al salto a la bolsa de Estados Unidos.

La compañía de la familia Del Pino ha tomado la decisión de contabilizar sólo 3 de los 203 millones de euros de los que podría eventualmente disponer, a fin de mitigar riesgos de diversa índole, una vez consumado el traslado desde España hasta Holanda. De ellos, 160 millones corresponden a créditos por pérdidas fiscales y otros 43 millones, a otros créditos fiscales en nuestro país.

"Las auditorías fiscales en marcha o futuras y determinaciones adversas de las autoridades españolas podrían afectar la capacidad de Ferrovial de recuperar sus créditos fiscales diferidos"

"Las auditorías fiscales en marcha o futuras y determinaciones adversas de las autoridades españolas podrían afectar la capacidad de Ferrovial de recuperar sus créditos fiscales diferidos", han advertido desde la constructora a sus inversores en Ámsterdam. Una medida que expertos fiscalistas consultados por Vozpópuli consideran que "evidencia que una reacción de Hacienda al traslado de Ferrovial no afectaría sus cuentas".

Amenaza de al menos 130 millones para Ferrovial

En concreto, el Gobierno amenaza con penalizar la salida de la matriz de Ferrovial con al menos 130 millones de euros, según los cálculos que ha elaborado el Departamento Fiscal de Roca Junyent en Madrid para Vozpópuli a partir de las cifras que ofrece la compañía en las cuentas anuales de la matriz. Se trataría del castigo fiscal que impone Hacienda a los cambios de sede que considera que no tienen "motivo económico válido", según recoge la Ley del Impuesto sobre Sociedades. La Agencia Tributaria tiene cuatro años para comprobar si existen motivos económicos válidos en la salida.

Ferrovial ya provisionó 184 millones en 2022, la mitad del beneficio declarado por la compañía, por actas fiscales sobre declaraciones del impuesto sobre Sociedades y del IVA de los ejercicios entre 2002 y 2017

Este castigo puede sumarse a una serie de facturas que arrastra la sociedad con Hacienda. Entre ellos, actas por las declaraciones del Impuesto sobre Sociedades y del IVA de los ejercicios entre 2002 y 2017. Por estas cuestiones, Ferrovial ya provisionó 184 millones en 2022, la mitad del beneficio declarado por la compañía.

En suma, otro de los pleitos con Hacienda que afronta Ferrovial es el relativo a la amortización del fondo de comercio por las compras de Swissport y Amey en 2003 y 2005, respectivamente. La compañía contampla una factura fiscal de unos 40 millones en la disputa legal que mantiene contra la Unión Europea, que en 2014 consideró que se trataba de una ayuda de Estado. En concreto, la Comisión ha rechazado las ayudas que reciben las empresas españolas que compran empresas extranjeras a través de sociedades interpuestas.

Apoyo de los accionistas

La decisión del Consejo de Ferrovial suscitó polémica y presiones de parte del Gobierno de Pedro Sánchez pero acabó obteniendo el respaldo del 73% de los accionistas.

El principal defensor de la mudanza ha sido el gigante británico de la inversión Christopher Hohn. El responsable de The Children Investment Fund ha acabado elevando su apuesta por Ferrovial hasta convertirse en su segundo accionista, desplazando a la hermana del presidente, María del Pino.

De cara al futuro, entre inversores cercanos a la compañía no existen tantas dudas sobre las consecuencias que pueda tener la mudanza para el negocio de Ferrovial en España como sobre las decisiones que podría adoptar en consecuencia la propia dirección de la constructora.

Una hipotética devaluación de la imagen corporativa y la posición de mercado en nuestro país de la que la misma Ferrovial ha advertido a sus inversores amenazaría el valor de sus acciones en el Ibex, cuestionando la conveniencia de que la compañía siga cotizando en nuestro país. Desde Ferrovial han asegurado, en cualquier caso, que el escenario de dejar de cotizar "no se plantea en absoluto a corto plazo".

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