Un grupo de constructoras denuncia a Solaria ante la CNMV por “prácticas fraudulentas”

Izmar Energy denunció el pasado 26 de enero a Solaria ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La empresa se presenta como un portavoz de cerca de 16 empresas afectadas por la estrategia de la energética del Ibex 35. Según ha podido confirmar Vozpópuli, estas compañías han abierto de forma particular causas judiciales contra la empresa de los Díaz-Tejeiro y, mientras avisan al regulador, preparan una demanda colectiva conjunta para llevarla a la Audiencia Nacional.  

La carta a la CNMV, a la que ha tenido acceso este medio, recoge el caso de Izmar, que es la única empresa que quiere ser visible por el momento en esta denuncia. Esta contratista fue elegida por Solaria el 1 de septiembre de 2022 para el diseño, suministro, montaje, construcción y puesta en marcha de una planta fotovoltaica en Trillo (Guadalajara). Los responsables legales de Izmar aseguran que hay claras evidencias de una estrategia que busca “deliberadamente” perjudicar a las subcontratas de Solaria y evitar el pago de sus servicios. 

El escrito al regulador habla de que la energética del Ibex 35 establece una serie de hitos cuyo cumplimiento resulta “prácticamente imposible para los contratistas” a lo que se suma “una serie actuaciones tendentes a impedir física y técnicamente que las subcontratas pudieran finalizar las obras” que finalizaría con la retirada de los avales de los constructores para, presuntamente, que Solaria obtenga la obra finalizada de las plantas fotovoltaicas a coste cero.

El importe conjunto de los contratos suscritos entre Solaria y las empresas contratistas afectadas supera los 700 megavatios y los importes que, a fecha de hoy, Solaria debe más 60 millones de euros de principal, intereses legales, costas y daños y perjuicios, al margen. Una cifra notable para el negocio de Solaria, que cerró 2023 con un beneficio de 100,7 millones y una cartera de 3.188 megavatios. 

El denunciante señala a la CNMV que esta empresa del Ibex "falsea" los contratos de manera deliberada. Es más, considera que “pueden constituir un verdadero delito de falsedad documental”. Según ha podido comprobar este medio, Izmar no es el único que denuncia estas prácticas y existen varias denuncias en la misma línea contra Solaria. 

“Hay constancia de un patrón de comportamiento delictivo que, a nuestra costa, logra un ingente beneficio empresarial de una empresa que cotiza en el mercado de forma pública”, señala uno de los afectados que prefiere mantener el anonimato. “De momento, hemos elegido un portavoz e Izmar lidera la causa, pero los nombres no tardarán en conocerse porque esta situación se puede llevar por delante a varias constructoras de plantas renovables”, afirma. 

Solaria se defiende

La empresa de la familia Díaz-Tejeiro defiende ante este medio que la iniciativa de crear una plataforma de empresas contratistas damnificadas por Solaria parte de la construcción en Trillo (Guadalajara) de un parque solar fotovoltaico. “Varias empresas de construcción incumplieron los términos del contrato, con grave perjuicio para Solaria, lo que motivó la correspondiente resolución contractual y el ejercicio de acciones civiles contra las empresas incumplidoras, que se encuentran pendientes de litigio”, explica la compañía en un comunicado remitido a este medio. 

Solaria asegura que esto motivó una "reacción injusta" y "el inicio de una campaña mediática por aquel grupo de empresas para, realizando arbitrariamente su derecho, al margen de los procedimientos judiciales, presionar y obtener de Solaria un acuerdo económico mediante la difusión de hechos falsos y difamatorios”.

La empresa detalla que esta campaña se inició remitiendo notas de prensa difundidas en determinados medios de comunicación, que “atentaban gravemente contra la reputación de Solaria, realizando afirmaciones de contenido manifiestamente injurioso y calumnioso”.  

Solaria reaccionará penalmente en defensa del buen nombre, prestigio y honorabilidad de la empresa, frente a las interesadas acusaciones infundadas, y las afirmaciones de carácter injurioso y calumnioso, que no tienen otro fin que, aprovechándose de la reputación de la empresa cotizada

En este sentido, el comunicado señala que es una campaña basada en “hechos falsos” y de desconsideración ante la opinión pública del "buen hacer de la empresa energética". Por ello, para defenderse, la empresa informa que ha iniciado acciones penales "por delitos de injurias y calumnias con publicidad".

Al margen de las ya iniciadas, Solaria ha contratado al Bufete Choclán, integrado por expertos penalistas, para la persecución, mediante el ejercicio de las correspondientes acciones penales, de las injurias y calumnias proferidas, la extorsión y la realización arbitraria del propio derecho de aquél grupo de empresas, en cuyo contexto se sitúa la iniciativa de la plataforma de la que se da cuenta en su comunicación”.

Solaria sentencia que "tiene la firme determinación de reaccionar penalmente en defensa del buen nombre, prestigio y honorabilidad de la empresa, frente a las interesadas acusaciones infundadas, y las afirmaciones de carácter injurioso y calumnioso, que no tienen otro fin que, aprovechándose de la reputación de la empresa cotizada, y del perjuicio público que produce la difusión de noticias y hechos falsos, sacar provecho económico al margen de los procedimientos judiciales en curso”.

Una defensa para sus accionistas

La familia Díaz-Tejeiro controla casi el 35% de Solaria, a través de DTL Corporación, la empresa más pequeña del Ibex 35 por capitalización pero que cuenta con un valor de mercado de 1.500 millones de euros. Su papel de ‘gran renovable’ en pleno auge del sector ha captado el interés de fondos como BlackRock, que tiene el 4,54% de la compañía, o Norges Bank, los gestores del mega fondo soberano noruego que tienen el 3,17% de la energética española. 

También aparecen en su capital otros grandes fondos como la francesa Amundi (3,07%); la británica Natixis (3%); y la americana Invesco (2,14%). Unos fondos que cuentan con serios inconvenientes para invertir en empresas con problemas judiciales que amenacen factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo.

Como presidente de la empresa está el fundador, Enrique Díaz-Tejeiro. La empresa se puso en marcha en 2002 después de que este empresario madrileño abandonase su cargo como director general de Camping Gas en España. Su salida a Bolsa fue en 2007 y en 2020 saltó al Ibex 35. 

La empresa controlaba toda la cadena de valor del negocio fotovoltaico, incluyendo la fabricación de módulos. Ahora, con su hijo Arturo Díaz Tejeiro al frente de la parte ejecutiva, la empresa se concentra en la promoción y explotación de parques solares. El negocio en el que se concentran las quejas de este grupo de contratistas.