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Mil empleos de Seat pendientes de la decisión del grupo VW de producir motores eléctricos

La planta de Seat en El Prat dedicada a la producción de cajas de cambios manuales espera transformarse en una planta de motores eléctricos y evitar un cierre que, tarde o temprano, acabaría por darse.

El Test Center Energy de Seat recién inaugurado, un primer paso para la llegada del coche eléctrico.

Diez meses después de que Pedro Sánchez anunciara a bombo y platillo la puesta en marcha del primer PERTE asociado al coche eléctrico –y Seat como uno de los principales candidatos– y todo lo que ello conlleva, no hay todavía noticias ni fechas previstas para dar el pistoletazo de salida a un programa que supone miles de millones en ayudas para los fabricantes, que dependen de ello para poder asegurar en España la producción de coches eléctricos.

Y a la espera de que se conozcan en detalle cómo se van a repartir esos fondos, las automovilísticas con plantas en nuestro país comienzan a impacientarse ante la lentitud de todo este proceso pendientes de que desde Europa les asignen la producción de coches eléctricos que, al menos de palabra, parece que en lo que al Grupo Volkswagen se refiere podría llegar tanto a la planta de Volkswagen Navarra como a la de Seat Martorell.

Pero además de coches eléctricos, y la cada vez más lejana fábrica de baterías, entra ahora en juego la fabricación de motores eléctricos en nuestro país que sirvan tanto para futuros modelos producidos aquí como para abastecer a las fábricas de terceros países.

Y en ese futuro se encuentran en juego cerca de 1.200 empleos en la actual fábrica de Seat de cajas de cambios manual –que poco a poco van perdiendo fuerza en el mercado y desaparecerán cuando el coche eléctrico se imponga– que espera poder mantener los puestos de trabajo transformándola en una planta de motores eléctricos.

Decisión a finales de mes

Y es que el Grupo Volkswagen decidirá a finales de este mes de febrero qué planta producirá los motores eléctricos que se montarán en los coches que se fabricarán en España, un encargo al que aspira el centro de Seat Componentes de El Prat de Llobregat (Barcelona) y que los sindicatos temen que pueda perderse.

La automovilística española ha asegurado que la decisión sobre la planta de producción de los motores eléctricos de la plataforma de vehículos eléctricos urbanos no se ha tomado todavía, por lo que no se puede adelantar detalles sobre el futuro de plantas como la de Componentes en El Prat. Un centro que al estar dedicado a la fabricación de cajas de cambio manuales, si no recibe otro encargo, a medio plazo está abocada a la desaparición, según temen los sindicatos.

El escenario es aún incierto y todo dependerá de las decisiones sobre las adjudicaciones de diferentes productos que se tomen en las próximas semanas. Fuentes del sector han señalado que muy probablemente la decisión final se tomará entre el 26 y el 28 de febrero, cuando está previsto que se reúna el organismo del consorcio alemán que marca las directrices en relación a los componentes en Europa.

La ministra de Trabajo e Economía Social, Yolanda Díaz, durante su visita a la planta de Seat.

El temor de los sindicatos de Seat a perder los motores eléctricos llevó hace una semana al comité de empresa a pedir la ayuda de la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, que se encontraba de visita en Martorell (Barcelona).

En concreto, el comité instó a Díaz a que el Gobierno intercediera para lograr que el Grupo Volkswagen asigne la fabricación de los motores a la planta de El Prat, en la que trabajan 1.200 personas, ante el temor de que pueda cerrar si pierde este encargo.

El presidente del comité y miembro del Consejo de Supervisión del Grupo Volkswagen, Matías Carnero, ha asegurado que existe "preocupación" ante la posibilidad de que el consorcio alemán adjudique a una planta en Hungría la fabricación de los motores. Carnero ha destacado "el sinsentido" que supondría que se fabricaran en Hungría unos motores que deberán montarse en las plantas españolas de Martorell y Pamplona. En estas dos plantas, el consorcio alemán prevé producir a partir de 2025 un total de 800.000 vehículos eléctricos urbanos al año.

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