Publicado: 03/03/2024 04:45
Soluciones de Gestión y Apoyo a las Empresas es la empresa en el centro de la trama del Caso Koldo que investiga los movimientos de fondos públicos en la venta de mascarillas durante la pandemia. Juan Carlos Cueto es, según la investigación, el dueño de esta empresa y el cerebro de la trama. El empresario está al frente de un holding familiar que arrancó hace más de 30 años en Madrid en la venta de coches y recambios, que logró llevar su negocio a países como Angola y que fue diversificando su negocio hasta llegar a la venta de mascarillas al Gobierno a través del Ministerio de Transportes que dirigía José Luis Ábalos.
Cueto Comercial que fundaron Vicente Cueto junto con Carmen Martín y sus tres hijos en la calle Don Ramón de la Cruz, en el pudiente barrio de Salamanca de Madrid. Su objeto social era la venta de herramientas, lubricantes y la venta al por mayor de ruedas de todo tipo de vehículos. Su negocio fue creciendo y en 2008 la empresa facturaba 48 millones de euros, 41 millones de ellos gracias a la venta en el extranjero, y que le permitía registrar unos beneficios de 4 millones de euros con 12 trabajadores.
“Grupo Comercial Cueto se ha dedicado al sector de automoción desde sus inicios, siendo proveedor oficial del Ministerio de Defensa de España, para todo tipo de recambios y vehículos, ligeros, pesados, blindados, remolques o camiones cisterna. Desde hace quince años, Grupo Comercial Cueto también realiza estos suministros en África y Oriente Medio”, describe la compañía en su web. Pero la empresa, ya con Juan Carlos Cueto al frente, empezó a diversificarse comprando y creando varias filiales en el mundo de las concesiones de infraestructuras, la salud, la seguridad o la agricultura.
Angola y Yus Teruel
Un mercado de gran actividad fue Angola. Un país que es donde la investigación establece la conexión de la familia Cueto con Soluciones de Gestión. Los orígenes de esta empresa, ahora en el foco mediático de España, se remontan, al igual que Cueto Comercial, a los años 90, cuando Antonio Yus Teruel y su mujer María José Vicente Campos, a través de la sociedad de derecho angolano SAEMA, participaban en multitud de proyectos de ingeniería vinculados a todo tipo de sectores, principalmente el abastecimiento energético, salud e infraestructuras.
En el año 2002, Antonio Yus Teruel y María José Vicente Campos se trasladan desde Luanda hasta Zaragoza donde fundan Soluciones de Gestión como una sociedad para dar soporte desde España a sus actividades en Angola. La empresa logra entonces adjudicaciones públicas en Angola, la mayoría de ellas se habrían llevado a cabo a través de Uniones Temporales de Empresas según el proyecto.
Una de ellas es Cueto Comercial. Cueto y Yus Teruel unen fuerzas en la UTE Boavista II para la implantación de una central térmica flotante, así como en la UTE Hospital, creada en 2010 para la construcción de un centro médico en Luanda. Una segunda alianza que, según sus cuentas del Registro Mercantil, no salió del todo bien, ya que el Ministerio de Salud de Angola le dejó sin pagar cerca de 4 millones de euros.
La relación entre ambas compañías, según el Registro, concluye cuando un empresario vinculado a la familia Cueto como José Ángel Escorial compra en 2017 todas las acciones de Soluciones de Gestión y Apoyo a las Empresas, que en plena trama de las mascarillas, pasaría a manos de Íñigo Rotaeche Lachiondo, familiar político del propio Juan Carlos Cueto.
Cueto y Defex
Cueto Comercial tuvo otros socios en Angola que le llevaron a las portadas de los medios con la extinta sociedad pública dedicada a la exportación de material de defensa, Defex. Juan Carlos Cueto se alió con otro conseguidor como era Guilherme Taveira para la presunta venta ilegal de armas a Angola.
La conocida como Operación Ágora, la investigación de la Audiencia Nacional sobre Defex, habla de fraude en un contrato por importe de 153 millones de euros para la venta de armamento a la policía angoleña. Por el caso Defex, el líder de la familia Cueto afronta petición de 50 años de cárcel y donde también se vio involucrada su exmujer, Iciar de Yraola Lachiondo, que comparte apellido con Íñigo Rotaeche Lachiondo, otro de los grandes protagonistas de la trama Koldo.
Por el caso Defex, Juan Carlos Cueto tuvo que dejar de aparecer en los registros de las sociedades familiares en 2014 y dejó todo el peso administrativo a sus dos hermanas. Comercial Cueto 92 explica en el Registro Mercantil, en sus cuentas consolidadas del ejercicio 2020, que contaba con una “incertidumbre” sobre su supervivencia por la obligación de presentar una garantía ante el Juzgado de la Audiencia Nacional por importe de 62 millones de euros por el caso Defex.
Por lo tanto, los 34 años de historia de esta empresa estaban comprometidos por ese asunto judicial. La trama de las mascarillas, donde se le asocia un beneficio al Grupo Cueto que ronda los 18,2 millones, sería una de las formas de financiar a través de su red societaria una crisis iniciada hace una década.
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¡Cuanta mierda estamos viendo que este gobierno tiene alrededor. Espero que no quede nada por aclarar. Gracias al Poder Judicial que no está corrompido y a las Fuerzas del orden, nos estamos enterando de la capa de basura que parasita a los españoles.
Siempre los mismos países donde los socialistas tienen doble nacionalidad o patrimonio: Angola, republica Dominicana, marruecos, Venezuela. Todos países muy demócratas. Falta investigar a los de la etapa Zapatero, aunque éstos igual lo hicieron mejor y su robo no ha trascendido o Mariano miró para otro lado. ¿No, Rajao?