Quantcast

Economía

Arabia Saudí sondeó a Vodafone y BT antes de entrar en Telefónica

STC Group se decantó por el operador español principalmente por el bajo precio de compra y las regiones en las que está presente

Vodafone España ingresó de abril a diciembre 3.167 millones de euros, un 1,9% más
Sede de Vodafone en Madrid

STC Group comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) hace solo unos días la compra de un 9,9% del capital de Telefónica. Un 5% de forma directa y un 4,9% a través de derivados. Sin embargo, la compañía, propiedad de la familia real saudí, sondeó a otras empresas del sector antes de decantarse por la teleco española, tal y como ha podido saber Vozpópuli de fuentes cercanas a STC.

Una de ellas fue Vodafone UK, empresa con división en España. La filial de nuestro país no pasa por un buen momento en términos económicos y los rumores de venta son cada vez más grandes y continuos. De hecho, la recientemente nombrada directora general del grupo, Margherita Della Valle, explicó que existen planes específicos para España, que junto a Italia es uno de los mercados de Vodafone con peor comportamiento en términos económicos. Estos planes contemplan prácticamente cualquier escenario, incluso la venta.

Así, Della Valle reconoció en la conferencia anual de resultados de la compañía que España se encuentra bajo una "revisión estratégica" que incluye "todas las opciones potenciales.

STC Group también analizó British Télécom. La compañía inglesa arrojó unos fríos resultados en su último año fiscal, con un crecimiento de apenas el 1%. Además, anunció 55.000 despidos (un 10% de su plantilla) y la integración de sistemas de Inteligencia Artificial para suplir parte de estos puestos.

Finalmente la saudí se decantó por la compañía dirigida por José María Álvarez-Pallete, fundamentalmente por dos motivos. El primero de ellos es la capilaridad de Telefónica en Latinoamérica.

El operador español tiene presencia en el viejo continente con filiales en Alemania y Reino Unido, pero lo más interesante para STC Group es que el operador español es una entrada directa a Latinoamérica, donde quiere tener presencia.

El gigante azul posee filiales, entre otros países de ese continente, en Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, Perú, México, Uruguay y Venezuela, además de en otros de centroamérica y en Brasil, la joya de la corona en la región.

De hecho, Brasil es una de las cuatro regiones consideradas como prioritarias por la española, junto a nuestro país, Reino Unido y Alemania, desde que en 2019 se aprobará un plan estratégico a varios años vista. El mismo se centraba en enfocarse en los mercados más rentables y vender, enteros o en porciones, los negocios menos productivos.

El segundo de los motivos fue el bajo valor de la empresa española. Telefónica lleva desde mayo del presente año cotizando por debajo de los 4 euros. En concreto, ayer cerró la sesión en los 3,89 euros.

STC compró por debajo del límite del escudo antiopas

Con esta operación, y al no superar el 10% del total de las acciones de la corporación dirigida por José María Álvarez-Pallete, STC Group desactivó el escudo antiopas lanzado por el Gobierno durante la pandemia -y renovado durante la guerra de Ucrania- para que empresas de fuera de España se hicieran con participaciones significativas de corporaciones de sectores estratégicos.

En concreto, el escudo habilita al Ejecutivo para intervenir cuando se produzca una compra igual o superior al 10% del capital total de la empresa si esta es considerada como prioritaria para el país.

Sí tendrá mucho que decir el Ministerio de Defensa. Un 5% de la compra de las acciones se realizó de manera directa y el 4,9% restante a través de derivados financieros. En el caso de empresas en el ámbito de la defensa, el 10% del capital para bloquear la compra de acciones de una empresa se reduce a un 5% según la normativa de inversiones extracomunitarias. Telefónica es muy importante para el sector de la defensa por motivos obvios. Es el único gran operador con infraestructuras de telecomunicaciones propias, y las comunicaciones son clave en la geoestrategia actual. La cartera que dirige Margarita Robles tiene la última palabra.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.