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Economía

Los sindicatos pedirán concesiones a Sánchez a cambio de que no suba el Salario Mínimo

Sánchez, junto a Álvarez (UGT) y Sordo (CCOO) en La Moncloa.

Los sindicatos contaban con que el presidente en funciones, Pedro Sánchez, aprobara una subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) a 1.000 euros para 2020, pero están dispuestos a aceptar que ese incremento se produzca más adelante a cambio de otras concesiones del presidente, como derogar la reforma laboral del PP -o al menos sus aspectos más lesivos- o blindar en la Constitución la subida de las pensiones con el IPC.

Fuentes de CCOO han confirmado a Vozpópuli que en los próximos días enviarán, de forma coordinada con UGT, una carta al Ministerio de Trabajo para solicitar una reunión, con la intención de aclarar todos los planes del Ejecutivo. "Hay que negociar, queremos recordarle que tiene que negociar con la patronal y los sindicatos", confirman desde el sindicato que lidera Unaí Sordo, ya que si el Gobierno no sube el salario mínimo a 1.000 euros en 2020 estará incumpliendo el acuerdo que firmaron patronal y sindicatos en julio de 2018.

Los agentes sociales acordaron entonces que el SMI iría subiendo de forma progresiva hasta llegar a los 1.000 euros al mes (14.000 al año) en el año 2020. El año pasado, Sánchez se adelantó y anunció una subida hasta 900 euros que entró en vigor en 2019, un incremento que ni los propios sindicatos se esperaban que fuera a producirse tan pronto y que fue motivo de alegría en sus filas.

Aunque tenían asumido que el presidente en funciones lo volvería a subir hasta 1.000 euros para el próximo año, como él mismo ha reiterado en varias ocasiones y también han prometido desde el Ministerio de Trabajo, ahora están dispuestos a negociar y podrían llegar a renunciar a que se produzca una nueva subida antes de que acabe el año a cambio de otros movimientos por parte del Ejecutivo. 

Reforma laboral y pensiones

Su primera reivindicación es que se derogue la reforma laboral del Partido Popular de 2012. Sánchez reiteró una y otra vez que su voluntad era hacerlo, pero durante el tiempo en que estuvo en plenas funciones en Moncloa no se atrevió a presentar un real decreto-ley con la propuesta, ya que temía no obtener los apoyos suficientes -como le ocurrió con sus Presupuestos-. 

CCOO siempre le presionó para hacerlo, ya que aseguraba que los partidos nacionalistas no se atreverían a no apoyar una medida tan popular entre su electorado, pero Sánchez no llegó a presentarlo. La oposición del Ministerio de Economía, más consciente de la ralentización económica y la necesidad de mantener un mercado laboral más flexible, pudo influir en la decisión del presidente de aplazar este movimiento. 

Ahora, Sánchez ha cambiado su discurso y promete una subida del SMI hasta 1.200 euros pero a cuatro años vista, lo que deja margen para ver cómo evoluciona la economía y el empleo y tener más certeza sobre si es conveniente o no aprobar esta medida. 

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