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Marín contacta con el PSOE preocupado por el futuro de la CNMC y la renovación de consejeros

Marín Quemada, el día de su nombramiento junto a Sáenz de Santamaría, Montoro, Soria y Guindos.

El presidente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), José María Marín Quemada, está manteniendo contactos de alto nivel con el PSOE para conocer de primera mano su proyecto para dividir el actual regulador en dos organismos, uno encargado de velar por la Competencia y otro competente en temas de Regulación.

Según las fuentes al tanto de estos contactos, Marín Quemada ha pedido al equipo económico de Pedro Sánchez información más detallada sobre el planteamiento que recoge el borrador del programa económico de este partido, que se decanta por seguir el modelo alemán y partir en dos la actual CNMC, dotando de mayor poder e independencia a un futuro regulador de la Competencia que tendrá su propio presidente y un número de consejeros aún por definir.

El otro organismo sería el heredero de la actual Sala de Regulación de la CNMC y tendría también su propio presidente y consejo. Esta idea está recogida en el borrador del programa, que aún no se ha cerrado y no descarta mantener el organismo tal y como está, pero reforzando sus competencias reformando la Ley de su creación.

El presidente de la CNMC lleva dos años de vía crucis interno por la rebelión permanente de dos de sus consejeros y la confrontación directa con su vicepresidenta

Marín Quemada, según señalan las fuentes consultadas, ha trasladado a Sánchez su deseo de seguir al frente del regulador y de facilitar la llegada de nuevos consejeros que sustituyan a los tres cuyo mandato expiró en septiembre.

Fuentes oficiales de la CNMC afirman que el presidente no se ha visto con representantes del PSOE.

Actualmente la CNMC la componen diez consejeros, incluido el presidente, ocho de los cuales fueron nombrados en octubre de 2013 a petición del PP. Los otros dos llegaron a propuesta de CiU y PNV.

El PSOE, entonces liderado por Alfredo Pérez Rubalcaba, se negó a proponer nombres para el regulador ante la proliferación de casos de corrupción del PP. La medida fue entonces muy criticada dentro de su propio partido y ahora Pedro Sánchez, en caso de gobernar, quiere corregir ese desequilibrio colocando a consejeros afines, previo paso por el examen de un comité  asesor y la ratificación del Parlamento, según recoge el borrador del programa electoral del que ha informado Cinco Días.

Y Marín Quemada, que desde su llegada al cargo ha vivido un verdadero vía crucis por la rebelión permanente de los dos consejeros díscolos (Fernando Torremocha y Benigno Valdés) contra las decisiones del Consejo y la confrontación con la vicepresidenta, María Fernández, se ha mostrado favorable a la llegada de nuevos consejeros aprovechando que tres de los actuales siguen, pero a mandato vencido.

Rubalcaba decidió que el PSOE no propusiera consejeros pero el equipo de Pedro Sánchez sí quiere tomar posiciones en el regulador

Los mandatos de Diego Rodríguez, Eduardo García Matilla y María Ortiz vencieron el mes pasado y el nuevo Gobierno tendrá que decidir en 2016 si les renueva u opta por tres consejeros nuevos.

Marín Quemada considera que el PSOE, gobierne o no, no puede seguir al margen de un organismo tan importante para el funcionamiento de la economía y del país. Y sabe, asimismo, que si llega a gobernar y se atreve a segregar en dos el actual organismo, el actual presidente podría seguir manteniendo ese cargo en el regulador de Competencia.

De ahí que Marín Quemada se haya movido estos días para sondear al equipo que dirige Jordi Sevilla, coordinador económico del PSOE, sobre cuál será su futuro y el del organismo que preside.

El presidente de la CNMC no sólo ha tenido que enfrentarse desde que llegó al cargo con la disidencia interna. También ha sufrido los ataques por tierra, mar y aire de algunas grandes compañías del Ibex, a las que ha impuesto severas multas. Repsol y Cepsa incluso han recusado a Marín Quemada por supuesta "enemistad manifiesta" y Telefónica mantiene varios frentes abiertos con el regulador debido a las innumerables sanciones que ha recibido desde la creación de la CNMC.

También se ha granjeado el presidente de la CNMC la animadversión de buena parte del Gobierno que lo colocó en el cargo al enfrentarse a sus decisiones en temas como la tasa Google, el robo de competencias al que le ha sometido el Ministerio de Industria o la política antirrenovable practicada por el Ejecutivo.

El organismo regulador, asimismo, está pendiente de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea se pronuncie sobre su propia creación, después de que el Tribunal Supremo le elevase una cuestión prejudicial ante las dudas sobre su independencia y funcionamiento.

Es en este río revuelto en el que se mueven la CNMC y su presidente, que espera que con la llegada de un nuevo Gobierno se dote de una mayor estabilidad al regulador.

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