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Economía

El sector eléctrico, el que mejor aguanta en Bolsa la falta de Gobierno

Panorámica de la 'plaza' central de la Bolsa de Madrid.

Lo mejor que le puede pasar al sector eléctrico, tanto al tradicional como al renovable, es que no haya Gobierno. No sólo lo reconocen en privado los propios directivos de las empresas de uno de los segmentos más regulados de la economía española, pese a las sucesivas liberalizaciones, también lo afirman los expertos del sector y quizá los ‘analistas’ más independientes de todos, los inversores que día a día hacen que las acciones del kilovatio suban o bajen.

Basta echar un vistazo a la evolución de las cotizaciones de las eléctricas tradicionales, las renovables y las empresas gasistas desde que comenzó la incertidumbre política hace ahora ya casi un año.

En los últimos doce meses, sectores como la banca, el ladrillo, las infraestructuras, las petroleras, las telecos o las grandes compañías industriales han sufrido, con caídas de media del entorno o superiores al 40%, el impacto de la incertidumbre de la formación de Gobierno en España, las tensiones financieras internacionales, el ‘crash’ de los precios del petróleo y los vaivenes geopolíticos y sus derivados (ataques terroristas en Europa).

Iberdrola cayó sólo un 5,7%, Endesa un 3,15%, y GNF un 7,5%, mientras el Ibex 35 se dejaba un 23% y veía volatilizarse más de 80.000 millones del valor de sus integrantes

Pesan todas ellas tanto en el Ibex 35 que el selectivo español se ha hundido más de un 23% en los últimos doce meses, hasta cerrar este miércoles en esos raquíticos 8.659 puntos que le alejan tanto de los 11.311,7 que marcaba hace justo un año. Por el camino, el selectivo ha visto como se volatilizaban más de 80.000 millones de euros del valor de sus integrantes.

Pero hay un sector que ha compensado esta caída, que podría haber sido mucho mayor, y que también tiene su cuota de peso en el selectivo. Se trata de ese mercado en el que operan Iberdrola, Endesa, Gas Natural Fenosa (GNF), Acciona, Red Eléctrica, Enagás y Gamesa.

Todas ellas, cada una con sus matices, han aguantado el tirón de un año tan complicado. Los inversores tienen claro que la ausencia de un Gobierno que no intervenga en un sector tan tradicionalmente intervenido es bueno para todas. Las renovables han dejado de sufrir la política antirrenovable del Gobierno de Rajoy, que durante casi cuatro años no ha dejado de aplicar medidas que han dañado considerablemente sus cuentas de resultados.

De hecho, la legislatura se despidió con el último aldabonazo, el propinado por el ex ministro de Industria, José Manuel Soria, y su número dos, Alberto Nadal, al sacar adelante el Real Decreto de Autconsumo a dos meses de las primeras elecciones generales.

Desde entonces, hace ya más de 10 meses, el sector respira relativamente tranquilo, ante la falta de actividad del Ejecutivo en funciones.

Este sector disfruta de que el Gobierno en funciones no tome decisiones ni aplique nuevos hachazos tras la reforma eléctrica y el duro ajuste renovable aplicados durante la legislatura

También las eléctricas tradicionales viven en situación de tensa calma, de cierta relajación, a sabiendas de que mientras no haya Gobierno no habrá que preocuparse por posibles nuevas medidas de ajuste, herederas de la reforma eléctrica que tanto daño les hizo a sus cuentas, según han denunciado en público y en privado.

Iberdrola, la eléctrica más diversificada en actividad y a nivel geográfico, sólo ha caído un 5,7% en los últimos doce meses, y ahora vale en Bolsa 38.230 millones de euros.

Endesa, circunscrita ahora a España tras el traspaso de sus activos internacionales a Enel, sólo se ha dejado un 3,15% en el periodo, y su capitalización es de 19.852 millones de euros.

GNF cede un 7,5% en doce meses y capitaliza en 18.588 millones, mientras que Acciona, con mayor exposición a las renovables, cede un 10,4% y vale 3.718 millones.

Las que viven en un mundo aparte, por la previsibilidad de sus ingresos, son las semipúblicas Red Eléctrica y Enagás, operadoras de transporte de las redes eléctricas y de gas españolas, dado que buena parte de su actividad vive de la propia actividad recurrente de sus sectores.

El sector eléctrico ha amortiguado en parte los batacazos de los tradicionales prebostes del Ibex: BBVA (-43%), Santander (-38%) Telefónica (-35%) y Repsol (-22%)

REE no sólo no ha caído, sino que sus acciones se han revalorizado un 9,5% (10.835 millones de capitalización), al igual que Enagás, que ha subido un 4,26% y vale 6.457 millones.

Gamesa, por su parte, es un caso excepcional, dado que tras su grave crisis ha resurgido de las cenizas y se ha revalorizado un 31,7% en el periodo, y ya cotiza en los 5.559 millones de euros.

La buena evolución de los valores eléctricos contrasta con el hundimiento, en el último año, de acciones como las del Popular (-70%), BBVA (-43%), Sabadell (-40%), CaixaBank (-39%), Santander (-38%), Bankia (-38%), Telefónica (-35%) o Repsol (-22%), todos ellos pesos pesados del Ibex 35.

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