Islas Marías, de prisión de máxima seguridad a reserva natural

Las Islas Marías están a tan solo 60 millas de la costa de San Blas, en Riviera Nayarit. Cuatro islas que hasta 2019 acogieron una de las prisiones federales de máxima seguridad de México. Dos años más tarde, este pequeño archipiélago en el que se hallaba esta cárcel se ha convertido en reserva de la biosfera por la UNESCO.

Entre 1905 y 2019, el archipiélago de las Islas Marías estuvo prácticamente deshabitado a excepción de la isla María Madre, donde se albergó durante 114 años unas de las prisiones federales de México. Esta isla, la más grande del archipiélago, seguida de María Magdalena, María Cleofas y el islote de San Juanito, es la única que ha estado habitada por ciudadanos mexicanos además de por prisioneros. De hecho, como curiosidad, esta prisión acogió durante más de un siglo a varios reclusos célebres, como el escritor y activista político José Revueltas.

La fauna y la flora de los alrededores de la cárcel

A pesar de que el cierre de la prisión fue en 2019, desde 2010 las Islas Marías fueron declaradas reserva de la biosfera por la UNESCO. Y es que, dejando a un lado la isla madre, en su conjunto este archipiélago ha ofrecido siempre una gran biodiversidad biológica, debido al aislamiento de la zona y a la mínima intervención del ser humano durante décadas.

Además, este destino es el paraíso para los amantes de la ornitología, puesto que las Marías son el hogar de diversas especies que no se encuentran en ningún otro lugar del mundo, como el loro endémico. También se pueden avistar por allí los bobos de patas azules, los sinsontes azules, los colibríes de pico ancho y otras aves migratorias como el milano pico anzuelo, el charrán del Caspio y la cerceta aliazul. Y, en el mar su fauna no se queda corta, puesto que los buceadores tendrán la oportunidad de disfrutar de sus arrecifes de coral, sus moluscos de colores, más de 21 especies de tiburones y 10 especies de mantas, entre otros muchos pececillos.

Una escuela de biodiversidad

Dada la naturaleza del lugar en el que se encuentra la cárcel, desde su cierre, el edificio de la prisión ha pasado por varias reformas con el fin de convertirse en un centro educativo que promueva la conservación, protección y el respeto de la biodiversidad. El nombre propuesto es Centro de Educación Ambiental y Cultural "Muros de Agua - José Revueltas" con un proyecto que busca promover la comprensión, el respeto y la protección de la biodiversidad y el patrimonio natural, social y cultural del país.

En palabras de Marc Murphy, Director General de la Oficina de Convenciones y Visitantes (OVC) de Riviera Nayarit: "Estamos entusiasmados con este nuevo desarrollo de Riviera Nayarit, porque este proyecto continuará fortaleciendo nuestro compromiso de ofrecer experiencias de viaje responsables y sostenibles”. Este es un punto clave y muy a favor de esta iniciativa, que puede visitarse desde este verano 2021, puesto que se trata de un proyecto referente en ecoturismo dentro de este destino al tiempo que va a posicionar a esta zona, además de por sus playas, por las posibilidades que entraña conocer de cerca un punto histórico para el país como ha sido esta cárcel y la manera en que se ha transformado poniendo la vista en el futuro.

Sin embargo, su uso nada va a tener que ver con el que por ejemplo se hace en la prisión federal estadounidense de Alcatraz, que en la actualidad es cuasi museística. A día de hoy Alcatraz está conservada tal y como se quedó la última vez, permitiendo al visitante hacerse una idea real de cómo se vivía ahí dentro. Sin embargo, la cárcel de Islas Marías no va a tener ese fin, si no que su uso va a estar mucho más destinado hacia la sostenibilidad y hacia el ecoturismo, permitiendo recibir visitantes a diario, que disfruten de su inigualable belleza natural y que esa visita les sirva también para ser parte de la historia reciente al tiempo que conocen un poco más de cerca el cada vez más necesario ecoturismo. Además, a partir de este verano 2021, se promoverán en ellas experiencias de viaje sostenibles que respetarán el ecosistema autóctono y potenciarán a la comunidad local.