¿Cómo influye la vida sexual en tu rendimiento en el trabajo?

Una vida sexual plena tiene grandes beneficios para la salud física y la salud mental y sí, también puede ser bueno para rendir más y mejor en el trabajo. La sexualidad está presente en todas las áreas de nuestra vida de diversas maneras, y el trabajo también es una de ellas.

Dedicamos un tercio del día a trabajar, es decir, aproximadamente unas 1.800 horas al año, por lo que es normal que cualquier alteración en nuestra vida repercuta en nuestra dinámica laboral. Además, llevar estrés del trabajo a casa puede afectar negativamente a la vida sexual de los trabajadores. 

Diversos estudios han descubierto un vínculo entre tener relaciones sexuales o masturbarse por la noche con estar más feliz y motivado para trabajar al día siguiente. Esto confirma que una vida sexual plena y satisfactoria tiene un impacto directo en la satisfacción laboral y en el compromiso con la empresa. ¿Cuál es la ciencia detrás de esto? Una vida sexual satisfactoria ayuda a liberar dopamina, que se asocia a la sensación de placer y relajación, y también genera oxitocina, la famosa hormona del amor. 

Todo esto produce una mayor satisfacción personal, mejora el desempeño del empleado haciendo que estemos más enfocados y concentrados, proporciona una mayor predisposición para realizar las tareas laborales y mayores niveles de compromiso en el trabajo en general. Se asocia incluso al descenso de bajas laborales porque reduce la ansiedad y mejora el sistema inmune aumentando las defensas. 

“Cuidar del bienestar sexual es sinónimo de cuidar de la salud, debido a todos los beneficios que proporciona tanto física como mentalmente. Por eso, no es de extrañar que si estás satisfecho a nivel sexual, esto te ayude a conseguir plenitud en el resto de ámbitos de tu vida, incluyendo el laboral”, explican los expertos de Lelo.

Beneficios de una vida sexual plena

Tener una vida sexual activa se refleja en mejores resultados cognitivos. La secreción de dopamina fortalece la memoria y las capacidades de resolución en el trabajo. Según un estudio publicado por el profesor Mark S. Allen, se puede afirmar que tener sexo con frecuencia previene la pérdida de memoria en personas adultas. 

También un estudio titulado 'De la cama a la oficina' y llevado a cabo por Keith Leavitt, Christopher Barnes y Trevor Watkins de la Universidad de Washington y David Wagner de la Universidad de Oregón publicado en 'Journal of Management' comprobó que de los 159 empleados evaluados que estaban casados y de diferentes sectores profesionales, aquellos que tenían unas relaciones sexuales satisfactorias rendían más en sus respectivos trabajos y estaban más comprometidos con sus tareas diarias. Y esos efectos de felicidad después de llegar al clímax duraban hasta 24 horas y de manera muy parecida entre hombres y mujeres.

Según Leavitt, “las relaciones sexuales son como una especie de ascensor del estado de ánimo. Producen la liberación de dopamina, neurotransmisor asociado con los centros de recompensa del cerebro, así como oxitocina, hormona relacionada con el apego y los vínculos sociales. Hacer un esfuerzo para mantener una vida sexual saludable debe considerarse un tema de sostenibilidad humana y una prioridad”.

Además, una actividad sexual plena también se refleja en la autoestima. Unas relaciones sexuales satisfactorias hace que las personas se sientan más seguras de ellas mismas y con respecto a los demás. Esto hace afrontar posibles conflictos con mayor confianza y firmeza y con la confianza necesaria para combatir lo que se le ponga por delante. El buen sexo influye también de manera positiva en el humor, ayuda a vivir con mayor felicidad y a que el trabajo en equipo también se afronte con mejor disposición facilitando las relaciones humanas.

Cuando alguien está feliz y satisfecho, eso se nota en todas las facetas de su vida. A esto podemos añadirle que tener buen sexo nos ayuda a fortalecer el sistema inmunitario y aumentar las defensas por lo que estaremos más fuertes para combatir virus y bacterias y disminuir así posibles bajas laborales. 

¿Y qué ocurre con el estrés? Son muchas las personas que sufren estrés en su trabajo. Esto puede influir directamente en el resto de facetas vitales y de manera muy clara en las relaciones personales y en las relaciones de pareja. La actividad sexual promueve la felicidad, ya que dar besos, caricias y llegar al orgasmo ayuda a liberar oxitocina, lo que hace que la persona reduzca su nivel de estrés y entre en un estado de relajación perfecto para combatir el estrés del día a día.

Si estamos menos estresados, trabajaremos mejor y con una mayor capacidad de afrontar cada reto, tendremos menos estrés y eso será positivo al llegar a casa también. Un círculo que lleva a la felicidad en todos los ámbitos.

El dolor de cabeza y otras molestias físicas pueden verse aliviados también con el sexo, que es casi un analgésico natural. Además, si tenemos menos estrés, habrá menos riesgo de sufrir problemas cardiovasculares, lo que vuelve a repercutir en un menor número de bajas laborales y en una mayor productividad y satisfacción de la persona de manera individual y en su equipo de trabajo.

Cómo mejorar tu vida sexual

Sabemos que el día a día, las responsabilidades familiares y la rutina diaria son muchas veces incompatibles con una vida sexual plena y satisfactoria. Lo primero que deberíamos tener en cuenta es que debe primar la calidad por encima de la cantidad. No te estreses por el número de relaciones sexuales que mantienes a la semana, mejor preocúpate por hacer que cada momento de intimidad sea único y especial. Esto sirve tanto si tienes pareja como si estás disfrutando de la soltería. 

Si tienes pareja, busca momentos para vosotros solos. Dejad un día a la semana para dedicaros a estar juntos, a cenar solos o salir a tomar algo, charlad de vuestras cosas y terminad la ‘cita’ con un momento de intimidad en el que os sintáis relajados y concentrados solo en daros placer y pasarlo bien los dos. Por supuesto, en esos momentos para vosotros, mejor dejad el móvil en la mesita de noche. Puedes también darle alguna sorpresa a tu pareja de vez en cuando para que la llama no se termine apagando.