Este es el alimento rico en proteínas que ayuda a adelgazar, baja el colesterol y mejora el ánimo

Una buena alimentación es la clave de una vida sana. Así lo aseguran los expertos que insisten en la importancia de cuidar de nuestra dieta para mejorar la calidad de vida y evitar enfermedades y problemas de salud. Así, recomiendan consumir alimentos que incluyan los nutrientes que el organismo necesita para funcionar correctamente. Es el caso del superalimento que actúa como antibiótico natural, regula el azúcar y alarga la vida; o el que previene la diabetes, mejora la vista y ayuda a adelgazar.

Dispuestos a cuidar de la salud, cada vez son más las personas que mejoran sus hábitos incluyendo alimentos beneficiosos. Ingredientes saludables como los que aconseja la Organización Mundial de la Salud (OMS), que define una dieta sana como aquella “que incluya frutas, verduras, legumbres, frutos secos y cereales”. Además, recomienda reducir el consumo de azúcares libres y de grasas saturadas y no olvidarse de otros alimentos nutricionalmente importantes como son los huevos, la carne y el pescado.

Según los expertos, es necesario consumir pescado entre tres y cuatro veces por semana. Gracias a sus valores nutricionales, los pescados azules son los más aconsejados, y entre ellos, las sardinas uno de los alimentos que mayores beneficios aporta a la salud.

Los beneficios de las sardinas, el alimento rico en proteínas que ayuda a adelgazar y baja el colesterol

Considerado uno de los pescados azules más populares y consumidos, las sardinas son una auténtica bomba nutricional que hace que sea un alimento recomendado para cualquier dieta. Entre ellas las diseñadas para adelgazar, ya que aportan pocas calorías (140 por cada 100 gramos) y son ricas en proteínas de alto valor biológico (18,1 gramos por cada 100), algo que además de crear mayor sensación de saciedad, contribuye a tonificar los músculos.

Pero, sin duda, una de las propiedades más admiradas de este alimento es su alto contenido en omega-3. Así lo señala la Fundación Española de la Nutrición (FEN), que destaca “el aporte de ácidos grasos poliinsaturados omega 3 de una ración de sardinas, que casi cubre el 100% de los objetivos nutricionales recomendados para la ingesta diaria de la población”.

En cuanto a los minerales, “una ración de sardinas cubre el 93% de las ingestas diarias recomendadas de fósforo” y “son fuente de selenio, mineral que contribuye al mantenimiento de las uñas y el cabello”, según apunta la FEN.

Y  entre las vitaminas que aporta este alimento, “se encuentran algunas del grupo B, como la B12, B6, niacina y riboflavina”. También destaca su aporte de vitamina D.

Unos excelentes valores nutricionales gracias a los que las sardinas son grandes aliados para cuidar de la salud. Entre ellas, la salud cardiovascular, ya que poseen efectos antiinflamatorios y anticoagulantes, que ayudan a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos, y también a controlar la tensión arterial. Además, las sardinas son uno de los pocos alimentos que tienen el antioxidante coenzima Q10, que ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares.

Pero además, este alimento cuida del sistema nervioso central gracias al aporte de grasas saludables que mejora la función cerebral. Según los expertos, las sardinas ayudan a también a mejorar el ánimo. Y es que, según los estudios, el consumo de omega-3 se relaciona con un riesgo bajo de depresión y una mejora del estado de ánimo.

¿Cómo consumir las sardinas?

Aunque disponibles durante todo el año, según la FEN, “entre julio y noviembre la sardina es más abundante y tiene mejores cualidades organolépticas y un contenido en grasa más elevado”.

Además, se trata de un alimento de lo más versátil, que admite multitud de elaboraciones, tanto a la plancha, al horno o fritas como en escabeche o en conserva. Y es que, en su versión en lata, una forma más económica y fácil de almacenar, las sardinas no pierden sus propiedades. Es más, su contenido en grasas se ve aumentado respecto a la opción fresca.

“Al tratarse de un aceite de oliva o vegetal, se aumenta el aporte de ácidos grasos mono y poliinsaturados, y se invierte la relación omega 6/omega-3, con un incremento de los primeros respecto a los segundos”, señala la FEN.