Wim Hof: ¿los baños de hielo son realmente útiles para tu rutina deportiva?

El Wim Hof es una técnica de respiración no reconocida por la ciencia oficial inspirada en las prácticas de meditación de los monjes tibetanos. En este método se combinan terapia de frío con ejercicios de respiración y concentración. Ya tiene algunos adeptos muy famosos, como el actor Chris Hemsworth, que en sus redes sociales ha mostrado cómo lo practica en un gran cubo de agua helada, o el exfutbolista David Beckham. ¿Para qué sirve? ¿Es realmente útil para mejorar el rendimiento deportivo tras un entrenamiento de ejercicio físico?

Como decíamos está inspirado en el tipo de meditación conocido como ‘tumo’, que tiene como objetivo eliminar los malos pensamientos a través de la subida de la temperatura corporal, lo cual se consigue a través de una determinada técnica de respiración. ¿De dónde viene este método? Toma el nombre de Win Hof, también conocido como 'Iceman', que es un atleta extremo holandés famoso por su capacidad de tolerar temperaturas heladas. 

El deportista ha batido varios récords Guinness nadando debajo del hielo y manteniéndose en contacto con su cuerpo completamente sumergido en hielo durante un largo periodo de tiempo o por correr una media maratón sobre hielo y nieve. Él atribuye estas hazañas a su propio método, una combinación de exposición al frío unida a técnicas de respiración y meditación.

Wim Hof comercializó este entrenamiento junto a su hijo Enahm Hof. El método implica tres pilares: terapia fría, respiración y meditación. Tiene semejanzas a con el tumo de meditación tibetano y pranayama, ambas técnicas de respiración.

A través de sus redes sociales, el actor australiano Chris Hemsworth comparte sus baños de hielo pero incluso ha detallado cómo lo compagina con la sauna: “No hay mejor manera de terminar un entrenamiento. Combinar la sauna con un baño de hielo es una forma eficaz de mejorar la circulación, reducir la inflamación, acelerar la recuperación muscular y elevar tu estado de ánimo”, ha dicho.

“El calor de la sauna hace que los vasos sanguíneos se dilaten, lo que mejora el flujo sanguíneo y reduce la inflamación. El frío del baño de hielo hace que los vasos sanguíneos se contraigan, lo que mejora la circulación y reduce el dolor muscular. Este contraste entre temperaturas calientes y frías ayuda a mejorar la recuperación general y reducir el riesgo de lesiones”, añadía en su post.

Hemos querido saber más sobre el método Wim Hof y para ello Sara Álvarez, co-fundadora y creadora del método RETO48, nos detalla todos los beneficios de este método que ellos ya han incorporado hace unos meses.

Wim Hof: sí al frío

Este método está basado en una técnica especial de respiración y entrenamiento a bajas temperaturas que tiene como objetivo, entre muchos otros, ayudar a fortalecer el cuerpo y la mente y que no lleva más de 20 minutos.

“Este método refuerza el sistema inmunitario, incrementa el rendimiento deportivo, reduce la inflamación, aumenta la energía, la atención y la focalización, mejora de la calidad del sueño y la concentración, reduce el estrés o favorece una mayor regeneración de los tejidos y una interesante activación del tejido adiposo marrón”, nos dice la experta.

“En RETO48 creemos que no es una moda más, para muchísimas personas esto es algo que ha llegado para quedarse. La gente empieza a comprender que el estilo de vida que llevamos no nos lleva a buen puerto. El exceso de comodidad en el que vive la sociedad actual nos debilita”, comenta. 

“Por ello, es de vital importancia enfrentar al cuerpo y a la mente a ‘estímulos adversos controlados’ para que, con ello, reaccionen y se fortalezcan. Como se dice siempre en los talleres que impartimos, aunque tú no creas que puedes hacerlo, confía en las capacidades de tu cuerpo y de tu mente. Saben perfectamente lo que tienen que hacer y el potencial que tenemos es infinitamente mayor del que pensamos”, detalla Álvarez.

La experta añade además que “el frío, en este caso, es como un maestro. Te enseña muchas cosas sobre ti mismo, y cuando empiezas a leer y a experimentar todos los beneficios que te trae, se convierte en tu mejor aliado para conquistar no sólo la salud, sino también ciertos límites que nosotros mismos nos ponemos”.

Eso sí, debemos tener en cuenta que el método Wim Hof no es para todo el mundo y siempre deberíamos consultar antes con un experto que nos aconseje si podemos practicarlo. “No está indicado para personas con problemas cardiovasculares graves, mujeres embarazadas o personas con epilepsia. Siempre es recomendable consultar previamente al médico y por supuesto, hacerlo de la mano de un instructor certificado que te pueda guiar”, recomienda Sara Álvarez.

Cómo se practica el Wim Hof

-Respiración. Su técnica de respiración, inspirada en la práctica de meditación de los monjes tibetanos, está científicamente reconocida y se trata de una hiperventilación controlada. Como explica Álvarez, “mediante estas respiraciones aumenta la frecuencia cardíaca y la presión arterial, se contraen los vasos sanguíneos, aumenta la temperatura corporal y mejora la capacidad de transporte de oxígeno en los pulmones”.

Por otro lado, “la sangre se enriquece con más oxígeno en menos tiempo, mientras que el dióxido de carbono se elimina. A consecuencia de esto, se produce un ambiente alcalino en la sangre y se reduce la acidificación del cuerpo entre otros muchos beneficios”.

-¿Durante cuánto tiempo? Hasta que pueda realizarse sin dificultad. Lo ideal es practicarla tumbados, en un entorno seguro, con el estómago vacío y por supuesto dejar la mente en blanco y tratar de meditar.
-Exposición al frío. Una vez controlado el tema de la respiración, se puede empezar con las inmersiones en frío, de forma gradual, como explican en la web oficial de Wim Hof.

Al principio, recomienda Sara Álvarez, “basta con terminar tu ducha normal con 20-30 segundos de agua fría, hasta que lleguemos a darnos la ducha completa con agua fría desde el principio. Aquí es importante entender que más no es mejor. Si por ejemplo hacemos una inmersión en una bañera, con dos minutos sería más que suficiente para obtener todos los beneficios de los que hablábamos antes”.

Durante el baño, hay que continuar con otro tipo de respiraciones, ya que lo que buscamos ahora es centrarnos en una respiración nasal, lenta y con inhalaciones y exhalaciones largas y profundas, y centrarse en las señales que proceden del cuerpo. La recomendación siempre es aprenderlo de la mano de un instructor certificado. 

Y si empiezas, lo ideal sería que te comprometas contigo mismo a hacerlo durante 30 días. Pasado ese tiempo ya puedes sacar conclusiones personales y decidir si quieres seguir como siempre o si, en cambio, quieres cambiar y generar un impacto positivo sobre tu salud en tu vida.

-Enfoque mental. El potencial del método Wim Hof está en la combinación de los tres pilares, siendo todos igual de importantes. Este pilar es la base de los otros dos. La mentalidad, el compromiso y la práctica constante harán que recuperes tu equilibrio interno y, como dice Wim Hof, conquistes "fuerza, salud y bienestar".