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Cultura

¿Qué dice la ciencia realmente de los ovnis? ¿Cuándo llegaremos a Marte? Responde un ingeniero aeroespacial

El doctor en ingeniería espacial Jorge Nicolás-Álvarez acaba de publicar ‘Hemos recibido un mensaje extraterrestre. La verdad científica sobre la vida más allá del planeta Tierra’

Los ovnis vuelven a ser tema de conversación en los medios de comunicación y los congresos
Representación artística de un ovni con forma de platillo volante. PEXELS

Este verano los amantes del fenómeno ovni recibieron un chute de adrenalina con las sesiones en los congresos de Estados Unidos y México que abordaban la supuesta vida extraterrestre. La cita “restos biológicos no humanos”, de un exoficial de inteligencia en el Congreso de Estados Unidos dio para llenar horas y más horas de programas pseudocientíficos que especulaban sobre supuestos cuerpos alienígenas ocultos por las autoridades estadounidenses. Poco después la cámara mexicana dejó una imagen esperpéntica cuando un periodista especializado en ufología se presentó con lo que, según aseguraba, era una momia alienígena.

Los ovnis existen, así lo confirma la ciencia, pero existen en su literalidad como “objetos voladores no identificados”, es decir, imágenes en el cielo que no siempre pueden ser reconocidas, aunque en la inmensa mayoría de los casos son perfectamente explicables por fenómenos naturales. A comienzos de 2024 la respuesta de la ciencia es rotunda: el ser humano no ha recibido ninguna evidencia de vida extraterrestre, ni siquiera a un nivel microscópico. Por tanto, desconfíen de cualquier programa que hable de la existencia de contactados o platillos volantes alienígenas, les están vendiendo humo. 

El doctor en ingeniería Jorge Nicolás-Álvarez trabaja en el desarrollo de futuras misiones espaciales en el sector privado, ha colaborado con la NASA y la Agencia Espacial Europea para misiones de observación terrestre, y acaba de publicar Hemos recibido un mensaje extraterrestre, en el que explica la verdad científica sobre la vida más allá de la Tierra. En una entrevista con Vozpópuli aborda este tema y otros asuntos de actualidad como los viajes espaciales a Marte y la participación de empresas privadas en esta nueva carrera espacial. 

Pregunta: Uno de los temas de mayor actualidad son los viajes a Marte. ¿Cuándo llegaremos al planeta rojo? ¿Se puede decir una fecha?

Respuesta: Sí, yo creo que como fecha límite pondría el 2050. En 2050 creo que ya habremos visto a los primeros humanos pisando Marte y, por tanto, la humanidad se habrá convertido en una especie interplanetaria. Pero bueno, para llegar a Marte hay que probar un montón de tecnología que está en desarrollo y, por eso, primero volveremos a la Luna. Pero esta vez no se volverá a la Luna solo para plantar una bandera y volver, sino para establecer una base científica permanente. Creo que antes de 2030 ya empezaremos a ver los primeros vuelos si todo va bien. Toda esta tecnología cuando se pruebe en la Luna, que está a 4 o 5 días de distancia, ya se podrá aplicar a las misiones a Marte que está a 7 o 8 meses de distancia. Si todos los desarrollos funcionan bien yo creo que sobre la década de 2040 ya empezaremos a ver movimiento y yo creo que para 2050 ya veremos las primeras pisadas en Marte.

P: Has comentado el tema de la bandera en la Luna. En 1969 vimos la bandera de las barras y las estrellas de Estados Unidos en la Luna. En Marte, ¿será la bandera de un país o incluso de una empresa?

R: Yo creo que ahora mismo hay dos bloques, como en la carrera espacial de los años 50-60 había el bloque americano y el bloque soviético. Ahora hay un bloque liderado por la NASA, o sea Estados Unidos en colaboración con Europa, Japón y otras agencias espaciales; y hay otro bloque también muy fuerte, sobre todo liderado por China. Creo que veremos una de estas dos banderas. Es cierto que la exploración espacial sigue siendo política, pero se ha ido despolitizando un poco y se ha convertido en un esfuerzo más humano, como de todos.

P: También se ha ido privatizando, cada vez hay más empresas privadas participan en estos proyectos.

R: Sí, y esto yo también lo veo con muy buenos ojos. Para hacer ciencia básica, para desarrollar, para investigar conceptos que a corto plazo no tienen una aplicación hay que tirar de dinero público porque ninguna empresa va a querer invertir ahí porque a corto plazo no tiene un retorno. Por tanto la inversión pública es tremendamente importante, y la colaboración con empresas privadas que lo que hacen es acelerar muchísimo el desarrollo tecnológico. El caso más claro lo hemos visto en Estados Unidos, durante gran parte del siglo XXI, desde que se dejó de usar el Space Shuttle, EEUU no ha tenido acceso al espacio desde suelo estadounidense. Los astronautas estadounidenses volaban al espacio con el cohete Soyuz, que es ruso. Gracias al desarrollo de SpaceX han podido volver a esto. Esta colaboración público-privada yo creo que es la forma más eficiente de avanzar.

P: En este ámbito, Elon Musk, ¿bien?

R: Sí, en general yo tengo muy buena opinión de Elon Musk. La megaconstelación que está lanzando Elon Musk, Starlink, no sólo la está lanzando él, hay muchas en otros países. Estas megaconstelaciones pueden afectar a las observaciones que hacen científicos, que hacen astrónomos y para llegar a un equilibrio lo que hace falta es regulación. Lo que hay que hacer es que la regulación avance rápido. Seguramente no avanzará tan rápido como el desarrollo tecnológico, pero hay que regularizar y encontrar un equilibrio. La verdad es que cualquier tecnología que desarrollemos traerá beneficios. En general mi opinión es positiva sobre Elon Musk.

P: Hablamos de llegar a Marte, volver a la Luna, pero ¿viviremos allí como hemos visto en películas?

R: El turismo espacial ya lo hemos empezado a ver, empezará en órbita. Subirán al espacio, darán algunas vueltas en la Tierra o incluso, seguramente, lo que se habla de hoteles en órbita yo creo que lo acabaremos viendo en las próximas décadas sin duda. Ir a Marte, las colonias en la Luna y en Marte serán científicas porque son las aplicaciones que tiene y yo no creo que en nuestro tiempo de vida veamos un centro comercial en la Luna o en Marte. Será todo con aplicaciones científicas.

P: Una de los temas más presente en tu libro es a la vida inteligente fuera de la Tierra. Dejas una reflexión en la que dices que crees que existe pero que está tan lejos, que en el fondo también están solos.

R: Cuando pensamos si hay vida inteligente yo creo que no nos hacemos una idea de lo grande que es el universo. Aparte de pensar si es probable o no que existan, vamos a asumir que existen. En caso de que existiera una civilización parecida a la humana con el mismo nivel de desarrollo tecnológico, sería imposible para ellos venir a vernos de la misma manera que es imposible para nosotros ir a visitar otras estrellas. Por tanto, para encontrar alguna vez a alguien y tener un contacto en persona, ellos tendrían que ser muchísimo más desarrollados, habiendo desarrollado tecnología que hoy en día no conocemos para poder viajar a otras estrellas en un tiempo factible. Por tanto, como no hemos visto indicios de desarrollos tecnológicos tan avanzados mirando a otras estrellas porque lo hubiéramos podido ver desde la Tierra que hay megaestructuras, como no hemos visto estos indicios y asumiendo que existen, si tienen un nivel de desarrollo parecido al nuestro nunca nos encontrarán. Por tanto, quizá sí que existen otras civilizaciones, pero ellos también están solos, igual que nosotros estamos solos, porque las distancias tanto espaciales como temporales son tan grandes que no nos veremos.

P: En uno de los capítulos, te ponías en el lado de aquella civilización inteligente de otra galaxia y decías que viéndonos a nosotros verían un puntito que tapa el Sol.

R: Lo que ahora hacemos es que por una parte buscamos vida en el sistema solar, que sería vida en forma de microorganismos porque tenemos evidencia de que no hay restos de vida inteligente más allá de la Tierra dentro del sistema solar. Lo que hacemos para buscar en otros sistemas solares es buscar exoplanetas, pero cuando vemos en los medios de comunicación que se ha encontrado un exoplaneta nos ponen una recreación artística preciosa, parecida a la Tierra con mares, etc. Esto está muy alejado de la realidad porque lo único que se ve es un punto cruzando una estrella o ni siquiera eso, a veces tú ves un gráfico de la luminosidad de una estrella que baja un poquito cuando el planeta se interpone entre la estrella y el observador. Por tanto, si una civilización extraterrestre nos observa en el sistema solar, tanto la Tierra como Venus les parecerán planetas prácticamente iguales, en cambio, la Tierra ha prosperado con miles de especies mientras que Venus es un infierno. Por tanto, es complicado que desde aquí veamos indicios, a menos que sea una civilización tan desarrollada que hayan podido construir megaestructuras.

P: Cuentas también los intentos que ha hecho la humanidad para intentar contactar con ellos, pero estos intentos son muchísimo más difíciles que la típica imagen de lanzar una botella al mar con un mensaje.

R: Sí. Voyager, por ejemplo, llevan unos mensajes grabados escribiendo lo que es la humanidad por si algún día llegan a manos de otra civilización y también se han mandado mensajes de radio. Lo que se hace es enviar este tipo de mensajes a zonas del universo que tienen mucha densidad de estrellas y, por tanto, mucha densidad de planetas. Si alguien está escuchando podría recibir este mensaje. De nuevo, las distancias son tan grandes que mensajes que se enviaron a principios del siglo XXI no llegarán hasta la estrella hasta la década de los 30 o los 40. Por tanto, si alguna vez recibiéramos respuesta sería una conversación con un retardo muy importante porque como las distancias son tan grandes habría que esperar mucho para recibir respuesta.

P: Es decir, a principios del año 2024 la ciencia dice que realmente no hemos recibido absolutamente nada que nos haga certificar o acreditar la existencia de una vida inteligente extraterrestre.

R: Hoy en día no tenemos evidencia de que exista vida extraterrestre. Los mayores esfuerzos se están dando en buscar vida dentro del sistema solar. O sea, vida en Marte o vida en las lunas de Júpiter y Saturno

P: En cualquier caso, en estos ejemplos que me dices sería vida microscópica

R: Sí, sería vida como la primera vida que surgió en la Tierra, y en realidad la que ha dominado la Tierra durante la mayor parte de su vida. La vida inteligente es prácticamente efímera el tiempo que ha estado aquí en la Tierra. Si se encuentra algo dentro del sistema solar será vida microscópica.

Hoy en día no tenemos evidencia de que exista vida extraterrestre
Pregunta: ¿Qué crees que fue la famosa señal “wow”?

Respuesta: La señal “wow” fue muy importante porque se vio una perturbación, una anomalía en lo que se había recibido. Seguramente lo que fue es que una señal de radio con origen terrestre que rebotó en algo que volaba, ya sea en el espacio, ya sea un avión… a veces en la propia ionosfera también la sonda rebota. Y sería simplemente eso, algo con origen terrestre que ha rebotado arriba y ha vuelto hacia nosotros. Todo lo que se ha recibido al final se le ha acabado dando una explicación que no está relacionada con el origen extraterrestre.

P: Es fascinante, que exista una especie de protocolo de actuación en la ONU para el caso de que algún día recibamos un mensaje claramente de una civilización inteligente extraterrestre. Señalas que debería imponerse el criterio científico

R: Este protocolo no es algo legal, simplemente son unas directrices. No está firmado por todos los países, por tanto, nadie está obligado a seguirlo. Pero sería lo ideal. Lo ideal sería que si alguien recibe un mensaje extraterrestre, que ya de por sí es una situación muy poco probable, que no responda por sí solo, sino que lo someta y que conteste en nombre de toda la humanidad. Planteo la situación hipotética de si recibimos un mensaje extraterrestre y quién lo decide, ¿los científicos, los políticos? Parece que la decisión más justa sería someterlo a un referéndum mundial, ¿no? Que vote toda la población humana, pero esto a veces es una situación utópica porque no toda población humana vive sin una democracia. Por tanto, se plantea una situación muy interesante para un debate y una reflexión profunda. Yo pienso que hay alguna comparación con la covid. Toda crisis o evento que tiene una naturaleza científica, porque esto arranca de que un grupo científico ha recibido este mensaje, igual que la covid, hay que seguir primero, sin duda, el criterio científico, y cuando esto esté claro, ya que desde la política se tomen las acciones necesarias para tener el mejor resultado.

P: ¿Qué crees que han significado para la ciencia las comparecencias en el Congreso de Estados Unidos o la de México?

R: Yo veo que dicen algo muy lógico, que es que se investiguen los fenómenos ovni, porque los fenómenos ovni existen. Son simplemente fenómenos no identificados, objetos no identificados. Y lo que están pidiendo en estas comparecencias es que esto se investigue con el fin de mejorar la seguridad aérea. O sea, no piden que se investigue para que descubra un secreto de Estado, sino simplemente para mejorar la seguridad aérea. Para mí eso tiene mucho sentido. Yo creo que a la ciencia no le hace daño, pero sí que alimenta muchísimo las teorías conspiranoicas, porque si te están diciendo que Estados Unidos oculta algo, ya todo el mundo se va a hablar de extraterrestres. Pero tiene todo el sentido que se oculte, que cuando hay fenómenos que pasan en el entorno militar, de Defensa, todo esto esté clasificado porque es la propia naturaleza de este tipo de tecnología, ya sea en Estados Unidos o en cualquier otro país del mundo. Y por otra parte, creo que al encargado de gestionar esta información clasificada le va bien que se hable de que estos son extraterrestres y no algo militar.

P: Este tema en concreto siempre ha quedado arrinconado en publicaciones y en programas bastante magufos, publicaciones acientíficas y muy fantasiosas. ¿Crees que la ciencia ha perdido un tiempo en tratar de explicarlo o clarificar más estos fenómenos, que no se ha hecho suficiente pedagogía?

R: Es mi objetivo al escribir este libro. Al final he escrito este libro porque estos temas relacionados con la vida extraterrestre suelen estar tratados desde una perspectiva muy pseudocientífica, con muy poco rigor o en general por magufos. Yo creo que la comunidad científica, ya desde el siglo pasado, no ha hecho bien el trabajo de la comunicación. Es responsabilidad de toda la comunicación científica hacer una mejor comunicación científica. Pienso que ya se está trabajando y ya se está yendo por este camino, pero uno de los grandes errores de la comunicación científica fue el cambio climático. Algo que ya se sabía desde el siglo XX, que las emisiones de carbono, que quemar combustibles fósiles, estaban aumentando el efecto invernadero y esto tenía unas consecuencias catastróficas que ya las estamos empezando a ver. Pero no se actuó ya sea porque o no se comunicó bien o tampoco interesaba que se actuara. Pero pienso que estamos viendo este cambio a darle más importancia a la comunicación científica y a llegar al público general, creo que los organismos más importantes también están haciendo esfuerzos en este sentido.

P: Entonces, cualquier historia en la que veamos algún contactado, algún piloto, o simplemente un ciudadano de Estados Unidos diciendo que ha visto un platillo volante, tenemos que desconfiar de ella totalmente, ¿no?

R: Lo decía Carl Sagan siempre, que grandes afirmaciones requieren grandes evidencias. Por tanto, siempre hay que ser escéptico ante este tipo de afirmaciones tan grandes. El fenómeno OVNI es interesante porque al final es la consecuencia de dos cosas: por una parte una revolución en la ingeniería aeronáutica muy grande a partir de la Segunda Guerra Mundial que se juntó con las películas de ciencia ficción y con la cultura popular. Una persona que acaba de empezar a ver objetos voladores por el cielo y que encima está viendo películas que cuentan cómo otras civilizaciones nos vienen a invadir, pues es totalmente lógico que piense que este objeto volador que no conoce venga de otro planeta. Por tanto, es simplemente el fruto del desconocimiento y es el objetivo de todas las teorías de la conspiración es reducir la incertidumbre, porque la incertidumbre da miedo. Y al final la ciencia es esto, la ciencia da las respuestas que puede probar pero las otras no, las otras es incertidumbre. Lo hemos visto con la covid, yo creo que alivia mucho más pensar que el virus no existe y que es una conspiración mundial que nos están engañando, a pensar que realmente hay un virus mortal que no sabemos realmente cómo afrontar.

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  • L
    Loustau

    Menos mal que después de tantos años de literatura fantasiosa, hay alguien que expone la evidencia científica exenta de "creatividad".