Burnin' Percebes, los cineastas que desatan la locura contra lo predecible

Con apenas unos minutos de visionado, uno podría pensar que los responsables de El fantástico caso del Golem, que se estrena este viernes, están locos de atar. Sin embargo, en una época en la que reina la uniformidad, lo homogéneo y la repetición como fórmula de éxito, la aventura que los directores de cine Burnin' Percebes (nombre con el que firman Fernando Martínez y Juan González) proponen en cada película, por muy marciana que resulte siempre, se recibe como un soplo de aire fresco entre tantas propuestas enlatadas. Son honestos y se fijan en aquello por los que otros pasan de largo. El gran público ya tuvo la ocasión de comprobarlo con La reina de los lagartos (2019) y ahora tiene otra oportunidad.

Su nuevo disparate arranca a ritmo de merengue. En la azotea de un edificio, a primera hora del día, dos amigos, Juan (Brays Efe) y David (David Menéndez), continúan la fiesta con cervezas y juegan a adivinar películas. Y así, entre título y título, la emoción por gestualizar lleva a uno de ellos a precipitarse accidentalmente al vacío desde la cornisa. Cuando cae encima de un coche que está aparcado en la calle, su cuerpo se rompe en mil pedazos como si se tratara de un muñeco de porcelana. Nadie se escandaliza, así que Juan trata de averiguar qué ha pasado, al tiempo que empieza su despertar en el amor y la vida adulta. Burnin' Percebes han hablado con Vozpópuli sobre esta locura tan amena que se presentó en la pasada edición del Festival de Málaga.

P: ¿Cuál es el germen de esta historia tan alocada que al fin y al cabo tiene un poso tan humano?

R: (Juan González) Vimos un "gif" de la película Top Secret en la que un guerrillero le da un puñetazo a un soldado alemán que cuando cae de la torre de vigilancia se rompía en trozos de cerámica, como ocurre al principio de nuestra película. Lo primero que hicimos fue pensar en la familia o los amigos de este tipo, qué ocurriría si un agente llega a tu casa y te dice que tu amigo o tu familiar se ha roto.

"Hemos tenido la suerte de hacer una película con más medios y dinero de lo que habíamos hecho nunca, pero nos han permitido la misma libertad que hemos tenido siempre", afirman Burnin' Percebes

P: Para esta película habéis contado con más medios que en anteriores. ¿Conlleva esto miedo a perder la esencia o la libertad creativa?

R: (Fernando Martínez) Esta película la ha producido Aquí y Allí Films y Sideral que, si cabe, están igual o mas locos que nosotros, así que hemos tenido la suerte de hacer una película con más medios y dinero de lo que habíamos hecho nunca, pero nos han permitido la misma libertad que hemos tenido siempre. Y todo el ejercicio que hemos hecho de abarcar más público ha nacido de una necesidad nuestra de evolucionar y abrirse, que nos ha permitido hacer algo más grande, mantener nuestra esencia y estar contentos con el resultado.

P: Hay un fondo que no es tan marciano o extraño, porque al fin y al cabo El fantástico caso del Golem es una historia de madurez, un despertar.

R: (Juan González). Esta película tiene una primera capa de diversión, de comedia, para pasárselo bien, pero evidentemente habla de más cosas. Habla de un personaje que a sus 30 años se da cuenta de que toda su vida ha estado protegido, y de repente se rompe esa pecera y sale al mundo laboral por primera vez, tiene sus primeras relaciones sexuales conscientes. Es un coming-of-age desde el punto de vista de un treintañero: ahora que estoy solo, ¿qué ocurre? Con este marco se abordan estas temáticas paternofiliales, amorosas y laborales.

P: ¿Es el triunfo de Todo a la vez en todas partes en los Oscar una excepción o forma parte del cambio que se puede estar viviendo, incluso de la polarización también en la creación?

R: (Fernando Martínez). Es una señal muy buena de que las cosas diferentes también tienen público, y que una película como esa haya ganado el Oscar hace que se pongan en valor las propuestas diferentes y que al menos se empiecen a ver con otros ojos. Si eso responde a que algo está cambiando es difícil de saber, sobre todo porque hoy en día es muy difícil de saber cuando una película funciona o no, porque a veces las salas no son signo de nada. A veces no funcionan en taquilla pero en la plataforma sí. Pero es esperanzador que haya gente como los Daniels haciendo cosas diferentes y libres, y que se valore.

Burnin' Percebes contra el algoritmo

P: En vuestra película hay un algoritmo que asocia un tipo de muerte a cada persona. En el cine, ¿es una vía que conduce a terminar con la creatividad?

R: (Juan González). Es inevitable pensar que algo está sucediendo. Las plataformas funcionan con un algoritmo personal y cuando el usuario entra tiene una selección basada en lo que considera que le gusta según lo que ha visto, y ellos mismos ya están pensando en productos que puedan complacer al mayor público posible, basados en el estudio que han hecho de todos los datos. Es evidente que nuestra película no pertenece a ningún algoritmo porque nadie nos la ha pedido. De repente el Oscar lo gana Todo a la vez en todas partes, que es una película que ha ganado muchísimo dinero, algo atípico. No sé si el algoritmo se lo está cargando todo, pero está condicionando más los productos. Hay esperanza después de todo. La idea al final es cargarnos nosotros el algoritmo, como ocurre en la película.

"No sé si el algoritmo se lo está cargando todo, pero está condicionando más los productos", señalan

P: Burnin' Percebes es una rara avis en el cine español, pero ¿cómo os veis vosotros?

R: (Fernando Martínez). Hemos hecho una película que puede gustar a mucha gente, y a gente muy diferente. Siempre hemos pensado en ser libres y hacer las cosas como queremos, y creemos que eso tiene un sitio. Además, en este momento se están produciendo películas muy interesantes en España, como la película de Elena Martín que ganó en Cannes. Igual la industria está cambiando en nuestro país. Sigue habiendo las comedias que tienen su sitio y es necesario que estén, porque tienen mucho público, pero también nos estamos abriendo a cosas nuevas, una especie de espíritu rebelde.

P: ¿Quiénes son vuestras referencias cinematográficas?

R: (Fernando Martínez). Tenemos a Ulrich Seidl, que nos inspira mucho a nivel de planificación, y a nivel narrativo una película que siempre tenemos presente a la hora de vender la película era Lo que esconde silver Lake (2018), de David Robert Mitchell, una especie de Neo-noir en Los Ángeles y una investigación en una ciudad grande en la actualidad sin móviles. Hay muchos más, pero referentes actuales son los que llegan.

P: Y ahora, ¿que hay en el horizonte?

R: (Juan González). Estamos con el guion de la que queremos que sea nuestra próxima película y tenemos dos proyectos de serie, una de ficción y otra de animación.